Con el dólar rozando los 45 pesos comienzan las preguntas sobre los viajes al exterior y sobre cómo los argentinos, el segundo país detrás de Brasil, que más turistas provee a la visitada península de Norteamérica podrán seguir disfrutando de sus viajes y vacaciones en el corto y mediano plazo cuando el costo de los gastos se ha multiplicado por tanto.
Uno de los destinos en Estados Unidos que ha sido elegido por los argentinos de manera mayoritaria y sostenida en el tiempo en los últimos años por distintos motivos ha sido Miami. Entre esos motivos se encuentra el hecho de que es un destino relativamente cercano, en el centro del primer mundo, con sol, playas, buena gastronomía y una plaza de compras con las mejores marcas -de lujo y low cost– al alcance de la mano.
Pero naturalmente todo hay que repensarlo con la cotización de la divisa norteamericana. Sin embargo aún con esos valores, los boletos a Miami siguen vendiéndose y los aviones –si bien no despegan repletos- siguen con sus frecuencias sin cambio de rutas hacia el sur de la Florida.
¿Por qué sucede esto? En primer lugar porque los planes de las agencias y de los grandes operadores de venta online para viajar siguen vigentes. Eso lleva a que la consideración de un viaje al exterior no termine de descartarse.
En segundo lugar porque los precios de la Argentina también han aumentado y en muchos casos sin que los servicios empaten los nuevos valores. Y en tercer lugar porque en particular respecto del destino Miami se pueden obtener ventajas que compensen el dólar a $45.
Por ejemplo, en los precios de las comidas. Si uno puede lograr un alojamiento -hoy muy común vía airbnb- que incluya cocina (en Miami, incluso fuera de airbnb, son múltiples las ofertas que existen de propiedades con esas características) los precios del supermercado son similares -sino más bajos- a los de la Argentina. De modo que uno puede planear unas vacaciones completas de 10 a 15 días sin tener que salir a comer afuera.
La variedad de comidas ya preparadas congeladas que ofrecen las góndolas -desde sofisticados platos franceses a comidas italianas, hamburguesas o pizzas – es impresionante. Cada una de esas cajitas frizadas no cuestan más de 3 dólares y una persona puede comer tranquilamente sin problemas por 6 dólares diarios. Casi como decía el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno en sus tiempos, que en la Argentina se podía comer por 6 pesos.
Luego está la diversión. Miami tiene a su favor el clima. No en vano es la capital turística del "Sunshine State", esto es, el "Estado donde brilla el sol". Y con la playa a favor, el tiempo puede pasar, sin gastar demasiado.
Sentarse a tomar sol, realizar algunas de las múltiples actividades que no necesitan la inversión de un peso como jugar a cualquier juego que contemple una pelota, lanzar un frisbee, volley, o al "sapo" playero), nadar, caminar, hacer fitness en la playa, leer un libro, escuchar música; actividades que alejan a la mente de cualquier conversión USD1 igual $45.
En las playas de Miami Beach se pueden comer sandwiches que se lleven preparados o incluso comprados en el supermercado a valores similares a los de las comidas congeladas.
En Miami las playas son públicas y si bien muchos hoteles que dan sobre el mar tienen para sus huéspedes espacios exclusivos, fuera de esos lugares uno puede sentarse donde quiera. Incluso la idea de comprar un par de sillitas de playa en Wings o Wallgreens no debería descartarse, más allá de que allí queden al regreso. Unas buenas sillas de playa en cualquiera de esos lugares no cuestan más de U$S 25 y una sombrilla U$S10. Por U$S 35 dólares uno tiene un equipo de playa completo.
Comer afuera sí puede impactar en el presupuesto. Pero aún así uno podría pensar en darse el gusto comiendo en buenos lugares por buenos precios.
La cadena Olive Garden, de comida italiana, ofrece una carta espectacular y muy de nuestro gusto por U$S 15 el plato. Houstons más americana, parecida a lo que en Buenos Aires puede ser Kansas, también es una muy buena opción (y más barata que Kansas). La clásica hamburguesería Denny's sigue ofreciendo servicios muy económicos y sus platos son muy generosos (incluido el desayuno) aunque a veces el nivel de servicio no sea el mejor.
Para los que quieran mantener el presupuesto y además adentrarse en la cocina tradicional de los EEUU podrían probar Cracker Barrel, siempre cerca de las rutas, y con opción de shopping incluída, este restaurant se especializa en platos bien nortemericanos, de la tradición de la conquista del Oeste (carnes, maíz y estofados, entre otros).
Llegado el capítulo de las compras, ni el dólar a 45 logra derribar los outlets de Miami. Ese es el paraíso que sigue haciendo posible que una familia se equipe de ropa para todo el año por la mitad del costo argentino. Muchos dicen que con ese ahorro en indumentaria, el viaje está pago.
Hay varios lugares ya muy conocidos por los argentinos a estas alturas, pero de todos modos mencionamos el infaltable Sawgrass Mills Mall, el Dolphin Mall y algunos Premium Outlets que están sobre rutas un poco más alejados de Miami, pero que podrían formar parte de un día que se dediquen también a pasear. La nafta es notoriamente más barata que en la Argentina (U$S 3,40 por 4 litros de nafta) y los planes para alquilar autos por día son muy convenientes, mucho más baratos que tomar taxis.
Es más, Miami está comenzando con el auge del carsharing, es decir el sistema que con una aplicación de teléfono permite alquilar un auto estrictamente por las horas que uno lo necesite, tomándolo directamente desde la calle (en lugares estratégicos donde están estacionados) y devolviéndolos también en el lugar más cercano al que a uno le convenga. Eso abarata mucho los costos de movilidad, incluso en competencia con Uber, que también es muy conveniente y funciona muy bien.
En Miami, alrededor del circuito Art Decó se pueden apreciar edificios icónicos, centros culturales y pintorescas calles históricas como Española Way, todo sin gastar un peso. La ciudad dispone de un sistema de alquiler de bicis que permite gozar de la ciudad y de Miami Beach armándose uno mismo su propio recorrido para conocer, sin gastar demasiado y haciendo ejercicio al mismo tiempo.
Así que, para los viajeros argentinos a no desesperar que Miami sigue siendo opción aún con el dólar a $45. ¿Que ya no son las oleadas de visitantes del 2016, 2017 o del verano de 2018? Está bien, es lógico. Pero la ciudad sigue dando oportunidades accesibles a los argentinos que se las ingenien para disfrutarla.
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