Ariel y Paula son padres de Fausto y Luciana. Hace dos años vienen en familia al Lollapalooza y lo hacen como una tradición. Juntos esperan ansiosos de la fecha que indique que las entradas se encuentran disponibles a la venta para comprarlas y que llegue el día. Ellos, al igual que muchos padres, decidieron pasar el festival junto con sus hijos, o en familia y aprovecharon las múltiples actividades con las que cuenta el Kidzapalooza, "un festival dentro de otro gran festival".
Padres, madres, sobrinos o tíos. Todos tienen algo en común: cada año esperan la fecha de inicio para poder concurrir a lo que será una verdadera fiesta. Algunos un solo día, otros, optan por los tres. "Tener un espacio para ellos, es un gran alivio", comentó a Infobae, Paula, mientras sus dos hijos disfrutaban de una muestra de acrobacia de una escuela de acroyoga.
Debido a sus múltiples actividades, cada edición del Kidzapalooza va adquiriendo mayor importancia y desarrollo dentro de Lollapalooza. En esta ocasión volvió con un lineup pensado para los más pequeños, que atrajo nuevamente a toda la familia.
De este modo, con grilla propia para los más chicos pudieron disfrutar de bandas como: Bigolates de Chocote, Valor Vereda, Mecache Rock, Rock and Walsh y lo más esperado por los pequeños fanáticos, el meet and greet con peppa pig.
Pero no todo es música en el Kidzpalooza; los organizadores, idearon una agenda con actividades lúdicas, talleres creativos y sensoriales, y experiencias didácticas para que los niños puedan volar su imaginación, aprendiendo valores como el cuidado del medio ambiente o la diversidad cultural.
En cuanto a las actividades, fuera de los recitales, se encontraron distintas propuestas como practicar sakte con un instructor, espacios para colorear, hacer experimentos con ciencia divertida, maquillarse o peinarse con la glittermanía, circos y espacios de acrobacia, food trucks, escuelitas de djs y la posibilidad de tocar instrumentos como la batería o la guitarra eléctrica. Todo ideado para que ellos disfruten al igual que los más grandes de una festividad que tiene lugar una vez al año.
"Como padres es un placer contar con este espacio, lo vivimos con mucha alegría y nos da la posibilidad de prepararnos y tener una expectativa linda a nivel familia", aseguró Romina, quien estaba coloreando un dibujo con mariposas junto con su hija de tres años.
Lo cierto es que al igual que sucede con los jóvenes y adultos que preparan sus looks con lujo de detalle, los más chicos eligieron sus outfits, con la ayuda de sus padres, para vivir una jornada distinta a todas. Glitter, peinados originales y colores vibrantes, fueron algunos de los ítems con los que arribaron los más chicos al festival.
"Esta jornada se disfruta a nivel familia y eso es lo que hace atractivo a este tipo de programas, poder vivirlo juntos, pero también los recitales del predio", concluyó Ariel, quien se denominó a sí mismo como un fanático de los Artic Monkeys.
Así fue como miles de familias vivieron un nuevo día del festival, esperando que cerrara el Kidzapalooza para cruzar y disfrutar de la otra parte del Lollapalooza y compartir su pasión por las bandas de música que se presentan en una nueva edición.
Fotos: China Soler
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