Fabián Ciraolo tiene 38 años y es chileno. "Fab" es artista e ilustra a reconocidos personajes con características modernas; los imagina como si estuvieran vivos hoy, caminando por la calle, con tatuajes, piercings y adictos a las redes sociales. Frida Khalo, el Che Guevara, la Madre Teresa de Calcuta, Chaplin y Marilyn Monroe son algunas de las figuras que reimaginó.
Connie Ansaldi fue quien lo "descubrió" a través de otro amigo en común, Caiozzama, quien se lo presentó en París. Ambos practican la misma técnica, el paste up, una técnica del arte urbano callejero muy usada para las pegatinas, graffitis y los murales de todos los tamaños y colores.
Ciraolo está en pareja con Trinidad, y juntos conforman una pareja apasionada por el arte y la cultura. No viene de una familia de artistas, pero la vocación hizo que dedicara su vida a la pintura. "No podría hacer otra cosa", afirmó en diálogo con Infobae durante una entrevista en La Fernetería, donde creó un mural de Frida Kahlo en vivo.
Se encuentra por segunda vez de visita por Buenos Aires. Paso sus días en suelo porteño brindando un workshop y empapelando muros de la ciudad con imágenes de Kahlo y Salvador Dalí (en el bar de Palermo), de Ricardo Forten el Mercado de Pulgas, y de The Kiss en Casa Muamor.
"Me gusta que usa íconos populares y los convierte en arte, personas que vos no te imaginás que van a estar haciendo algo diferente, y les rinde homenaje mostrándolos a través del prisma de distorsión sin perderles el respeto", dice Ansaldi en dialogo con Infobae.
Horas después de su arribo a la Argentina, el artista chileno recibió a Infobae en el primer lugar donde desplegó sus herramientas de trabajo y comenzó a plasmar lo que mejor sabe hacer: sus murales. Contó detalles sobre su técnica y el arte que se ve en su país.
– ¿Cómo fue que empezaste a hacer arte?
– Desde que tengo uso de memoria estuve pintando siempre. No fue un proceso que tuve que entender porque era lo que tenía hacer para vivir, sino que lo único que me interesa es pintar y todas las diferentes ramas de la pintura, murales, técnicas. No vengo de una familia de artistas, entonces siempre fui muy autodidacta y mi vida giró entorno al dibujo y a la pintura y no podría hacer otra cosa.
– ¿Estudiaste diseño?
– Sí, estudié diseño publicitario, pero no lo terminé y me dediqué a la ilustración. Al tiempo empecé a trabajar como ilustrador freelance y empezaron a surgir todos estos trabajos dibujados y comencé con mi línea pictórica.
– ¿En qué consiste la técnica que utilizás para trabajar?
– Tiene un 50% de trabajo a mano y en hoja, y el otro 50% en scanner o con una fotografía que se pasa a la computadora y se empieza a trabajar digitalmente. Con esa misma obra, lo digital me permite llevarla a diferentes tipos de materiales y jugar con ropa, gigantografías, murales, posters, pero siempre parte de una ilustración a mano. Trabajo con un portaminas.
– ¿Qué es lo que más te gusta ilustrar?
– Siempre voy cambiando los temas. Generalmente me gusta mucho el retrato. Trabajo con personajes que tengo en mi subconsciente. Soy un apasionado por el cine y la música, trato de reinventar y ambientarlos en otra época. Mi inspiración es mi niñez, es lo que yo veía en la TV, lo poco que llegaba a Chile, pero es de todo un poco. Amo el retrato, la expresión del cuerpo humano. Siempre va a ir por ahí .
– Son siempre personajes muy reconocidos, pero los dibujás desestructurados y les buscas una vuelta de rosca…
– Sí, básicamente cuando salió toda esta serie de personajes conocidos me puse a pensar que pasaría si yo me los encontrara de frente. Cómo sería Salvador Dalí hoy en la mano con un iPhone, cómo sería el Che Guevara, que ya es un personaje ultra comercial -que es la antítesis de lo que era-. Asumo que tendría miles de followers (seguidores, en inglés), asumo que tendría miles. Salvador Dalí me imagino que iría a todas las fiestas que hay por acá por Palermo.
– En tu país te dijeron como que tu estilo es "hipster"…
– Nunca lo entendí bien en realidad. Yo pretendía hacer personajes rockeros con aires indie y alternativos, nunca me lo imaginé pero la gente los apodo hipters como pasó con "Frida hipster".
– Creo que pasó por los fondos que utilizás como el glitter, los tonos rosados, el violeta.
– Sí, la galaxia. Eso tenía en mente en el 2012, cuando empezaron a surgir todos estos dibujos. Hubo un tiempo que me dediqué a pintar galaxias con acuarelas y quedaron miles que tenían que ser ocupadas y las ocupé con estos retratos. Fue con una mezcla natural de todo lo que tenía a mano.
– Cuando haces murales, ¿cómo los plasmas?
– Depende. Si voy a hacer un mural o un paste up es básicamente imprimir el dibujo. La técnica no tiene tanta ciencia, es un pegado rápido. Surgió en Francia, donde pegar papel era ilegal. A mí particularmente me gusta el formato grande pero también aplico el paste up y puedo hacer este mismo dibujo a mano. Entonces, mi trabajo me permite manejarme en diferentes áreas. Ahora como soy muy inquieto y estoy buscando hacer otras cosas me puse a tatuar, quiero hacer lo mismo que hago en papel en la piel.
– Explicaste que lo imprimís y lo pegás con cola. Contanos más sobre tu técnica.
– Sí, es simple: es un papel de 63 x 33, cortás de la forma que depende de tu personaje y lo presentás en la pared y lo vas pegando parte por parte. Es un papel normal. El papel reacciona con la temperatura, por ejemplo, si es exterior, el pegado tiene que ser mucho más rápido porque se seca y si lo querés sacar se rompe, si es en interior el proceso es más lento. Argentina es mucho más húmedo que Chile, entonces la reacción es completamente distinta. Si va a estar al sol, se le puede poner un filtro UV y te puede durar años, es una técnica fácil de hacer. Todos tienen su técnica, mi táctica es bien desordenada: son varios papeles pegados uno encima del otro y que no sean completamente lisas.
– ¿Te gusta más el trabajo manual, el hacerlo con las manos en vez de con pinceles?
– Al final descubrí que el pincel me molesta, en Santiago hice una Frida Kahlo de 9 metros, y al estar parado con una brocha, con la cola, con el papel me di cuenta de que es más práctico tener el papel en la boca, la cola en la mano y listo. Aparte me puedo estar filmando.
– ¿Es la primera vez que hacés este tipo de obras en Buenos Aires?
– Sí, es la primera vez que hago murales acá. Pero ya había hecho una exposición en la embajada de Chile, traje 40 obras y vino mucha gente. Me gusta cómo la gente reacciona cuando vengo a Argentina a las intervenciones.
– ¿Sos de hacer exposiciones de arte?
– Este año hice en México, en San Francisco, Italia, en Santiago… cuesta conseguir lugares, yo soy como un ser extraño. En Argentina no hay prejuicio sobre si eres artista, eres tatuador. A mí particularmente las exposiciones me aburren un poco porque creo que mi trabajo se puede ver en formato más grande y para la "expos" se necesita mucha plata y es plata que sale de mi bolsillo y cuanto más grande lo querés hacer más plata vas a tener que gastar, entonces prefiero ocupar eso en otro lado.
– ¿En Chile valoran el arte?
– Sí, hay un sector que valora mucho el arte. Hay hambre por cultura, el pasado que tiene Chile es complicado; es un país que fue muy reprimido pero mi generación y las que vienen están muy hambrientas de cultura, de música, poesía, teatro… están llegando muchas cosas a Santiago, pero cuesta porque es luchar contra la máquina. Chile es un país muy de oficina de 8 de la mañana a 7 de la tarde y hay otro sector donde estamos inquietos.
– ¿Y pensás que con tus obras vas a poder cambiarlo?
-Sí, al final uno pone su obra para que la disfruten. Yo gozo haciéndola, yo amo dibujar. Yo no podría dibujar nada que no disfrute, cuando dibujás hay muchas instancias de ideas, como sacar los prejuicios, como despreocuparse de lo que la gente piensa, es bueno usar la cabeza, ser libre y que no importe el comentario hater de la gente. Y qué pasa cuando se te ocurre una idea de la nada. A mí se me ocurren ideas en la ducha por ejemplo, o una vez fui a comprar plátanos al supermercado y se me ocurrió dibujar a Ricardo Fort como Willy Wonka, pero tú me preguntas por qué y no sé. Me gusta dejarle ese misterio a la obra, esa es la parte más linda, es lo mágico.
SEGUÍ LEYENDO: