Quién es la joven de 28 años que se consagró como Miss Tattoo 2019

Mercedes Miranda se animó a participar de una competencia para mostrar sus tatuajes, los que comenzó a coleccionar en su cuerpo a los 19 años. La recién consagrada como la mejor mujer tatuada contó a Infobae cómo vivió el certamen

Miss Tattoo y sus princesas. (Tattoo Show)

Esta fue la primera vez que Mercedes Miranda (28) se animó a participar de una competencia para mostrar sus tatuajes, los que comenzó a coleccionar en su cuerpo a los 19 años. Tomó coraje, aceptó la invitación que le hicieron Martín De Angelis y Poly Pocket, sus tatuadores, y salió coronada.

Algo nerviosa, llegó a paso firme y montada en sus borcegos negros de caña alta, hebillas y plataforma. Subió al escenario levantado en la 15ª edición del Tattoo Show en La Rural donde compitió con otras nueve chicas, cada una representando al estudio en el que se tatúan.

El pase a la final la sorprendió y tras quedar entre las mejores tatuadas se consagró como Miss Tattoo 2019. "Votó el público por medio de los aplausos y encima me entregó el premio Lourdes, ¡mi Bandana favorita!", confiesa Mercedes a Infobae.

Mercedes luciendo sus primeros tatuajes. (@miss.kroenen)

—¿Cómo llegaste al concurso?

—Conocí a mis tatuadores en la galería Bond Street, donde trabajo vendiendo borcegos. Ellos tienen su estudio ahí y apenas vi lo que hacían me encantó: Poly hace estilo realismo y color y Martín tatúa en black & grey. Siempre me gustó el trabajo de él porque hace calaveras y diseños macabros, cosas que le encantan y a mí también. Así que me propusieron que los represente en el concurso del Tattoo Show, a partir de este año las concursantes tienen que representar a un stand, y ellos quisieron que sea yo. Así que fui. Era la primera vez no solo que concursaba sino que iba a la expo, y estoy muy feliz.

El camino de la tinta

Los amantes de los tatuajes saben que siempre hay un primero, pero no un último tattoo porque la extraña sensación del paso de las agujas sobre la piel genera una sensación tan placentera como adictiva. Así comenzó la flamante campeona y estudiante de Diseño y Comunicación Visual de la Universidad de Lanús un camino cuyo destino le parece incierto y tentador.

Es que los primeros trazos llegaron a su vida poco después de cumplir la mayoría de edad y de tener su propio dinero: "Empecé a tatuarme los 19 años en un estudio de barrio cerca de mi casa, en Lomas de Zamora. Fui con mi mamá pero ella me dijo: "¡Vos tatuate todo lo que quieras, pero yo no te lo voy a pagar!", festeja el recuerdo y sigue: "Por suerte terminé el secundario y enseguida empecé a trabajar para poder pagarlos. Empecé y no paré. ¡Y pienso seguir!".

Mercedes estudia Diseño en la UNLa y el domingo pasado se convirtió en Miss Tattoo. (@miss.kroenen)

—¿Cuál fue tu primer tatuaje?

—Me hice una calavera de perfil, muy chiquita y con una alita. Era muy bonito ese tatuaje, pero ya se perdió entre los demás porque cuando fui creciendo me di cuenta de que los tattoos que tenía eran como stickers y no me copó mucho tener esa onda, por eso decidí tatuarme diseños similares a cuadros, que sean una composición. Buscando eso empecé a tatuarme con Martín que me hacía diseños copados. Con él me hice el segundo: una calavera en el brazo izquierdo y, como de chiquita siempre me gustaron los autos, le pedí que diseñe una calavera, que me fascinan, y dos pistones cruzados en lugar de huesos.

Ese fue el inicio a un nuevo estilo: el tatuaje artístico, del que no hay retorno, dicen. "Hoy tengo tatuados los dos brazos, la espalda, el pecho, parte de la panza y las piernas. Ahí tengo dos covers grandes que también los hizo Martín. ¡Pobre hombre! ¡Le tengo que hacer un monumento porque me tapó tatuajes que estaban muy mal hechos!", reflexiona sobre el hombre cuyo trabajo, diseños y prolijidad la convenció para no volver a pasar por otro estudio.

Si bien Mercedes tiene la mayor parte de su cuerpo con tinta aún le quedan zonas que no están tatuadas: "Si me pongo una camisa y un pantalón no se ve un solo tatuaje porque en el cuello y en las manos no tengo, en los pies tampoco y en la cara menos. Bueno, ¡por ahora no tengo!", asegura entre risas.

De esa manera, Merce, como le dice su familia, fue haciéndose el camino que el último domingo la consagró como la mujer con los mejores tatuajes de la exposición. Ella los luce feliz junto a su estilo gótico.

“Si me pongo una camisa y un pantalón no se ve un solo tatuaje”. (@miss.kroenen)

Al recordar el momento de la elección confesó: "Llegué pensando que habría un jurado, en realidad no sabía cómo era todo porque nunca había ido a la expo porque, si bien amo los tatuajes, no me gusta andar entre el tumulto de gente. Así que ésta fue la primera vez que fui a la Tattoo Show ¡y encima como candidata! Fue muy intenso porque cuando me enteré de que la votación dependía del público me quería matar. No soy vergonzosa, pero bueno… ¡Ya estaba ahí!".

El certamen reunió a las 10 seleccionadas, todas se ubicaron en una hilera y a medida que las nombraban pasaban al frente para mostrar sus diseños y el público se encargó de votar según la intensidad de sus aplausos. "Quedamos cuatro, después dos y entre esa chica y yo definieron, y quedé. Estaba muy feliz y encima Lourdes, que de verdad fue mi Bandana favorita y que la amé siempre, me entregó un ramo de flores y la Miss Tattoo de Brasil, el premio".

Mercedes ama dibujar, hacer diseños y anhela trabajar de eso. Por el momento su empleo es de dos días en la semana en un comercio como vendedora, por lo que aprovecha el tiempo para dedicarse de lleno a la carrera que eligió.

"Estoy a full en la universidad, metiendo todas las materias y pronta a arrancar el tercer año. Quiero trabajar de esto. Es mi deseo trabajar de lo que amo y me apasiona", asegura y confiesa que pese a amar los tatuajes y el diseño no se imagina uniendo sus pasiones del otro lado de la tinta, como lo hace su ídola, Kat Von D.

Mercedes posa junto a Martín, el artista que la tatúa. (@miss.kroenen)

"Hice un curso para tatuar, pero no tengo paciencia con la gente. Ese es mi gran problema", admite mientras ríe.

"Hablo con muchos tatuadores de la galería y me cuentan cada historia… Gente que se desmaya, que se siente mal o que no aguanta el dolor y piden que paren un tatuaje. ¡No! ¡No! ¡No estoy preparada para eso!", reconoce.

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