A Alan Faena no le caben las historias mínimas. Todo en él fue grandioso. Se convirtió – tal vez sin buscarlo, pero estando en el lugar correcto- en el argentino más importante y respetado del mundo en una trilogía empresaria difícil: la hotelería, el real estate y el arte. Una comunión única que sólo Faena supo reunir, crear y desarrollar primero en Buenos Aires, en Punta el Este, Uruguay y luego lo amplió a Miami, en Estados Unidos.
Pero no siempre vino de allí y tampoco fue de un día para el otro. Fue una evolución. Alan claramente siempre fue un innovador, un distinto, uno de esos que siempre está un paso adelante de las cosas. Y será por eso que él sabe definirse a sí mismo con extrema claridad : "Vengo del mundo de la creación y todo lo que tengo es por obra de mi propia creación". Hoy, su apellido es sinónimo de lujo, de buen gusto, de glamour y estilo. Al respecto, la revista "Elle Deco", una de las más importantes del mundo, lo eligió como protagonista excluyente de su portada de la reciente edición de diciembre bajo el título "La fabulosa vida del señor Faena". Allí, abre y muestra las puertas de su imponente mansión en Miami, y agregó una deliciosa conversación con el escritor y director de cine franco-chileno, Alejandro Jodorowsky.
Aquí y ahora, en una entrevista exclusiva desde Miami con Infobae, Faena contó los detalles del libro que saldrá a la venta en febrero próximo y que cuenta y muestra su vida, bajo el título "Alan Faena: Alchemy & Creative Collaboration. Architecture, Design, Art". Además, habló sobre el gran éxito que tuvo el Festival Faena "This Is Not America" y reveló cómo piensa a la hora de crear.
-¿De qué se trató el Festival Faena "This Is Not America", que se relaciona con la multiplicidad de comunidades y culturas de América, y que fue pensado e ideado para el público en general y no sólo para expertos en arte?
-En Miami, la semana de Art Basel es muy interesante porque el mundo viene a sorprenderse, a experimentar arte y experiencias. La idea que tuve, y que fue muy bien recibida, fue doblar la apuesta y generar este Festival que llamamos "This is not America", porque teníamos esta visión de ser una de las pocas compañías que llegaron del sur al norte, con un punto de vista y con una voz fuerte, y que cada año la vamos haciendo más sólida.
Quise generar la idea de que América somos todos, del sur al norte, y no nada más una América parcial. Entonces, trabajando con distintos artistas – algunos de Argentina como Luna Paiva, muchos americanos, algunos europeos, muchas performances, muchas instalaciones en el teatro o trabajando con buques, por ejemplo -fuimos dando esta idea de poder expresarnos, que es lo que para nosotros es América: esta unión y esta colaboración mucho más grande que todo América.
Ese fue nuestro lema del Festival y pienso que fue muy bien recibido. Aparte, fue doblar la apuesta a lo que la gente venía a hacer acá; porque vienen a ver la feria, a comprar y a consumir. Nosotros lo hicimos abierto al público, gratis y en lugares abiertos. Teníamos miles de personas que venían, así que tuvo un gran impacto porque, en un momento donde la gente viene a ver ferias, nosotros dimos arte, cultura, música, charlas, cine y performances, así que teníamos una visión grande del Festival.
Siempre digo que hay que tratar de romper esa visión elitista del arte, que todo el mundo tenga acceso, que la gente lo pueda disfrutar y, ante todo, vivir experiencias que es lo que hago con los edificios: dar experiencias y elevar el instante de la gente que viene a pasar unos días dentro del Hotel Faena. Es una propuesta holística integral en donde, a través de muchas artes, logramos que la gente después de dos o tres días dentro de la casa elevamos su instante, y queremos que se vayan siendo mejores.
– Su apellido es sinónimo de arte, ya que es un gran coleccionista, no solo de las obras que adquiere para sus hoteles, sino también para sus casas. ¿Cómo elige los objetos y las obras? ¿En qué se fija?
-Me fijo en lo que me gusta, en lo que me genera emoción. Las obras que tengo en mi casa tienen que ver, no tanto con el nombre de quién las hizo, sino con cosas que me generan emoción… ni más ni menos. Puede haber una obra que me guste y, si encima es de un buen artista, mejor. Pero no me fijo en el nombre para comprar obras.
– ¿Qué recomendación podría darle a una persona que quiere empezar a coleccionar pero con un presupuesto limitado?
-Nunca doy recomendaciones, pero la única que podría dar es que uno tiene que hacer lo que le emocione y le guste a todos los sentidos. Desde el punto de vista de la realización y de las cosas que quiere obtener o comprar para que sean parte de su futura realización. Esto es muy individual y creo que realmente uno tiene que hacer lo que el corazón le dice.
– Se acaba de publicar un libro que cuenta su vida "Alan Faena: Alchemy & Creative Collaboration. Architecture, Design, Art", ¿qué va a encontrar allí el lector?
-Lo sacó Rizzoli, una editorial ítalo-americana que es una de las más tradicionales. El libro está saliendo a la venta en febrero, ellos decidieron hacerlo y es sobre mi vida: mi infancia, los años ´80 en Buenos Aires, Via Vai, el comienzo de la democracia, mi etapa en Uruguay, mi llegada a Puerto Madero, mi desembarco en Miami con toda esta transformación, la cultura en general y los distritos que hemos hecho en todos estos años, hasta hoy. Es un repaso de mi vida, la historia de Alan Faena.
– ¿Qué diferencias encuentra entre Buenos Aires y Miami a la hora de trabajar y de vivir? ¿Extraña Buenos Aires?
-Paso mucho tiempo fuera de Buenos Aires. Mi hijo Noah va al colegio aquí (se refiere a Miami) y tu hijo te marca donde estás. Vivo entre Miami y Nueva York. Voy bastante a Buenos Aires y extraño a mi familia, mis amigos, los afectos… La gente de Buenos Aires es muy especial y afectiva; es única en el mundo. Trabajar y realizar tus pensamientos: eso lo pude hacer en Buenos Aires, a pesar de que siempre es más difícil.
Argentina me permitió evolucionar mucho, quizás con más esfuerzo en algunas cosas y en otras menos, pero eso ya depende más de uno. La visión, y muchas veces el lugar y las circunstancias, tienen mucho que ver. En Buenos Aires, pude desarrollar cosas que no existían y eso te da una posibilidad: el lugar y las circunstancias también tienen que ver con tu realización y tu creación.
-Siempre transformó a las industrias y a los sectores en los que decidió crear
-Nunca trabajé por el tema de trabajar: siempre fui creando y mis creaciones después se hicieron negocios y empresas. Vengo del mundo de la creación y todo lo que tengo es por mi propia creación.
-¿Cómo es un día en la vida de Alan Faena?
-Todos los días me levanto al amanecer. Voy cambiando según las etapas, esta es mi etapa actual. Me gusta hacer mis concentraciones a la mañana. Me tomo mis mates y llevo a mi hijo al colegio. Hago mis ejercicios y después empiezo mi día.
Utilizo gran parte de las mañanas para estrategizar y pensar en cosas que quiero hacer, cómo las voy a hacer y, cuando las estoy haciendo, pensar en cómo hacerlas mejor. Pensar con quién me quiero juntar, con quién me quiero reunir. No soy de esas personas que necesitan sentarse a meditar para después volver a su vida.
Yo vivo mi vida de una manera más meditativa y llevo ese nivel de pensamiento, o de caminar a mi pensamiento, durante el día. Tengo una manera de vivir así. No creo en eso de tener una vida atolondrada y, después, sentarse a meditar para volver a la locura. Soy más de tener una vida más estable, desde el punto de vista de vivirla meditativamente.
-¿Se ocupa mucho de su mente y también de su cuerpo?
-Para mí es clave que el cuerpo acompañe a mi mente. Mantengo el cuerpo afinado, como mantengo mi mente. Para lograr los objetivos, el cuerpo y la mente tienen que estar al mismo nivel de balance. El cuerpo es clave, como pensar y crear. No puedo crear si el cuerpo no me acompaña. Uno tiene que ir con lo otro, así que mi cuerpo y mi mente siempre van juntos. Entreno mucho para eso, le dedico tiempo para poder lograr ese equilibrio.
-¿En qué cree y a qué se aferra en momentos difíciles?
-Creo, siempre creí y sigo creyendo en mi instinto. Creo en mí, que es donde busco las respuestas a diario. Creo en mi instinto y ahí es adonde recurro. Cada día me doy más cuenta que las respuestas están en mí. Cada vez pregunto menos afuera.
–¿Cómo le gustaría ser recordado?
-Como alguien que caminó sus pensamientos creándolos, luchando por ellos y que siempre hizo y realizó lo que soñó. Y, a la vez, tener lindos sueños para ser realizados. Soñar lindos sueños, porque uno puede caminar su pensamiento pero, llegar a un lugar que cuando se llegó no es tan agradable como se pensaba, no va. Soñar sueños te lleva a un lugar mejor, es un camino personal para ser mejor.
El balance entre soñar lo que realmente te va a hacer sentir bien y después caminarlo, es un balance entre la mente y el cuerpo. Soy de los que piensan que uno no solo hace la obra, sino que la obra también lo hace a uno. A medida que tu obra crece con vos, creces con ella.
-¿Qué les desea a los argentinos para este 2019?
Les deseo que sean felices: cada día vale.