Los balances y la presión por alcanzar objetivos pueden tener efectos negativos en esta época del año. Reflexionar acerca de las metas cumplidas y la frustración por lo que aún no se hizo no hacen más que desencadenar cuadros de estrés que pueden terminar ocasionando problemas de salud en época de Fiestas.
No falta mucho para fin de año, época en la que se asoman síntomas típicos del estrés como el cansancio, ansiedad, malhumor, entre otros. "Cuando los problemas agobian, la tensión suele acumularse en algunas zonas del cuerpo, ocasionando contracturas musculares que, a su vez, provocan dolor, estimulan la irritabilidad y afectan nuestra postura", dijo a Infobae el quiropráctico Marcelo Barroso Griffiths (MN 9784)
El estrés es un problema muy común en las sociedades. La forma en la que el paciente lleva el estrés es importante en la evolución de cada caso.
Los balances de fin de año, los objetivos que quedaron sin cumplir y los deseos para un nuevo año contribuyen a que las personas estén sometidas a diferentes tipos de tensiones y de esa forma aparecen los problemas de salud debido al cúmulo de estímulos. "Tantas fuerzas externas terminan por vencer la capacidad de resistencia interna del cuerpo, generando toda una marea de síntomas y signos", advirtió el especialista.
Pero no es sólo físico el estímulo que lesiona, como un golpe o una caída, sino también puede ser químico y en el caso de las Fiestas con las comidas típicas las personas también deben tener cuidado. "Seguramente el sistema digestivo funcionará generando un trabajo excesivo, que determinará también tensión y puede ser un verdadero desastre", comentó el profesional.
Cómo iniciar un 2019 sin estrés
Para el quiropráctico, el estrés puede ser retirado de nuestra vida si cambiamos nuestra actitud, ya que no podemos mirar para atrás, ni tampoco saber el futuro. Lo que podemos hacer es vivir el día, pleno, con otra actitud, construyéndola para evitar los distintos tipos de estrés que afectan al organismo. Estos son:
Estrés químico: toxinas, fertilizantes, conservantes, medicamentos, vacunas, contaminación ambiental, intoxican e impiden el correcto funcionamiento del sistema nervioso.
Estrés físico: golpes, caídas, levantar incorrectamente peso, trabajar con malas posturas, mala posición al dormir.
Estrés emocional: problemas familiares y amistades, laborales, finanzas, falta de salud, fatiga crónica.
"Debemos enfocar el cuidado en mantener libre nuestro cuerpo de interferencias sobre el sistema nervioso ya que la principal base de la red se encuentra dentro de la columna vertebral y se llama médula espinal. Para el correcto funcionamiento del cuerpo, es fundamental que la comunicación cuerpo-cerebro esté libre de interferencias. No debemos olvidar que sólo un 10% de las terminaciones nerviosas generan señales de dolor. Por lo tanto es posible que nuestro cuerpo funcione por debajo del 100% de sus posibilidades sin que nosotros lo sepamos. Debemos evitar que la información se estanque", señaló Griffiths.
Además, para un año sin estrés, debe modificar poco a poco algunos factores de su estilo de vida y así construir su bienestar físico, emocional y espiritual. Algunos de los consejos son:
Beber agua: regenera el organismo, comer sano con una dieta rica en frutas y verduras. Tener cuidado con los productos lácteos y carnes rojas.
Hacer ejercicio: oxigena los tejidos y células, elimina las toxinas del organismo.
Descansar bien: dormir suficientes horas en una postura correcta, nunca dormir boca abajo.
Ser optimista: tener buen ánimo y reír son actitudes que nos ayudan a enfrentarnos mejor a la vida y a nuestros problemas.
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