Villa Ocampo, cómo es la histórica casona que recibió a los acompañantes de los líderes del G20

En el marco de la cumbre, recorrieron la residencia de Beccar que Victoria Ocampo supo convertir en un punto de encuentro entre culturas. Hoy funciona como Observatorio Unesco, y fue declarado Monumento Histórico Nacional. La razón por la que fue elegida para esta ocasión, y su extenso valor patrimonial

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El viernes 30 de noviembre, los acompañantes de los líderes mundiales que llegaron a Buenos Aires en el marco del G20 pasarán por Villa Ocampo (Elortondo 1837), la elegante casona que se erige en Beccar, partido de San Isidro, y que perteneció a la escritora argentina Victoria Ocampo. Allí, donde el pasado de una de las grandes precursoras del feminismo en el siglo XX se encuentra con un presente en plena revolución por la reivindicación femenina, pasearon, disfrutaron de un almuerzo de sabores nacionales de la mano de Francis Mallmann, y posaron para una foto oficial las parejas de los mandatarios.

"La residencia no fue elegida como lugar de encuentro para los acompañantes de los líderes del G20 sólo por su belleza, sino por lo que representan Victoria y su legado, en especial con relación al rol de la mujer", revelaron a Infobae voceros de Villa Ocampo, que hoy funciona como Observatorio de la Unesco.

Las primeras damas del G20,
Las primeras damas del G20, en las escalinatas de Villa Ocampo (Presidencia)

Es que la escritora fue una pionera, una mujer moderna. "Mi única ambición es llegar a escribir un día, más o menos bien, más o menos mal, pero como una mujer. (…) Pues entiendo que una mujer no puede aliviarse de sus sentimientos y pensamientos en un estilo masculino del mismo modo que no puede hablar con voz de hombre", escribió Victoria en una carta a su amiga Virginia Woolf.

Una clara evidencia de la avanzada forma de concebir al mundo de Victoria fue su rol como fundadora de la la mítica revista Sur. El objetivo de este emprendimiento era el de crear un espacio de profesionalización de jóvenes escritores. Colaboraron algunas de las mejores plumas de la época, como Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, José Ortega y Gasset, Ernesto Sabato, Federico García Lorca, Gabriel García Márquez, y Pablo Neruda.

La construcción de la residencia
La construcción de la residencia se llevó a cabo entre 1888 y 1891 (Fabio Grementieri)

"Villa Ocampo es el testimonio tangible de la cultura occidental de la época", explicó en diálogo con Infobae Fabio Grementieri, historiador y arquitecto especializado en conservación del patrimonio, además de vocal de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos. Es coautor de El caso Villa Ocampo (Yoeditor) junto a Nicolás Helft, director ejecutivo del Proyecto Villa Ocampo entre 2003 y 2014, que tuvo a su cargo la revitalización del sitio. "Es una síntesis de la Argentina, un testimonio sinigual que refleja su evolución. Una casa viva en la que Victoria desarrolló un diálogo entre disciplinas", coincidió Heft.

Un lujo sin ostentación y arquitectura ecléctica

La construcción de la residencia se llevó a cabo entre 1888 y 1891, y fue diseñada por el ingeniero civil Manuel Silvio Cecilio Ocampo. Había sido proyectada como una quinta de verano, y la casa combina elementos arquitectónicos italianos, ingleses, holandeses, y sigue los lineamientos de la arquitectura francesa, por lo que su estilo pertenece al movimiento arquitectónico del eclecticismo. "Es parte de la actitud argentina de agregar distintas inspiraciones europeas, con diferentes combinaciones estilísticas", afirmó el arquitecto Grementieri.

Sillas de mimbre en lo
Sillas de mimbre en lo que hoy es el restaurante de la casona (Fabio Grementieri)

Está compuesta por tres plantas -de 450 metros cuadrados cada una aproximadamente-, un sótano, una galería y un jardín de unos 10 mil metros cuadrados con una fuente central y un gazebo. Antes de ser loteado tras una sucesión, el parque tenía una extensión de 10 hectáreas y desembocaba en el Río de la Plata. Victoria Ocampo heredó la hectárea donde se alza la casa.

"La mezcla de lo valioso y lo rústico (…) constituía una manera de desorientar a las riquezas recién constituidas, a la chillona ostentación de los nuevos ricos, oponiéndole la tranquila seguridad de las familias antiguas, la posesión de objetos heredados que no menoscaban el contacto con otros meramente útiles. Era el tipo de elegancia que los ingleses llaman understatement, el hacer como sin querer", escribió sobre el lugar el sociólogo e historiador Juan José Sebreli en Victoria Ocampo, una mujer desdichada.

El living, tal como lo
El living, tal como lo decoró Victoria (Fabio Grementieri)

Es que esta casona, eje principal de su incansable mecenazgo y su imparable misión de apoyar las artes y reivindicar la importancia de la literatura de la época, resguarda una colección donde siglos dialogan en sintonía y donde dos modos de ver y entender el arte logran convivir en armonía. Cactus en el jardín, lámparas Bauhaus en el comedor, mesas minimalistas, un tapiz de Picasso, y bibliotecas blancas que forman parte de la cruzada modernista de Victoria contrastan y se fusionan con elementos del siglo anterior que destacan la huella patricia de la familia, como los retratos de los bisabuelos Ocampo, ejecutados por Prilidiano Pueyrredón.

Villa Ocampo, refugio de artistas

La importante fortuna que Victoria heredó la invirtió casi en su totalidad en mecenazgo, e incorporó en Villa Ocampo el concepto de una casa abierta al arte y a la cultura. Muchos intelectuales del siglo XX pasaron tiempo y se alojaron en esta casona de Beccar, como Graham Greene, Aldous Huxley, Le Corbusier e Igor Stravinsky. Albert Camus escribió: "Casa grande y agradable, en el estilo de Lo que el viento se llevó. Lujo grande y antiguo. Tengo ganas de acostarme allí y de dormir hasta el fin del mundo".

Indira Gandhi con Victoria Ocampo
Indira Gandhi con Victoria Ocampo en Villa Ocampo

Así, Villa Ocampo se convirtió en un documento del estilo de vida de la alta burguesía ilustrada de la Generación de los Ochenta, y la decisión de Victoria de donarla a la Unesco se origina en su amistad con el fundador y primer Director General Julian Huxley.

"Antes de morir, Victoria decidió donar su casa a la Unesco, pero con un un encargo, con una misión. Es una casa en la que trabajamos tanto el legado de Victoria Ocampo como los programas de la organización y sobre todo la vinculación entre los dos. Queremos que éste sea un sitio en el que se hablen los grandes temas de la humanidad", explicó a Infobae Frédéric Vacheron, representante de la Unesco y director del Programa Villa Ocampo. Esta residencia de Beccar, entonces, es hoy un símbolo perenne de su aporte, no sólo literario, sino cultural y social.

El Proyecto Villa Ocampo de la Unesco se puso en marcha en 2003. Desde entonces, con la colaboración del Estado argentino, de la Municipalidad de San Isidro, de la Asociación Amigos de Villa Ocampo y de muchos donantes y patrocinantes, y de las Naciones Unidas, se restauraron la casa, el jardín, el mobiliario, las colecciones de arte y fotografía y la Biblioteca, que alberga unos fondos de más de 11.000 libros.

"No solo estaba en ruinas la casa, sino que los libros estaban tirados en el piso, el jardín era una jungla… y había habido varios proyectos de restauración que fracasaron", recordó Heft sobre la situación con la que se encontró antes de comenzar con el proceso de puesta en valor. "Viajé a Francia, hablé con especialistas que me dieron sus recomendaciones, vi cómo habían puesto en valor monumentos similares, hablé con expertos de acá, y pusimos en marcha una metodología, cuya línea general era que la casa no debía estar al servicio de la contemplación ni aislada de todo, pero sí mantener su espíritu. Debía ser algo muy conectado con el mundo moderno, y no ser algo puramente nostálgico. Cuando traés el pasado al presente tenés que traer la emoción".

La casa combina elementos arquitectónicos
La casa combina elementos arquitectónicos italianos, ingleses, holandeses, y sigue los lineamientos de la arquitectura francesa

Este concepto se vincula con los Indicadores Unesco de cultura para el desarrollo. Manual metodológico, publicado en 2014 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, París, Francia: "Se ha de entender el patrimonio de tal manera que las memorias colectivas del pasado y las prácticas tradicionales, con sus funciones sociales y culturales, sean continuamente revisadas y actualizadas en el presente, para que cada sociedad pueda relacionarlos con los problemas actuales y mantener su sentido, su significado y su funcionamiento en el futuro".

Luego de la puesta en valor, el Observatorio se convirtió así en una caja de resonancia de lo que ocurre en la Argentina y en el mundo entero. "Nos interesa tocar temas que están muy fuertes en la agenda internacional", aseguró Vacheron. "Especialmente en temas en los que sabemos que Victoria hubiera querido posicionarse, y traer esos temas en la Argentina, que se reflexione y se genere un laboratorio de ideas"

Intelectuales del país y del planeta -como la primatóloga Jane Goodall, por ejemplo- son invitados para dar charlas y brindar talleres. También se realizan homenajes pero no para la mera contemplación del pasado, sino con el objetivo de analizar el presente por medio de la lupa de la memoria y de la historia. Temas relacionados a los derechos de la mujer, la destrucción de Palmira en el Medio Oriente o los horrores de Auschwitz formaron parte de los debates y las exposiciones que se llevaron a cabo en esta casona durante estos últimos años. El viernes, Villa Ocampo también, como otras partes de Buenos Aires, fue tomada por el G20, una apuesta sin dudas acertada, para visibilizar aún más una residencia histórica que no es un museo, sino una "casa viva".

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