En su oficina se erige un enorme piano de cola. Ambientado con su propio sello, el espacio de trabajo de Martín Roig es un reflejo claro de su estilo creativo, y de su pasión por el arte y la música, que se fusionan y se convierten inseparables en su espíritu. Recibe a Infobae vestido de negro, color que ya se convirtió en su emblema y del que no se despega.
Las ambientaciones que realiza son reconocidas en toda la región. Desde festejos de cumpleaños, reuniones multitudinarias, eventos y cenas, bodas y festejos únicos. No hay límites para el tipo de celebración que Roig está dispuesto a transformar en una ocasión con todas las letras. Por eso lo eligen desde Susana Giménez hasta la reina Máxima de Holanda.
-¿Cómo te definirías?
-Hace mucho tiempo que decidí no definirme, no me gustan las etiquetas, ni los carteles ni nada de eso. Soy un ambientador, que es de lo que trabajo y de lo que vivo. Soy músico, siempre hay un piano al lado mío. Acabo de grabar en el CCK un disco que se llama Piano argentino. Y también amo la docencia. Viajo por toda la región enseñando este oficio de armar eventos, armar fiestas y de generar el espacio para que otros instalen ahí un momento memorable como son las fiestas
-¿Qué pensás de la frase "sobre gustos no hay nada escrito"?
-Sobre gustos hay mucho escrito, ¡un montón! Y no vale esa frase. Hay gente con gusto horrible. No todos tenemos condiciones estéticas iguales y existen cosas que son feas, definitivamente feas. Hay vestidos feos, decoraciones feas, hay arquitectura fea. Después si a un tipo le gusta algo feo es otro tema, pero hay mucho escrito sobre gusto, sobre criterio, sobre estilo y hay estructuras que sostienen las cosas que son buenas y de calidad y de buen gusto.
-Te contratan personas que quieren organizar todo tipo de festejos…
-Todo. Yo genero las condiciones para armar una fiesta para que cada uno festeje lo que quiera. Yo me dedico puntualmente a la ambientación, decoración de evento. Es una disciplina escenográfica. Tenemos que armar una fiesta en 24 horas, desarmarla en 12 y la fiesta dura menos de todo eso.
-¿Te pasó de que alguien te consulte y vos elijas no hacer esa fiesta?
-Sí, me pasó de todo. Todo lo que se te ocurra me pasó. Tengo gente a la que le puedo sugerir otras ideas, tengo gente que esta abierta, tengo gente que quiere algo que cree que lo puede copiar de una foto o escucha a muchas personas que le dicen cosas. A todos nos pasa. Yo trato de desactivar. Cuando veo que no hay terreno como para que yo aporte algo bueno me corro. La verdad me pasó pocas veces, pero sí pasó.
-Cuando me decís "me pasó de todo", ¿qué es lo que contás en una sobremesa con amigos, esa anécdota que no puede faltar?
-Una vez en una boda había que cortar la torta y no encontraban a la novia por ningún lado. Mi secretaria me dice "no está la novia". "¿Cómo que no está?, le digo. "Yo la voy a encontrar". ¡La encontré atrás de un telón besándose al Disk Jockey! ¡Vestida de novia! Yo agarré y le dije: "Es la hora de la torta. Yo no soy el auditor de la gente. Las razones por las que uno se casa son muchas, puede ser el cierre de un gran negocio o conveniencia de dos familias, acuerdos. Hay millones de maneras. Hay de todo. Jamás juzgo a mi cliente. Le genero una buena fiesta, lo cuido.
-¿Qué es el lujo para vos?
-Hoy en día si le preguntan a cualquier millonario o a cualquier persona cuál sería el máximo lujo es disponer de tiempo, tener libertad. El lujo es ser libre para ponerte lo que quieras, para hacer lo que quieras, para pensar lo que quieras. Eso es el lujo. El lujo no es una cartera costosa. Esas son cosas muy lindas si podés tenerlas, pero el lujo está en la calidad de vida cotidiana y no en un objeto. Ésa es mi visión del lujo.
Yo no vendo insulina yo trabajo haciendo fiestas impresionantes y tengo claras las condiciones de mi oficio, yo se de qué se trata un buen evento bien decorado, lo tengo muy claro. Ahora, ¿sos más feliz en una fiesta en la que se gastaron 10 mil que en una en la que se gastaron mil? No necesariamente. O sea, la podés pasar bien en las dos porque la disposición a disfrutar de una fiesta no tiene que ver con el billete.
-¿Quiénes son tus clientes? ¿Puede venir cualquiera con un presupuesto acotado o sí o sí tiene que tener un presupuesto abierto?
-Acá entran las condiciones de negocio…
-¿Pero te encariñás con los clientes?
-Con todos. Yo no puedo trabajar con alguien con quien no conecte, o sea, no me tengo que hacer amigo de todos pero la verdad es que soy amigo de muchos y me encariño y me involucro mucho en cada evento. Yo puedo hacer fiestas con diferentes presupuestos. Actualmente estoy instalado en una franja del mercado que es una cuestión ya de la estructura del negocio. Cuando viajo y doy clase le explico a los alumnos como poder hacer para exprimir los recursos. Yo trabajo hace 22 años, hice todo… trabajo a la par de mi equipo.
-¿Cómo repercute la situación del país en la industria de la ambientación?
-Repercute en todos, en todas las personas, en todos los oficios, en todos los estados de ánimo. Yo trabajo en un oficio que está ligado al estado de ánimo de la gente y por supuesto hay gente que por ahí tiene menos ganas de festejar y no tiene que ver con su billetera. Porque quizás un empresario muy poderoso tuvo que despedir gente, o está pasándola mal con un gremio, o está sufriendo. Sí repercute.
SEGUÍ LEYENDO
Ramiro Arzuaga, los secretos del ambientador más chic de las bodas de los famosos
Gabi López, la diseñadora de interiores de las estrellas que creó un laboratorio de tendencias