Ricardo Piñeiro es un nombre que tiene su peso en el mundo de la moda. Durante los 90 fue el mayor representante de modelos del país y supo crear con su agencia un imperio con las mujeres más codiciadas de las pasarelas de la Argentina.
Hace seis años que le dijo adiós a su agencia. Cree que el mundo de la moda está en crisis y que en Argentina se ve muy expuesto. Durante una charla con Infobae, sin embargo, admitió que sus años como manager fueron increíbles: viajó por todo el mundo con sus modelos, y fue exitoso también en Europa.
Pero el universo fashionista ya no forma parte de sus días. Hoy le dedica la vida a sus perras -China, Amelie y María Jesús- a quienes llama sus hijas. Apasionado por la fotografía, Piñeiro presentó en el Taller de Rodríguez en Recoleta Fuego Sagrado, la segunda exposición fotográfica en homenaje a sus perras.
-¿Cómo empezó tu pasión por la fotografía de animales?
-Mis primeras fotos las hice en París como necesidad de inmortalizar momentos. Me compre una cámara analógica y la primera foto fue de dos perros: un sharpay y un boxer blanco. Fue de caradura, lo hacía por hobby. En la agencia yo trabajaba con el fotógrafo Gabriel Rocca y un día vio esas fotos y preguntó quién me las había hecho y le dije que yo, y su respuesta fue "vos tenés que exponerlas", y así fue como empecé.
-¿En qué año fue?
-En el 2000. Pero igualmente yo entiendo que hoy los perros están de moda para hacer fotografías y demás, pero lo mío es más una pasión y amor que otra cosa. Pero estas fotos son de hace casi 18 años y sigo haciendo ahora pero no con la cámara analógica sino con la digital, o con el teléfono ,que están muy buenas y van a hacer fotos color. Soy un apasionado.
-¿Y tu amor por los animales?
-Es una historia que viene de antes, es como un mandato familiar te diría. Siempre en casa había animales. Yo veía un perro en la calle, lo agarraba y me lo llevaba a casa. Incluso tuve un zorro hasta que desapareció.
-¿Por qué elegiste el blanco y negro?
-Porque me encanta el blanco y negro. Me parece que tiene magia y está bueno, te invita a soñar un poco. Y no es solo porque dicen que los perros ven en blanco y negro -cosa que yo no creo-. Con la agencia generalmente todos los books que yo hacía presentando a mis modelos eran en blanco y negro.
-¿Cómo describirías a China, Amelie y María Jesus?
-China es humana, China habla. Yo le pregunto cosas y ella habla. No lo podés creer, hace gestos y aparte es un problema porque tiene una obsesión conmigo. Amelie es pura ternura; es también muy dependiente, dulce y tierna. Y María Jesús es terrible y manipuladora, te diría hasta insoportable, porque es la más cachorra, y la diferencia (tienen 5 meses de diferencia con Amelie) es que Amelie se creó con perras grandes.
Son mi vida, yo vivo solo. Son las que me acompañan todos los días, las que viven conmigo, duermen conmigo, las que me esperan. Son muy perceptivos los perros. Además, hay algo muy interesante y no lo digo puntualmente por mí, pero los perros son sanadores, absorben toda la energía. Son hasta tan generosos que absorben la energía o la mala onda que puede llegar a tener el dueño, no por el dueño si no por energías malas que fue transitando ese día.
-¿Cómo es la convivencia entre ellas?
-Se llevan muy bien las tres. De hecho duermen juntas. Se le meten arriba de la panza a China y duermen ahí felices. Ahora no duermen conmigo porque hacen mucho lío, pero duermen al lado mío pegadas al lado de mi cama. Tienen unos almohadones grandes y de ahí miran. Pero no las dejo más que se suban conmigo a la cama porque se portaron muy mal, me comieron el colchón nuevo, y esa fue María Jesús que empezó a hacer un nido hasta que el nido rompió la sabana y el colchón. Pero igualmente son adorables.
-¿Es difícil la fotografía canina?
-Es dificilísima, porque los perros se mueven. Por ejemplo, una vez subí a mi Instagram una foto en la que están las tres. Para esa toma estuve una hora arrodillado. En un momento estaban las tres quietas mirándome. Hice click y saqué una foto espectacular. Ellas son muy fotogénicas y cuando les hago ruidos empiezan a mirarme. Me apasiona sacarles fotos. Hoy son mis musas.
-¿Aceptarías si te contratan para hacer books de perros?
-Lo de books no. No porque no me divierte, los perros son perros. No me divierten ni las caritas ni la ropa, pero porque ellos ya tienen su pelo y no va la moda de vestir al perro. Para fortalecer el vínculo con ellos, yo a veces duermo en el piso -no duermo, pero una siesta- en lugar de dormir en el colchón, me tiro en el piso con ellos. Entonces ellos me ven como un poco "padre-perro" y eso es lo que a mí me gusta. Porque es un vínculo muy fuerte y me encanta.
-Coleccionás estatuillas de animales, ¿verdad?
-Tengo una colección de 50 perritos de porcelana y generalmente son alemanes. Tengo dos mesas llenas, no los compro afuera, sino en remates, o tengo una amiga mía Marcela que es pintora y me regaló varios de la colección. Me encantan, tengo dos mesas inglesas llenas de perritos.
Fotos: Manuel Cortina
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