Existen una infinidad de movimientos caritativos independientes que en el anonimato, y sin otra necesidad más que colaborar con aquellos que lo necesitan, se mueven de manera incansable y a diario gracias al amor y con objetivos solidarios. Y es que la solidaridad es algo difícil de explicar.
En este camino de búsqueda de personas que llevan adelante proyectos solidarios, la Fundación Avon realizó su onceava entrega del premio a la mujer solidaria, que busca reconocer a mujeres líderes sociales que emprenden proyectos para mejorar sus comunidades. Empoderadas, unidas y creativas, 5 proyectos fueron seleccionados entre más de 1000 (mil) de distintas localidades del país.
En este contexto, Infobae estuvo presente en la premiación y dialogó con las ganadoras. El premio era de $200.000 para la ejecución de cada proyecto ganado. Ellas son:
1- Myriam Susana Reynoso (La Cortadera, Córdoba)
Trabajadora campesina y líder del paraje rural llamado La Cortadera, en Córdoba fue impulsora de la elaboración de quesos y dulces como salida laboral. "Decimos que somos del campo olvidado, los invisibles porque nadie llega a este paraje, si no nos preocupamos las familias que quedamos, nadie se va a preocupar", comentó Reynoso a Infobae. Y es que hace 15 años que se dedica junto con las 45 familias del paraje a sacar adelante a la comunidad y poder proyectar un futuro en los más chicos.
De eso modo Myriam se formó como promotora de salud, para colaborar con la salud de su comunidad y se convirtió en una referente local del Movimiento Campesino. Y es que ella fue impulsora de la creación de la escuela campesina de La Cortadera en el año 2011 (que sigue con sus puertas abiertas hoy) de violencias y adicciones. Luego de superar a los 30 años un fuerte cáncer, decidió replantearse sus objetivos y enfocarse en el trabajo social.
Su proyecto: Mujeres campesinas que buscan vivir de su trabajo cotidiano y de la producción derivada de la leche de cabra
El proyecto busca mejorar las condiciones de vida de las mujeres campesinas de la región cordobesa de Trasluciera, revalorizando su rol como productoras caprinas y como maestras queseras y dulceras. "Este premio nos sirve para poder crear una insfrastructura, ya que estamos todas separadas haciendo los productos", comentó Reynoso.
De ese modo, el premio servirá para mejorar la infraestructura de la elaboración de sus productos, pero sobre todo de fortalecer un espacio de trabajo comunitario que promueve su participación social, política y económica, así como la igualdad de oportunidades.
2- María Magdalena Díaz Pantoja (La Plata)
María tiene 38 años y llegó a la Argentina hace más de una década. Mientras trabajaba para enviar ayuda a su familia en Perú, estudió para ser enfermera hasta que en el 2016 el panorama cambió por completo debido a las inundaciones en La Plata.
Empezó con el comedor en su casa al ver los destrozos de las inundaciones en su barrio Altos de San Lorenzo, La Plata. Con el tiempo, esa aventura solidaria fue tomando otra dimensión y se transformó en un compromiso diario de mejorar la calidad de vida de los vecinos y vecinas de su barrio. Hoy hace 5 años que está el comedor: "El primer año fue por deporte, el segundo salí a tocar puertas para pedir ayuda, el tercero tomé decisiones y hace dos años que es por amor", comentó Díaz Pantoja.
Comedor Merendero "Todos por una Sonrisa"
El Comedor "Todos por una Sonrisa" nace en el 2013 luego de las inundaciones en La Plata y se convirtió en un espacio esencial para las mujeres y niños de la comunidad, brindando tanto comidas como acompañamiento y contención a 300 personas. Para continuar fortaleciendo su trabajo, hoy necesitan acondicionar su espacio de trabajo y comprar un vehículo que les permita recolectar las donaciones que reciben de comercios e individuos voluntarios.
"El desafío más grande es el de romper con los estereotipos de que a las personas se les da de comer por asistencialismo y listo,esto es algo mucho más grande y ojalá que podamos contagiar y salir adelante con este premio", concluyó la ganadora Díaz Pantoja.
3- Mariana Bergman (Neuquén)
Mariana tiene 39 años, es psicopedagoga y tanto en su trabajo como en sus actividades voluntarias trabaja de cerca con jóvenes, niños y niñas y familias. Desde 2016, coordina el dispositivo AYUN de la Organización PENSAR, que está enfocado en el fortalecimiento de vínculos familiares, fundamentalmente entre madres y niños trabajando desde un dispositivo lúdico el apoyo en la crianza, propiciando el apego saludable.
"Cuando comenzamos con estos encuentros nos dimos cuenta que había muchas madres que no salían de sus casas ni a nadie que las escuchara, venir a dejar a los chicos era una excusa para salir. Nos dimos cuenta que era necesario un espacio de contención para estas madres", comentó a Infobae Bergman.
Soles de esperanza
El proyecto que propone a las madres para la construcción de secaderos solares para la obtención de productos vegetales comestibles e insecticidas para usos doméstico y en la huerta. Dicha actividad, ha tenido el fin de trabajar la problemática de alimentación saludable y de propiciar una salida laboral para los jóvenes que no están escolarizados, comercializando los excedentes producidos. La actividad será liderada por el grupo de madres del Dispositivo AYÜN.
"Con este premio queremos también capacitar a las madres y no preocuparnos por tocar las puertas en busca de monedas o distintas necesidades, sino hacer lo que hay que hacer", concluyó Bergman.
4- Paulina Esther Oviedo (Bosques, Buenos Aires)
La Hermana Paulina tiene 59 años y es trabajadora social. De hecho, se dedicó toda su vida al servicio de otros. Desde el 2002, coordina el Hogar de Tránsito Nuestra Señora del Milagro, acompañando a mujeres, niños y niñas en situación de violencia.
"Nosotros brindamos contención a las mujeres que vivieron una situación de violencia, también nos aseguramos de que vuelvan a recuperar la confianza y que se animen a salir adelante, ya que muchas veces soportan situaciones de violencia porque sienten que no saben como sustentar a todos sus hijos, es muy importante la prevención y la educación de los valores contra la violencia", dijo Oviedo.
Su proyecto: Hogar de Tránsito Nuestra Señora del Milagro
El Hogar tiene como finalidad resguardar transitoriamente a mujeres en situación de violencia con sus hijos e hijas, otorgándoles un lugar y contención hasta que se encuentren en condiciones de enfrentar una nueva vida.
Se acompaña a las mujeres, a fin de que ellas puedan utilizar los recursos con que cuentan (humanos, relacionales, de resistencia, creativos, espirituales) para ponerse de pie y afrontar su vida de una manera nueva, siendo capaces de valorarse y poner límites frente a hechos abusivos de parte de los demás y frente a sus hijos e hijas.
5-Lucila Decoud (San Miguel, Buenos Aires)
Lucila es Licenciada en Economía y estudiante de la Maestría en Economía Social. Desde el año 2011, colabora con la Organización sin fines de lucro "Nuestras Huellas", enfocándose en el desarrollo territorial de la organización. Su sueño es lograr un mundo justo y equitativo con igualdad de oportunidades para todos.
Su proyecto: Embajadoras Sociales
"Nuestras Huellas" es una organización que implementa un programa de Bancos Comunales con mujeres emprendedoras en barrios vulnerados del Gran Buenos Aires. Un Banco Comunal es una organización barrial autogestiva, donde cada emprendedora integrante del grupo recibe un crédito individual para su emprendimiento o vivienda.
"Promovemos distintos valores pero por sobre todo, la confianza. Nosotras confiamos en que cada una de las emprendedoras puede realizar sus sueños y por eso les brindamos apoyo económico", describió Decoud.
El proyecto "Embajadoras Sociales" busca reforzar los vínculos y la solidaridad de esta red comunitaria, fomentando el apoyo de emprendedoras con mayor experiencia hacia aquella con menor experiencia. Este proyecto busca empoderar a mujeres y ponerlas en el centro, siendo ellas el canal a través del cual se imparte conocimiento y experiencia.
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