Solo unos pocos días atrás, la piloto colombiana Tatiana Calderón entró en los libros de historia del automovilismo tras pilotar un Fórmula 1 y realizar 23 giros en el Sauber C37 en el Autódromo Hermanos Rodríguez de México. "Cuando aceleré me sentí en una montaña rusa que se dirigía hacia el vacío", aseguró todavía emocionada la joven de 25 años en diálogo con Infobae.
Recién aterrizada en Madrid, donde reside hace ya ocho años, y conmovida por el memorable suceso, recordó sus primeros pasos en la industria automovilística, las piedras en su camino y los esfuerzos que la convirtieron en una deportista exitosa.
"Creo que los límites no existen. Si uno quiere algo y se mentaliza para lograrlo trabajando duro, las cosas siempre llegan. Invitaría a las mujeres del mundo a romper con estereotipos, a dejar todos esos miedos atrás y a soñar en grande", aseguró.
Calderón, que ocupa el décimo lugar en la historia de mujeres que manejaron un coche de estos, siguió al pie de la letra las instrucciones que le daban los ingenieros del equipo Alfa Romeo Sauber con Xevi Pujolar a la cabeza y sorprendió a todos con los resultados. Sin embargo, la oriunda de Bogotá, ya había sido reconocida por ser la primera mujer sudamericana en formar parte de los pilotos de la máxima categoría, cuando en el mes de marzo anunció su incorporación a la escudería Sauber.
Una mujer en un lugar de hombres
Calderón es la décima mujer en la Fórmula Uno, entre las que destaca la italiana Lella Lombardi, quien hasta la fecha es la única que ha conseguido puntos en la 'Gran Carpa', en el Gran Premio de España de 1975, hecho que buscará igualar o incluso mejorar la colombiana.
Para "Tati" cuando uno encuentra una pasión debe trabajar duro para que las recompensas lleguen en grande. Su objetivo es seguir demostrando que en el deporte las mujeres no están en desventaja física con los hombres.
Además, admitió que se siente más cómoda en un auto de F1 en comparación con el GP3 o F2 en cuanto al confort y la forma en que "encaja" en el asiento. Y precisó que el automovilismo se caracteriza porque compiten solamente hombres, pero "es uno de los pocos deportes donde podemos competir mano a mano y tener la chance de demostrarle al mundo que nosotras también podemos hacerlo".
Acompañada, como de costumbre, por su familia incondicional; sus padres, su hermana mayor y manager, y su hermano menor, la joven demostró estar a la altura. Su sueño indiscutible es competir de tiempo completo en F1: "Hace mas de 40 años que no hay una mujer". Además de correr con éxito una carrera de GP3 Series en Abu Dabi en noviembre, su objetivo para el próximo año es llegar a la F2 y marcar un antes y un después en la historia.
"En los últimos años se han visto grandes cambios en lo que respecta a la mujer en la industria automovilística. De a poco nos ganamos nuestro lugar en los puestos más altos de la industria como pilotos e ingenieras mecánicas, hasta jefes de equipo. Estamos atravesando un maravilloso momento del empoderamiento de la mujer", reveló orgullosa.
Sin embargo, consultada por las experiencias difíciles que le tocaron vivir en su camino de formación profesional, Tati recordó cuando llegado su primer Nacional los padres de niños competidores se molestaban porque una mujer batía los records. "Si esta 'mechudita' les gana les compro pelucas a todos", solían decirle a sus hijos los padres en modo de burla. Lo que no sabían era que esa niña, con su trabajo y humildad, iba a hacer historia en el mundo del automovilismo.
Un sueño hecho realidad
Como gran amante de los deportes, en especial del tenis, el golf y el fútbol, desde pequeña Tatiana demostraba una fascinación por el manejo en la falda de su padre, y cuando podía, pedía prestada una moto Yamaha Pw 50 a su hermana mayor Paula, quizás la responsable de que se iniciara en este camino.
La mayor de tres hermanos fue quien provocó que la joven se viera atrapada por la pasión por los autos desde una edad muy temprana. Ella, fanática también de los autos, la invitó por primera vez a una pista de alquiler de kartings cuando tenía solo nueve años. "Compramos un turno de cinco minutos, y listo, ese fue el comienzo de una vida de sueños donde esos minutos bastaron para enamorarme", recordó.
Casi como una necesidad, todos los días a la salida del colegio asistían a los campeonatos del Kartódromo Juan Pablo Montoya, en Colombia, donde ganar y humillar a los contrincantes, sea cual sea su género, se volvía moneda corriente. Hasta que un día la gente de la pista que la observaba le sugirió probar un karting profesional.
Ahora Paula trabaja como su manager y responsable de comunicación de su hermana. Juntas comparten la pasión por los autos, la adrenalina y el deporte. "Ella también corrió hasta que se vino para Europa a acompañarme. No estaba planeado que fuera mi manager pero me llevé todo el presupuesto", contó entre risas la piloto.
Tatiana sobre su hermana y manager: “A veces me gustaría que sea solo mi hermana por un rato. Luego pienso que no existe mejor sensación que la de sentir que ella siempre va a querer lo mejor para mí”.
Por su parte, la mayor sostuvo en diálogo con Infobae: "Creo que soy muy afortunada de poder ayudarla a cumplir un sueño que desde pequeñas tuvimos las dos. Tengo una profunda pasión por el automovilismo, corrí muchos años, me encanta el marketing, la publicidad y lo que hago con mi hermana es la combinación perfecta".
Sin duda se trató de uno de los retos más importantes de su carrera profesional. "Ha sido de verdad increíble, -agregó-mejor que lo que alguna vez imaginé. Llevo mucho tiempo soñando con este momento".
Sin embargo, no tuvo problemas y demostró que el trabajo previo le permitió estar lista para este tipo de exigencia física. La idea de esta prueba era que la corredora gane confianza y poco a poco mejorara sus tiempos. Pero dejó boca abiertos a todos los presentes cuando empezó a lograr registros más rápidos que los de Fernando Alonso y Sergio Pérez en la carrera.
La experiencia de Calderón en México marcó un antes y un después en su carrera como piloto, porque ha recibido la oportunidad de manejar un auto de primera, lo hizo con maestría y, según los ingenieros de Sauber, si se entrena de manera regular con una máquina como la que usó ayer mejorará mucho."Ahora que ha pasado este día ya no quiero volver a mi GP3. Ojalá pueda seguir rompiendo barreras y alcanzar mi sueños", concluyó.
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