Sin dudas, el máximo anhelo de quien se dedica a estudiar el cosmos será llegar a hacerlo en la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, más conocida como NASA (por sus siglas en inglés). Es que desde su fundación en 1958, por allí pasan las principales investigaciones aeronáuticas y aeroespaciales.
Claro está que para convertirse en científico la curiosidad debe ser condición excluyente. Sólo quien se inquiete por el origen de todo lo que lo rodea podrá llegar lejos en ese campo.
Cuando Yamila Miguel decidió estudiar astronomía, seguramente no imaginaba lo que el destino tenía deparado para ella. O sí. Porque dicen que a la suerte hay que ayudarla, y ella puso todo de sí para estar donde está: forma parte de la misión Juno en la NASA, diseñada para develar los más profundos secretos de Júpiter y es profesora en la Universidad de Leiden en Holanda, donde además continúa sus estudios sobre exoplanetas, para obtener una mejor comprensión de sus orígenes.
Como parte del equipo científico, Yamila utiliza los datos enviados por Juno para estudiar la estructura interna de Júpiter y acercarse un poco más a conocer sus orígenes
"Yo llegué hasta acá porque estudié un montón; me formé en la educación pública desde jardín de infantes hasta mi doctorado -comenzó a contar Yamila a Infobae-. Mi mamá fue madre soltera hasta mis diez años y cuando se casó con quien yo digo que es mi papá siempre me apoyaron y me motivaron a que estudie lo que quisiera, por eso siempre insisto en que un poco si llegué hasta donde estoy es por ellos".
Obtuvo su licenciatura en Astronomía en 2007 en la Universidad Nacional de La Plata y se doctoró en 2011, como becaria del Conicet. De 2011 a 2014 hizo un postdoctorado en el instituto Max Planck de Astronomía en Alemania, y entre 2015 y 2017 trabajó en el Observatorio de la Costa Azul, primero con una beca postdoctoral Henri Poincaré y luego como becaria postdoctoral de la Agencia Nacional Espacial Francesa.
Hoy, a sus 37 años reconoce que, en el fondo, siempre supo que iba a ser científica. "Siempre fui muy curiosa, era insoportable con eso, tenía libros de preguntas y respuestas que leía todo el tiempo para saber cómo funcionaba todo", justificó acerca de por qué tenía tal certeza. "Siempre me llamaron más la atención las ciencias duras, pero no estaba decidida; me gustaba la genética, el clima, pasé por distintas etapas y me terminé decidiendo por la astronomía", confió.
-¿Por qué los exoplanetas? ¿Qué te intriga de ellos?
– De alguna manera si bien en astronomía todo está lejos y no es posible analizar un planeta en un laboratorio, siento que los exoplanetas (aquellos planetas o estrellas que pertenecen a otros sistemas diferentes al solar) son más palpables; es una especie de exploración que estamos haciendo para saber qué hay más allá.
Son todos tan diferentes y estamos encontrando cosas muy extrañas, es muy loco estudiarlos.
Cuando tuve la oportunidad de estudiar los planetas me di cuenta que sabemos muy poco
Hay planetas muy extraños, en el sistema solar son todos diferentes, y exoplanetas hay más de tres mil ya conocidos y la diversidad es increíble. Es imposible saber con qué te vas a encontrar cada vez que empezás a investigar.
-¿Cómo llegaste a la NASA?
– Me fui de la Argentina hace ocho años. Estaba haciendo dos doctorados y en Francia estudié atmósferas de exoplanetas y un profesor que tenía allí estaba trabajando en esta misión (Juno) y me ofreció trabajar con él.
Hay dos equipos uno de ingenieros y otro de científicos que tratamos de interpretar los datos que nos llegan. Puntualmente mi tarea es estudiar el interior de Júpiter, analizar datos y con eso hago modelos para saber cómo es la estructura interna, que aún no se conoce. Es como armar un rompecabezas.
Júpiter es el planeta más grande del sistema solar y debido a su tamaño es el que dominó el movimiento de todos los otros cuerpos del sistema. Sabemos que fue el primero en formarse y tiene adentro información de toda la nebulosa a partir de la que nació el sistema solar, por eso es clave lograr entenderlo.
Ser mujer en la NASA y una "vida paralela" como triatlonista
Para Yamila "es un tema complejo el de las mujeres y la ciencia". "En la Argentina hay más mujeres astrónomas que hombres, pero no ocurre en el resto del mundo", contó la joven científica, quien reconoció que fue recién al irse del país cuando se dio cuenta que "eso no es lo normal".
En la misión son sólo tres mujeres, entre cerca de 40 hombres que la integran, mientras que en la universidad holandesa son cuatro profesoras, en una planta de 30 docentes.
"Yo me crié sin ese problema, aunque creo que tiene que ver con la personalidad y la forma en que cada uno se toma las cosas; yo no tengo vergüenza de levantar la mano porque soy la única mujer y jamás esperé que me den mi lugar", aseguró Yamila. Y si bien reconoció que la situación en el mundo está cambiando, cree que "sigue siendo un problema". "Las mujeres que hacen el doctorado dejan la carrera de astronomía antes que los hombres", refirió.
En la Argentina hay más mujeres astrónomas que hombres, pero eso no ocurre en el resto del mundo
Entre planeta y planeta, la mujer, que tenía pocas obligaciones, hace tres años compite en triatlones. Es que a la natación, que había comenzado como un hobby en su niñez y adolescencia, ahora le sumó el running y el ciclismo y lo toma como un desafío personal.
Una entrevista telefónica le bastó a esta periodista para descubrir que Yamila es de esas personas que no se toman nada a la ligera (risas del otro lado del tubo cuando se le sugiere la cualidad). "El deporte es súper importante para mí, estoy ocho horas frente a una computadora y si no me muevo siento que no me funciona la cabeza, por eso hace un tiempo empecé a correr y recientemente agregué ciclismo -relató-. Termino muerta pero es un desafío personal para mí; me pongo metas para obligarme a entrenar".
"No siempre me resulta fácil seguir con el entrenamiento. Quizá tengo mil cosas que hacer, estoy cansada, o afuera llueve y hace frío, pero yo siempre tengo una competencia como meta, que además de ser divertido, ayuda a motivarme en esos días", agregó.
Casada con un argentino que estudia Ingeniería en Sistemas al que conoció en Japón en un viaje laboral, Yamila estuvo en el país con motivo de una nueva edición de TEDxRíodelaPlata, donde fue una de las oradoras, junto a otros 13 referentes de la ciencia, la educación, la cultura, la tecnología, el arte y el periodismo que se alternaron en el escenario para transmitir sus experiencias y pensamientos al público.
Este año, Más allá de nosotros, se realizó en el emblemático Teatro Colón de la ciudad Buenos Aires.
Paradójicamente Yamila no habló de exoplanetas. "Es poco tiempo el que se dispone para hablar y hay que focalizarse, por eso decidí ir por mi inspiración", confió la mujer, que buscó en su alocución "sacar a la gente de la vida cotidiana, más para inspirar y ayudar a darse cuenta que somos un puntito en el universo".
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