Si bien a menudo las parejas asumen saber de qué se trata, la monogamia exige una discusión más detallada sobre su significado. Lo que una vez se consideró un estándar incuestionable hoy comienza a desvanecerse con las llamadas "nuevas" monogamias.
Especialmente cuando se trata de asuntos sexuales, entre el público en general existen numerosas capas de suposiciones erróneas sobre lo que es "normal" o aceptable en la sociedad. Sin embargo, hay docenas -y tal vez cientos- de comportamientos sexuales que son comunes en la sociedad, pero que rara vez se discuten abiertamente.
Un estudio publicado en 2015 por el Journal of Sex Research encontró que las búsquedas en Internet de términos relacionados con el poliamor y las relaciones abiertas aumentaron durante los últimos diez años. En un estudio de seguimiento, el mismo grupo de investigadores descubrió que más de uno de cada cinco individuos estadounidenses se involucraron en una relación no monógama en algún momento de su vida, aproximadamente el 20% del público total de la región.
"Muchas son las veces en las que un miembro de una pareja, por los más diversos motivos, somáticos o psíquicos, está imposibilitado y dentro de la pareja se hace un pacto, no siempre muy explícito, pero acordado por ambos. Son monógamos pero respetan o aceptan la diferencia o la no exclusividad en el terreno de la sexualidad", enfatizó en diálogo con Infobae Rosalía Álvarez, psicoanalista y coordinadora del Departamento de Pareja y Familia de APA.
Los principales medios de comunicación de noticias, libros y películas han puesto de relieve el poliamor y otras formas de la no monogamia consensual o CNM, por sus siglas en inglés. Mientras tanto, la evidencia espera un crecimiento en el uso de las prácticas, ya que se demostró que las personas menores de 30 años están más abiertas a la CNM que los grupos de mayor edad.
¿Qué es la monogamia "normal"?
Se enseña que la monogamia es el estándar de oro y cualquier cosa que se desvíe de ella es totalmente errónea. La ironía aquí es que la mayoría de las parejas monógamas, sin embargo, no explicita lo que en realidad significa la monogamia para ellos, algo tan simple como "ser leal el uno al otro".
La monogamia se refiere a un modelo de relaciones afectivo-sexuales basado en un ideal de exclusividad sexual por un período de tiempo indefinido entre dos personas unidas por un vínculo.
Dentro de los matices que existen en las relaciones monógamas, en la monogamia consensual ambos socios están de acuerdo, abierta y honestamente, sobre mantener su relación monógama y poseen una definición mutua de lo que eso significa. Ambos miembros deben discutir y acordar lo que significa para ellos: por lo general, la intimidad sexual y emocional debe ser entre ellos y con nadie más.
Para Mariana Kersz, psicóloga especialista en terapia de parejas y sexóloga, la monogamia no es, ni tiene por qué ser el único comportamiento sexual "normal", ya que se trata de una arbitrariedad cultural. "El matrimonio como institución está cambiando, y, afortunadamente, está yendo hacia otro lugar. ¿Cuál? Eso todavía no lo sabemos".
Un nuevo paradigma de las relaciones
"Las parejas que no hablan acerca de la definición propia de monogamia lo hacen por temor. Sin embargo, hoy por hoy, las parejas están mucho más abiertas a este tipo de conversaciones, y de la misma manera que se delimitan otras cuestiones como pareja, se debería especificar qué tipo de acuerdo van a sostener", expresó en diálogo con Infobae Gabriela Rougier, psicóloga especialista en terapia de pareja.
Sin embargo, las actitudes respecto a la monogamia demuestran lentamente signos de cambio. Para una relación sexual y/o emocional abierta con los demás, el consentimiento mutuo de ambos socios es esencial. Aquí algunas parejas prefieren no saber sobre el comportamiento sexual de su pareja fuera de la relación y suelen tener una política de "no preguntar y no decir"; otros eligen saber, y muchos insisten en hacerlo. Las reglas son importantes. "Sólo de vacaciones" o "sólo con desconocidos", son algunas de las alternativas para las regulaciones.
Mientras que los encuentros y salidas "casuales" son bastante normales en el mundo de las citas actual, las relaciones abiertas y el poliamor siguen siendo controvertidos y difíciles de aceptar para la mayoría de la sociedad, aunque la generación millennial se pone al día con bastante rapidez.
Históricamente, la creencia alrededor de una pareja abierta a traer a otros para tener relaciones sexuales era que ése era el comienzo del fin de su relación. Los juicios sobre las relaciones abiertas están cambiando y múltiples relaciones, tanto homosexuales como heterosexuales, han demostrado tener contratos abiertos en torno al sexo y ser felices y exitosas.
Algunos elementos esenciales
Mantenerse fiel a lo establecido. Asumir que hay un contrato sobre la exclusividad sexual sin previamente consultarlo puede traer problemas en una relación. Cualquier pareja debe entender que, por sí solo, estar casado o en una relación no es suficiente para garantizar la monogamia. Cada individuo posee diferentes ideas sobre lo que significa estar en una relación y es vital para la pareja llegar a un acuerdo mutuo sobre un contrato que establezca su acuerdo sobre la monogamia o la no monogamia.
“La infidelidad implica una violación del acuerdo único y propio de cada pareja”, agregó Rougier.
Elisabeth Sheff, autora del libro The Polyamorists Next Door, y una de las principales expertas estadounidenses en poliamor, asegura que los libros y cursos psicológicos enseñan que todas las desviaciones de la monogamia son iguales. Todos los casos de no monogamia se tratan como violaciones de la confianza, evidencia de desequilibrios de poder y traumas que requieren un tratamiento intensivo.
Fidelidad emocional sin exclusividad sexual
En su libro The Male Couple , David P. McWhirter y Andrew M. Mattison aseguran que entre las parejas masculinas "la exclusividad sexual es poco frecuente, pero, sin embargo, las expectativas de fidelidad son altas". Para los autores, la fidelidad no se define en términos del comportamiento sexual, sino más bien por el compromiso emocional con el otro.
Más recientemente, en el 2010, investigadores de la Universidad Estatal de San Francisco publicaron un estudio que siguió con exhaustividad a 556 parejas de hombres durante tres años, donde el 45% de ellas admitió ser monógamos, el 47% tenía acuerdos abiertos y el 8% discrepaba, es decir, informaba diferentes entendimientos.
Algunas parejas, sin embargo, encuentran útil renegociar el "contrato". Una relación puede ser abierta o cerrada en diferentes momentos, sin reglas estrictas al respecto. Para eso, mantener un diálogo eficaz es la mejor opción para aquellas parejas que buscan garantizar la seguridad y la confianza.
Los celos, un infaltable en la escena amorosa
Ya sea que las parejas tengan relaciones cerradas o abiertas, los celos sienten la obligación de estar presentes, cualquiera sea la circunstancia. Resolver los problemas de esta famosa repuesta emocional, nuevamente, requiere de diálogo y seguridad entre los socios. Conocer de antemano los tipos de problemas que puede presentar una relación abierta puede ayudar a prevenir algunos de estos conflictos en primer lugar.
Podría pensarse que tener múltiples parejas románticas provocaría más celos que estar en una relación monógama. Pero según un estudio de 2017 publicado en la revista académica Perspectives on Psychological Science, ése no es necesariamente el caso. El estudio, que encuestó a 1507 personas en relaciones monógamas y 617 personas en relaciones consensuales no monógamas, descubrió que las personas en relaciones consensuales no monógamas, incluidas las que llevaban una vida poliamorosa, obtenían una puntuación inferior en celos y mayor confianza que las personas relaciones monógamas.
Las personas en relaciones monógamas demostraron tener más probabilidades de consultar los teléfonos de sus socios y revisar sus correos electrónicos, y aquellas en relaciones consensuales no monógamas manifestaron no ser habitués de esta práctica.
Uno de los coautores de la investigación y terapeuta de parejas asegura haber observado que las parejas monógamas evitaban abordar los celos por completo, mientras que las parejas consensuales no monógamas solían ser más expresivas con sus sentimientos. En las relaciones consensuales no monógamas se esperan los celos, pero se analizan los sentimientos a medida que surgen y se trabaja activamente para navegarlos de forma proactiva.
Si bien los expertos tienen esperanzas sobre el futuro de las investigaciones respecto de la CNM, reconocen que el tema aún enfrenta desafíos por el estigma y la falta de conciencia.
Y, sin embargo, si bien esos matrimonios requieren más tiempo y esfuerzo que la mayoría de las parejas casadas, generalmente esperan los resultados ideales y se sienten decepcionados cuando no se cumplen sus expectativas.
SEGUÍ LEYENDO: