El ex Convento Nuestra Señora de la Misericordia es una joya arquitectónica ubicada en pleno corazón del barrio de Devoto. En Pareja 3670, y ahora rebautizado como "Cassa Devoto", este edificio de más de 120 años, con 3.000 metros cuadrados que incluyen claustros y varios patios, se convirtió este año en la nueva sede de Casa FOA, la exposición de arquitectura, diseño interior, paisajismo e industria que abrió sus puertas el 21 de septiembre y podrá recorrerse hasta el 28 de octubre.
Diseñadores y arquitectos desplegaron toda su creatividad en esta edición número 35, que fue declarada de interés cultural de la Ciudad de Buenos Aires por la Legislatura Porteña. En el 2018, hay 44 espacios participantes.
Más allá de los patios y los rincones de descanso -que son varios en Cassa Devoto-, el recorrido se organiza en tres sectores: el primero cuenta con ambientaciones en espacios de amplias dimensiones donde se pueden ver temáticas domésticas más tradicionales para personas de mediana edad; el segundo sector propone ideas para familias jóvenes que buscan optimizar ambientes con escasos metros cuadrados; mientras que el tercer sector está destinado a los nuevos espacios de trabajo, sus funcionalidades y cómo influyen en el desempeño y el bienestar de las personas.
Networking y trabajo lúdico
"Hoy podés trabajar desde cualquier lugar. Podés estar acá, en el sillón, hablando por teléfono, o por este lado tener una reunión", explica a Infobae la diseñadora Mary Verellen, mientras señala detalles del Espacio 22 llamado "Oficina de Networking". "Hoy el ambiente laboral es más distendido, y eso es lo que queríamos reflejar en el diseño".
Esta propuesta está basada en el networking, tendencia en los espacios de trabajo, donde trabajar no tiene un espacio físico determinado. La tecnología, los soportes y las redes contribuyen a que uno pueda sentarse a generar contactos y contenido en cualquier lugar. Esta sinergia entre la tecnología y el diseño del entorno permite vincularse y dar
oportunidades a nuevas formas de trabajo.
Con tonos verdes azulados, un amplio sillón Badmington que gira 360 grados, paneles acústicos e inmensas bibliotecas que trepan por los altos muros del ex convento, se crea una especie de cápsula de concentración. Pero lo lúdico y creativo está en los objetos, con esculturas de plástico que simulan ser barquitos de papel, botellas y tazas de café, un teléfono vintage y adornos luminosos de hashtags.
"Este espacio está diseñado para trabajadores freelance; todos trabajan en distintos rubros pero en el mismo espacio para generar un encuentro. Se descontractura así el concepto de oficina", enfatiza Verellen.
En el Espacio 23 se alza lo que Casa FOA decidió llamar "Oficina Creativa". El minimalismo y el diseño industrial son los ejes fundamentales de esta creación. "Es un espacio donde uno puede sentirse cómodo a la hora de trabajar", afirma el arquitecto Nicolás Voiro. "No es la típica oficina. No es el típico escritorio donde uno se sienta a trabajar, sino que es un poco más lúdico, un poco más flexible, y eso potencia la creatividad en una persona".
El diseño elegido a primera vista parece frío, pero pronto la calidez se apodera de los detalles. "Mucha gente que estuvo pasando también lo comparó con un espacio de after office, por la mesa estilo industrial. Lo imaginaron como un lugar menos rígido, más distendido. Hay papel para dibujar y plasmar ideas, y objetos que contrastan en color amarillo".
"Quisimos enfatizar la altura que tiene este espacio con nuestra idea, como con el escritorio central y con estas dos bibliotecas. A su vez, usamos piso vinílico y lo usamos como una cinta tanto en las paredes como en el piso, y terminamos también utilizando elementos de iluminación que siguen con la idea de lo vertical", detalla el arquitecto.
Flexibilidad en la amplitud y comodidad en pocos metros cuadrados
"Este sería el auditorio de Casa FOA. Quisimos hacer un espacio colaborativo en donde la gente se encuentre, que pueda ser un bar y tener una reunión. Puede ser un lobby de un hotel, un espacio de reuniones descontracturado", describe a este medio la interiorista Magalí Muchnik, del Espacio 24 llamado "Espacio de uso flexible".
Almohadones, algunos amarillos, salpican cómodos sillones azules -un color que se vio mucho en ferias de diseño por el mundo, especialmente en Milán- y grises que se reparten en un amplio ambiente que antes funcionaba como capilla. La iluminación es amable, y la calidez la proporciona la madera en las paredes. Una pantalla de 100 pulgadas reina sobre una plataforma, también de madera, en la que destaca una biblioteca multifunción. El mobiliario es tan flexible como los usos de este espacio.
"Esto era la capilla, así que quisimos ser muy respetuosos: mantuvimos los vitraux, pintamos las paredes y el techo de blanco. El piso es original y es protagonista. La gama de colores la elegimos a partir de su diseño", aclara.
El "Hoffice" del Espacio 25 es futurista. Es un óvalo pleno de movimiento y flexible, en una caja arquitectónica de 4 x 3,5 metros, adaptable a las necesidades de emprendedores, por ejemplo, que instalan esta oficina en su propia casa, con poco metraje disponible. La automatización es aquí protagonista. Las paredes con estante se corren de un lugar para el otro – con control remoto- según lo que se requiera, como acceder a la mini cocina o bajar una de las sillas que se esconden en su interior.
Claudio Werthein, su arquitecto, muestra a Infobae la retroiluminación del espacio y explica el mecanismo de movimiento. En el medio, una mesa redonda y de vidrio optimiza el espacio a través de un sistema "de gajos", que permite que se desprendan secciones. La gama de colores es una explosión cítrica.
El círculo es movimiento y flexibilidad, y ese concepto se ve reflejado en su máximo esplendor en este pequeño Hoffice de Casa FOA.
Separados pero en equipo
Por otra parte, el Espacio 29 promueve la tendencia del coworking, es decir que plantea lugares pensados para que profesionales de distintas áreas puedan utilizarlos cuando necesitan un espacio privado, o de reunión, sin tener que hacer frente a los gastos de un estudio personal.
La arquitecta María Ponce Quintero explica a Infobae que "la idea es que este sea un espacio de aproximadamente seis personas. Hay tres espacios bien definidos: uno es individual, cada uno con su computadora, su escritorio; otro que es el de reuniones, que está aislado con paneles acústicos para privacidad; la tercera es la más lúdica, con la zona de guardado, asientos, cocina".
Sillones curvos, almohadones con puerto USB y puestos operativos de trabajo; sillas con percheros incorporados. Para el diseño, primero se basaron en el piso: "Nos encantó el piso original de la casa y no lo tocamos. Quisimos mantenerlo. Y entonces a partir de ahí buscamos colores que vibren y levanten, como el rojo. Por otro lado, los grises y los verdes, que dan cierta tranquilidad".
Es que el coworking promueve la inteligencia colectiva: compartir el espacio, aun cuando no se compartan las disciplinas, convirtiéndose así en un encuentro laboral enriquecedor que da lugar al debate y aumenta la concentración.
Información
Fechas: del 21 de septiembre al 28 de octubre de 2018
Lugar: Pareja 3670, Villa Devoto, Ciudad de Buenos Aires.
Días y Horarios: lunes a domingo de 12:00 a 20:00. Viernes 12:00 a 23:00. (Casa FOA Night: entrada 2×1 a partir de las 19:00)
Valor de entrada: $240 en boletería y se podrán adquirir entradas anticipadas a través de la página web de Casa FOA
SEGUÍ LEYENDO:
Espacios abiertos y funcionalidad: el departamento ideal para millennials, según Casa FOA
Casa FOA 2016, las últimas tendencias en arquitectura y diseño