Patricia Della Giovampaola deslumbra con sus ouftits de firmas internacionales y la última moda en cada evento al que acude. Distinguida y elegante, pasó años de su vida viviendo en el exterior. Y fue protagonista de The Wall Street Journal por ser la propietaria de un exclusivo condominio en una de las zonas más exclusivas de Miami.
La italiana oriunda de Montepulciano y su hermana Rosella crean un dúo fashionista al que cualquier fotógrafo muere por retratar luciendo alguno de sus glamorosos outfits. Oscar de la Renta, Valentino, Versace, Escada y Fendi son algunas de las firmas de lujo que acompañan a las distinguidas socialités.
Hoy Patricia está en pareja con el intelectual francés Jean-Paul Enthoven, con quien comparte su vida desde hace siete años, y pasan sus veranos en la hermosa Villa D'Arenberg en Punta del Este donde conoció a Rodrigo D'Arenberg, quien fue su marido hasta fallecer en 2007.
Junto a Enthoven, su nueva pareja, no solo disfrutan de los placeres de la costa esteña, sino también de los días cálidos de Estados Unidos, más precisamente en Miami, en el exclusivo barrio de la alta sociedad Bal Harbour. Allí la pareja multimillonaria adquirió en el 2014 un condominio en Oceana Bal Harbour.
Este peculiar complejo ofrece a cada propietario que adquiere alguna vivienda vistas sin obstáculos a las playas del sur de Florida, el océano Atlántico, la Bahía de Biscayne y lugares destacados de la ciudad como los Bal Harbour Shops.
Este lugar es sin dudas exclusivo. Quien quiera ser residente de las unidades que tiene la torre debe desembolsar entre 3,9 millones y 19,85 millones de dólares.
Quienes poseen algún condominio tienen la exclusividad de poder conocer los restaurantes y disfrutar de la mejor gastronomía de autor que ofrece Bal Harbour con precios elevados pero accesibles para los que vivan allí.
Della Giavompaola, al ser una de las afortunadas propietarias de un condominio, que, según una entrevista realizada por The Wall Street Journal, consta de dos ambientes, pudo conocer Ballerina, el restaurante exclusivo de la torre.
"Esta comida es muy buena, soy vegana, no tiene gluten y la gente siempre es muy amable", dijo Patricia della Giovampaola d'Arenberg a WSJ, declarándose habitué de ir a probar nuevos platos de la cuisine.
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