No es ninguna novedad que factores como la edad, la apariencia y el género influyen a la hora de elegir un futuro candidato. La experiencia y el conocimiento obtenido a través de los años son valorados, pero en algunos casos no son factores suficientes para reinsertarse en el mercado laboral. Y es que hoy los mayores de 50 años tienen dificultades para encontrar oportunidades laborales acorde a su edad, y en mayor medida, son excluidos de las búsquedas que ofrece el mercado.
Según un relevamiento de la Federación Argentina de Empresas de Trabajo Temporario (FAETT) los principales condicionantes de este diagnóstico radican en la falta de oportunidades dirigidas a este colectivo, y, a su vez, en la presencia de un mercado cada vez más exigente. Para el presidente de FAETT, Ricardo Wachowicz, "resulta necesario impulsar políticas que prioricen la inclusión", para contrarrestar una situación que no sólo expulsa a los candidatos considerados mayores sino también les exige cada vez más a los que permanecen en él.
Los más afectados
Para el 80% de los especialistas consultados, según los parámetros del mercado laboral las personas con más de 50 años son considerados mayores. En efecto, 6 de cada 10 profesionales de recursos humanos afirmaron que la edad es un factor determinante al momento de desvincular a una persona de una organización.
Los aspectos más valorados y las principales barreras
Al momento de destacar los aspectos más significativos por parte de este colectivo, 6 de cada 10 empresas de servicios eventuales señalaron a la experiencia laboral adquirida a través de los años como el atributo más valorado por el mercado, mientras que el 40% restante se inclinó por el nivel de compromiso. En contraposición, la dificultad para moldearse a nuevos escenarios laborales (80%) y la falta de manejo de herramientas informáticas (20%) se posicionan como las principales dificultades que presentan los adultos mayores al momento de su inserción en el mercado.
"La constante actualización tecnológica se convierte en un obstáculo para quien queda fuera del circuito laboral por varios meses y dificulta su inserción", explicó el presidente de la federación en relación a aquellos trabajadores que no logran adaptarse a la dinámica de las tecnologías actuales en los procesos de trabajo, aún cuando se trata de un sector de la población en edad de trabajar.
Según Wachowicz, "es necesario generar programas con incentivos para que las compañías contraten a los integrantes de este sector con el fin de vehiculizar la experiencia y el conocimiento adquirido a través de los años" que se ven limitados al momento de (re)insertarse en el mercado laboral. En ese sentido, propone que una de las acciones que las organizaciones pueden llevar a cabo es "emplear a los adultos mayores como coaching de los nuevos ingresos a través de un programa o participando de algún modelo de outplacement".
Cómo achicar las brechas de exclusión
Cuando se les consultó a los profesionales de qué manera se podría achicar la brecha de exclusión de este colectivo, el 60% indicó que si hubiera incentivos para las empresas, aumentarían las contrataciones dirigidas a este colectivo. Por su parte, un 20% señaló a las acciones en conjunción público-privado son fundamentales para subsanar esta problemática. Y el 20% restante opinó que las campañas para promover cambios en la cultura corporativa serían un incentivo para generar más concientización al interior de las organizaciones. Según el relevamiento realizado por FAETT, 7 de cada 10 empresas consideran que en la actualidad no hay políticas laborales de inclusión para este sector de la población.
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