Todavía no son muchos, pero empiezan a ser los favoritos de casi todas las edades. A contramano de una creencia generalizada, los millennials, lejos de ser resistidos, ganan cada vez más simpatizantes entre empleados de todas las generaciones para ocupar puestos que implican tener personas a cargo.
Según una encuesta llevada a cabo por la consultora especializada en reclutamiento de ejecutivos PageGroup a unos 4.000 empleados del sector privado, el 45% se manifestó a favor de ser liderado o tener un jefe de una nueva generación.
La encuesta se realizó en junio pasado a empleados de las más diversas industrias, jerarquías y edades. De allí se desprende que son los millennials aquellos entre quienes en mayor medida desean ser liderados por alguien de su misma generación: un 59% dijo que le gustaría tener un jefe menor a 35 años. En el caso de los de la generación X, un 35% preferiría a un millennial para que ejerza un cargo de liderazgo de su equipo.
En este contexto, Infobae consultó a Fernando Lelio Grosso, decano de la Facultad de Ciencias Empresariales de la UAI y especialista en temas de liderazgo y formación gerencial: "Más allá de muchos discursos de moda, los llamados millennials no tienen una cultura laboral demasiado distinta que los de otras generaciones".
Este fenómeno, que en principio podría resultar llamativo, está relacionado con la percepción que los empleados tienen sobre los millennials. Quienes hoy en día tienen por jefe a una persona de esta generación ponderan muy positivamente su experiencia. Entre los aspectos que más frecuentemente destacan se encuentran la posibilidad de contar con mayor autonomía (35%), la buena relación que llegan a desarrollar, de cercanía y complicidad (25%); y la flexibilidad laboral con que cuentan gracias a ellos (23%).
"Los millennials están demostrando tener una capacidad de liderazgo que hasta ahora no muchos les asignaban", comentó Martín Gerding de PageGroup y agregó que hoy "cambió el orden de prioridades para las virtudes que más se valoran en un jefe o potencial jefe; por ejemplo, hace un tiempo las características preferidas eran la honestidad y el renombre que tuviera esa persona dentro de la empresa, en cambio hoy en día importan más el trato que se espera recibir de ese jefe, y el vínculo que les gustaría forjar", analizó Gerding.
Y es que todavía distan de ser mayoría en los cargos de jefatura o gerencia. Según el relevamiento, las empresas cubren el 75% de las posiciones de mandos medios y altos con profesionales de entre 35 y 45 años. Sin embargo, el 45% de los encuestados considera a esta generación la más deseable para ocupar roles de liderazgo de equipo.
"A medida que los millennials van ocupando cargos de jefatura o gerenciales, muchas personas empiezan a notar que hay cuestiones de su forma de ser y pensar que comparten y que los hacen sentir más cómodos y eficaces en el trabajo", afirmó Gerding.
"El cambio generacional tiene que ver con una perspectiva sociocultural mucho más amplia: todo trabajador hoy en día -cualquiera sea su edad y sus condiciones ocupacionales-, demanda cosas elementales de su jefe para realmente respetarlo: conocimiento sobre la tarea y capacidad para hacer frente a los problemas, trato cordial y participativo hacia sus colaboradores, confianza y autonomía", describió Grosso.
Tanto es así que, consultados sobre su relación con sus jefes millennials, el 83% de los encuestados la valoró positivamente: el 40% la considera muy buena y un 43%, buena. Del restante 18%, un 15% la ve como "regular" y apenas un 3% como "mala", un índice significativamente bajo teniendo en cuenta las históricas y conocidas complejidades de las relaciones entre jefes y empleados.
"Hoy los empleadores, en pos de adaptarse a las nuevas generaciones, buscan fomentar el buen relacionamiento y alinearse a las motivaciones de cada colaborador, de manera de acercarse a unificar los objetivos del negocio con los objetivos personales", concluyó el referente de PageGroup.
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