En una playa alejada en la localidad de San Clemente del Tuyú, partido de la Costa, cuatro lobos marinos menores a dos años pudieron volver al mar luego de haber sido rehabilitados durante 20 días. Los que pasaban por casualidad por el lugar durante una mañana fría de agosto se quedaban embelesados con un espectáculo natural como ningún otro. El ser humano fue el que los acogió, los curó y los devolvió a su hábitat, pero fue también su propio accionar el que había causado que estos animales estén en esa situación.
Fue la falta de alimento la causa que llevó a que 4 lobos marinos de dos pelos sudamericano se desvíen de sus manadas en busca de comida. En este contexto, tras el aviso de vecinos y de Defensa civil, la Fundación Mundo Marino asistió a los animales para que puedan volver a su hábitat natural en condiciones optimas. En los cuatro casos la patología común fue la desnutrición con diversa severidad.
Durante 20 días, los lobos marinos, que presentaban un cuadro de parásitos y desnutrición, fueron tratados por especialistas, y, luego de ser rehabilitados y estar en condiciones de poder volver a su hábitat natural, se reintrodujeron al mar el viernes 3 de agosto.
"Estos casos son indicadores que nos demuestran lo que ocurre mar adentro, y se encuentra fuera de nuestra vista. Ellos nos demuestran con su estado fisiológico alterado que algo malo está pasando", afirmó a Infobae Sergio Rodríguez Heredia, biólogo y responsable del Centro de Rescate y Rehabilitación de la Fundación Mundo Marino.
Cómo los encontraron
Dos de los lobos marinos fueron encontrados en vías fluviales: uno fue avistado por vecinos en un canal de la localidad de Berisso. El otro fue hallado en la ribera de Quilmes. En ambos casos, fueron asistidos por personal de Defensa Civil de aquellos municipios.
Los otros dos animales, encontrados en las localidades de Las Toninas y Costa Esmeralda, del Partido de la Costa, fueron asistidos primero por el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) y luego derivados para su rehabilitación a la fundación.
El período de rehabilitación supuso la puesta en marcha de un protocolo para revertir los cuadros de desnutrición. "La falta de alimento desencadena otras patologías en estos animales ya que al no encontrar alimento, estos sufren no sólo desnutrición, sino deshidratación, ya que el agua la obtienen a través del metabolismo de su alimento. Además, esto puede generar, con el paso del tiempo, un cuadro de hipotermia", afirmó Heredia.
La falta de alimento en las aguas es algo difícil de determinar con exactitud. Y es que según los especialistas de la fundación, las causas que ocasionan este faltante pueden ser desde la sobre pesca y la contaminación, hasta el cambio climático que altera las temperaturas de las aguas y modifica las rutas habituales de alimento.
Un problema que ya no es una novedad
Como viene ocurriendo desde hace muchos años, los principales problemas que afectan a la fauna marina en la provincia de Buenos Aires continúan siendo la basura –especialmente el plástico- y la carencia de alimento, que se refleja en el aumento de mamíferos marinos desnutridos hallados en las costas bonaerenses.
"El mar nos brinda mensajes todo el tiempo cuando encontramos a estos animales en estas condiciones. Fue en 2017 que nos encontramos con un lobo marino de dos pelos que había vomitado una bolsa de plástico. En mis años de experiencia nunca me había encontrado con algo así", explicó el biólogo, quien realiza este tipo de actividades desde hace más de 20 años.
Y es que esta situación no es nueva. Un estudio publicado en la revista Science en 2015 reveló que la Argentina está entre los 30 países que más contaminan los mares con residuos plásticos. A nivel global, la ONU estima que en 2050 habrá en los océanos más plástico que peces.
Durante el primer semestre de este 2018, la fundación asistió o rehabilitó a 126 aves, 119 mamíferos marinos y 36 tortugas marinas. Muchos de ellos fueron rescatados gracias al aviso de la comunidad, otros fueron registrados o asistidos en el monitoreo de playa, en los cuales se recorren 15 mil km de costa al año.
Qué hacer ante la presencia de estos animales
La presencia de lobos marinos es algo común en la costa argentina, y el comportamiento de las personas hacia esas especies que muchas veces se encuentran descasando, no es el mejor. "Las personas piensan que los lobos marinos deben estar todo el tiempo en el agua, eso es erróneo, ellos salen frecuentemente a descansar y el contacto con los humanos puede ser peligroso para las personas y para el animal".
"Pudimos comprobar que cuando la gente se acerca a ellos durante su período de descanso, el cortisol, que es la hormona del estrés, aumenta notablemente", enfatizó. Además, en el último tiempo se descubrió que estos animales pueden ser transmisores de enfermedades como tuberculosis o tener la presencia de parásitos que pueden contagiar al ser humano.
Ante esa situación, comunicarse de manera urgente con personal idóneo, no mojarlos, no tocarlos, no alimentarlos y, con respeto, alejar a los curiosos.
El número de teléfono del Centro de Rescate de la Fundación Mundo Marino ante urgencias en la costa bonaerense es el (02252) 43-0300. A nivel nacional se puede contactar a la Prefectura Naval Argentina al 106 durante las 24 horas. En la jurisdicción de la provincia de Buenos Aires se puede contactar también al Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) cuyo teléfono es (0221) 425-3863.
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