Por Graciela Gioberchio
"Má… ¿qué es el aborto?": la pregunta de los chicos
que se instaló en la vida cotidiana. La discusión por la legalización del aborto no sólo llegó al Congreso: se coló, desafiante y como nunca antes, en la calle, en escuelas, en las familias. De pronto, la pregunta de los chicos irrumpe, cualquier día, a cualquier hora, en el medio de la tarea, la cena o en el viaje a la escuela: "Mamá, papá… ¿qué es el aborto?"
Abordar este tema complejo, con posturas enfrentadas, puede dejar sin palabras a los adultos. ¿Cómo responderles a los chicos sin sucumbir en la incomodidad y la duda? Infobae buscó la opinión de especialistas en infancia y adolescencia para ayudar a pensar cómo abordarlo con los pequeños de la familia. Aseguran que lo más importante es que los padres se informen para poder contestar de manera clara, sincera y sin fanatismo. Y lo peor: esquivar la pregunta, contestar con evasivas, frases moralizantes o ideas que transmitan miedos.
Hace varios meses la temática del aborto comenzó a atravesar todos los ámbitos. Está presente en los medios de comunicación, en las redes sociales, en las conversaciones cotidianas. En las marchas participan grandes, adolescentes y chicos con pañuelos verdes y celestes, a favor y en contra del proyecto de ley sobre la interrupción voluntaria del embarazo. El 14 de junio la Cámara de Diputados le dio media sanción y desde entonces está en pleno debate en el Senado, que el 8 de agosto próximo decidirá si es ley o no.
Cómo le habló Siciliani a su hija de 5 años
Los famosos también tomaron posición sobre el aborto e incluso contaron en los medios cómo les hablaron a sus hijos sobre el tema. El 3 de junio, la actriz y cantante Griselda Siciliani participó con Margarita, su hija de cinco años, fruto de su relación con Adrián Suar, en la marcha Ni Una Menos en la Plaza del Congreso. Con el #abortolegalya publicó en Instagram la foto junto a su hija y otras actrices.
Por después, Siciliani relató a la revista Gente la charla que tuvo con su hija sobre el pedido por la legalización del aborto: "Ella fue conmigo a la marcha y lo tiene internalizado. Los chicos tienen mucho más naturalmente incorporada la libertad. Yo le dije 'vamos a pedir que las mujeres seamos más libres', y no tuvo ninguna duda".
Y agregó: "No hay que explicarles nada. Le cuento hasta dónde ella me pregunta, pero siento que es de otra generación. Lo piden los jóvenes y los chicos de los colegios secundarios, y sabemos que va a pasar. Lo que estamos pidiendo es que pase ya, para que no muera ninguna mujer más por aborto clandestino".
Informarse y brindar respuestas claras y sinceras
"Antes de hablar con niños, niñas y adolescentes acerca de la interrupción voluntaria del embarazo, es clave estar informado sobre el tema", indicó en diálogo con Infobae la psicoanalista Sonia Almada, directora del Centro Aralma especializado en la asistencia, investigación y formación en infancia y adolescencia.
Almada destacó que al abordar una temática tan crucial que implica gran confrontación social "es importante no ayudar a la confusión general o contestar con evasivas o con frases inconexas". "Si el adulto se siente descolocado ante la pregunta del chico, no hay que apresurarse a responder", aconsejó y propuso "decirle que pronto se charlará de eso o pautar un espacio para conversar, pero jamás se debe contestar a la ligera o para sacarse de encima la incómoda pregunta. Es necesario escoger el tiempo para conversar con tranquilidad".
Por el peso de una tradición cargada de tabúes, muchas veces a los adultos no les resulta tan fácil hablar de derechos sexuales y reproductivos, y por lo tanto también del aborto. En ese sentido, Ivana Raschkovan, psicóloga clínica e investigadora y docente de la Cátedra de Clínica de Niños y Adolescentes de la Universidad de Buenos Aires (UBA) resaltó a Infobae que lo fundamental es "responder con claridad y sinceridad".
"La función del adulto -continuó- es brindar información y, por supuesto, siempre va a llevar la connotación de la posición que el papá o la mamá tenga respecto al debate: es inevitable. Pero para poder responder con claridad y sinceridad, los adultos tienen que estar informados y tener en claro de qué se trata la discusión sobre la despenalización del aborto. Este debate es mucho más profundo y complejo que decir si se está a favor o en contra. El aborto es un hecho social que existe y el Congreso debe definir si el Estado y la sociedad se van a hacer cargo de esa realidad o no".
"Preguntan porque quieren saber y es su derecho"
Raschkovan consideró que "si los niños preguntan es porque quieren saber y como miembros de la sociedad tienen derecho a estar informados sobre lo que son los modos de regulación de la sexualidad, del cuerpo y de la reproducción en la cultura en la que habitan".
En la tele hablaban del aborto y Joaquín, de 10 años, preguntó con espontaneidad e interés. Luciana, su mamá, le contestó que es el derecho que tienen las mujeres a poder interrumpir el embarazo. "¿Por qué no quieren ser madres?", indagó el nene. "Hay muchas razones por las que una mujer elige no ser madre, ya sea en un momento concreto de su vida o para siempre", le respondió su mamá. La charla siguió. Y cuando Joaquín no preguntó más, Luciana le pidió que siempre respete a los que piensan diferente.
"Los chicos también tienen derecho a opinar y a tener su propia posición al respecto. Lo peor que podemos hacer es esquivar el tema", sentenció Raschkovan. "Es que los niños y los adolescentes están construyendo su identidad y para eso necesitan del cuidado, el sostén y la guía de sus padres. Habilitar el debate en los hogares, escuchar sus inquietudes y responder a sus preguntas es la única manera de enseñarles a cuidar su salud, su cuerpo y a hacer uso de sus derechos".
En esa línea, Florencia Lafforgue, profesora especializada en Educación Sexual Integral (ESI) y formadora de docentes de la Ciudad de Buenos Aires, afirmó a Infobae que a los chicos "hay que darles los elementos que les permitan construir sus propios argumentos, como un ejercicio de construcción de la ciudadanía, planteando el aborto como derecho y también como un hecho de salud pública".
Qué decirles según la edad
Las especialistas consultadas coinciden en que las respuestas tienen que tener en cuenta la edad de los chicos y que no hay que ahondar en cuestiones que no están en condiciones de comprender.
"Lo principal es poder utilizar el lenguaje que el chico utiliza y contestar aquello que pregunta sin necesidad de información adicional que quizá no requiere o pueda confundirlo", apuntó Almada al tiempo que subrayó que la medida "es la empatía: poder ponerse en el lugar del niño que pregunta, qué información ya tiene acerca del tema, qué necesita saber, qué desea conocer con lo que está preguntando y cómo se siente a medida que avanza la conversación".
En tanto, Lafforgue señaló que en el caso de los menores de 6 años hay que plantearles el tema en forma sencilla. "La charla puede partir desde lo que el niño trae, indagar en las fantasías, cosas cruentas y terribles que a veces pueden tener sobre el tema. Con los adolescentes ya se puede hablar, indirectamente, desde otras aristas como, por ejemplo, el mandato de la maternidad o de los derechos sexuales y reproductivos consagrados por tratados internacionales".
Pero hay algo que, en la visión de Lafforgue, se aplica a todos los casos, más allá de la edad de los chicos, como así también de los diferentes contextos familiares y sociales: "El silencio, la evasión y la transmisión de miedo o frases moralizantes como 'esto está mal', nunca son opciones".
Lo ideal: contar las dos posiciones
El debate sobre la legalización del aborto genera posiciones muy polarizadas. En algunas familias la interrupción del embarazo es una decisión y en otras es la pérdida de una vida. Son dos posiciones encontradas: una prioriza la autonomía de las mujeres, su disposición de decidir sobre su propio cuerpo y vida, y la otra antepone el cuidado del embrión por nacer.
Almada insistió en que los adultos "deben dilucidar qué piensan y sienten en relación al tema" y recomendó que "lo ideal es poder contarles a los chicos ambas posiciones para que puedan sacar sus propias conclusiones".
Ofreció un ejemplo de respuesta para contar las dos posturas, sin fábulas ni infantilismos: "Hay muchas mujeres que quedan embarazadas y no desean ser mamás. Para evitar continuar con el embarazo tienen que operarse o tomar pastillas que son riesgosas si no hay médicos y enfermeras que las cuiden. Por eso, muchas de ellas se enferman, y muchas más mueren. Hay quienes quieren que haya médicos y remedios para interrumpir los embarazos y que la mujer no esté obligada a ser quien no desea ser. Otros piensan que la mujer no debe interrumpir su embarazo y debe esperar a que el bebé nazca y, por ejemplo, darlo en adopción o buscar la forma en que alguien se pueda hacer cargo de la crianza. Esas son las soluciones que hasta ahora hay para un gran problema de salud que tienen las mujeres y las adolescentes en nuestro país".
"No es una tarea fácil porque cada familia quiere que su hijo/hija adhiera a su propia posición que considera la mejor y hasta la verdadera", apuntó Almada y explicó que durante la infancia y parte de la adolescencia, "la mayoría de los hijos adhieren sin cuestionamientos a las posiciones más arraigadas de los adultos que están a cargo de su cuidado, pero en la adolescencia comienza a aparecer la opinión personal que no siempre coincide con la de los padres".
La necesidad de implementar la ESI en las escuelas
Por último, las entendidas en la materia señalaron que la Educación Sexual Integral (ESI) es un excelente aliado para trabajar y promover estos temas en todas las escuelas del país. "Uno de los obstáculos fundamentales para su implementación es la falta de capacitación de los docentes", advirtió Lafforgue, sin dejar de destacar "la calidad de los argumentos que manejan los adolescentes, sobre todo en las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires".
La buena noticia es que la visibilización que este año ha tenido el tema está motorizando modificaciones. "Son cambios de paradigma que llevan tiempo de construcción. Para nuestra sociedad, que viene de una tradición en la que hablar de temáticas sexuales era tabú, debatir sobre el aborto y responder las inquietudes de los chicos, es algo nuevo e inédito", concluyó Raschkovan.
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