Por Marou Rivero
Gaby Herbstein siempre miró distinto. Encontró su profesión de fotógrafa navegando sus propias inquietudes existenciales cuando arrancó y se dedicó en sus comienzos a la fotografía de moda. Ella empezó por el envase externo para luego llegar al contenido vital e interior. Su currículum es extenso y diverso. Pero desde hace unos años encontró una fórmula que la satisface, y concibe sus proyectos artísticos ligados a los temas de la agenda mundial: sustentabilidad, tolerancia, estados de conciencia, expresiones culturales, belleza y espiritualidad.
Herbstein posee la sensibilidad justa para detenerse en la expresión humana, el talento para capturar la esencia de quien tiene enfrente y la humildad para hacerlo y compartirlo con el mundo, eso es Gaby Herbstein.
-¿Cuándo descubriste que la fotografía iba a ser el medio para contar tu mirada del mundo?
-Llegué a la fotografía de casualidad, nunca me imaginé que iba a ser fotógrafa; me imaginaba a mí misma siendo arqueóloga y viviendo en Egipto excavando las tumbas de los faraones. Cuando hice mi primer curso de fotografía – al que fui porque que una amiga me invitó- comencé un camino de descubrimiento de la cantidad de facetas que tiene la fotografía. Y siento que durante mi carrera fui tocando diferente caras, en un comienzo la moda a la que también llegue de casualidad. Haciendo una recapitulación siento que fui fluyendo, cayendo justo ahí.
-¿No creés que de alguna manera – tal vez sin quererlo- hiciste como una especie de registro arqueológico de la moda?
-Sí. Creo que esa faceta mía siempre estuvo presente en la investigación que desarrollé para cada proyecto, que después terminó siendo el calendario. Me gusta ir en los temas a fondo y ahí es donde siento que se mezclan las dos vocaciones.
-Cuándo hacías fotografía de moda, fuiste parte de una industria que tiene ciertos valores y estereotipos establecidos. ¿Cómo fue ser parte y a la vez comenzar a involucrarte con proyectos sociales ?
-Lo que me fascinó de la moda desde un primer momento fue esa necesidad humana que tenemos de diferenciarnos. Lo ví desde un punto de vista antropológico siempre. Qué bueno que pensemos en diferenciarnos, qué bueno que el ser humano pueda verse a sí mismo y que no tiene ningún tipo de adorno natural, a diferencia de un pájaro, por ejemplo. Y que pueda decir, ¿qué me voy a poner? A mí siempre me gustó pensar la moda por ahí, más allá de las combinaciones y de lo que se usa. Las reglas de la moda, no me interesan. Me interesa mucho esto de diferenciarte, de tener un estilo.
– A lo largo de tus proyectos vos también fuiste diferenciándote, y planteaste otra manera de hacer…de mirar
-En los proyectos que encaré y que tenían que ver con la moda buscaba eso, y eso fue lo que me motivó. De ahí surge "Huellas", donde tuve que hacer una investigación de como se vestía la mujer antes de la llegada de los españoles. Cuando decidí tocar ese tema me dí cuenta que había muy poco hecho y tuve que viajar a preguntarle a la gente cómo recordaba a sus ancestros, busqué ayuda en los aborígenes de distintas etnias que colaboraron en las fotos y estuvieron en las tomas.
-Estabas siendo la antropóloga que querías ser…
– Hubo 15 años de mi vida -fines de los '80 y en los '90- que trabajé muy a full en la moda, editoriales y campañas; y ahí no tenía tiempo para pensar. Tengo conciencia de haber estado en una nube de mucho trabajo. Hasta que un día me dí cuenta de que tenía una pila de editoriales hechas y las miré y me dije: ¿qué de todo esto es lo que a mí me da orgullo, qué es lo que rescato? Y siempre elegí los trabajos como "Huellas" o los trabajos que tenían otra impronta. Y entonces ahí dije: yo voy a ir para ahí.
-Y cómo fue soltar todo lo que conocías, y que ya sabías que funcionaba …
-No me asusta nada soltar y empezar de cero. No me gusta sentirme cómoda con nada, me da miedo ese lugar.
Si me sale bien una iluminación y digo: listo vamos con otra y no me molesta arriesgarme, es un incentivo. Me da terror quedarme en un lugar repitiéndome a mí misma. Eso siempre fue una búsqueda, no porque algo me salió bien tengo que volver a hacerlo.
-Cómo es el proyecto "Creer para ver" que estás encarando ahora …
– "Creer para ver" es un proyecto en el que estoy trabajando hace 2 años y me va a llevar un año más. Es el proyecto más ambicioso en el que me metí y se trata de ir viajando por el mundo retratando líderes espirituales de diferentes filosofías y religiones. Diferentes puntos de vista que forman la mirada de la espiritualidad; y también es una búsqueda de mensajes positivos de gente que trabaja para hacer del mundo un lugar mejor, que ayuda a abrir los ojos y a tomar conciencia de que somos todos uno.
Este proyecto fue a raíz de una búsqueda personal. Fue pensar lo que son las distintas filosofías, los puntos que unen a cada una y también me gusta expresar lo que me pasa y poder transmitirlo en imágenes. Hice una investigación grande para elegir quienes serán estos 12, puse un número mágico y mi idea es buscar diferente enfoques, diferentes caras de la misma moneda y diferentes piezas que armen este rompecabezas de la espiritualidad.
– ¿Cómo los elegiste?
-Investigué las diferentes filosofías, religiones y corrientes de pensamiento y después busqué gente que realmente lo haga, no comercialmente sino como responsabilidad de vida. También ellos te tienen que elegir -que es la parte mas difícil- porque por más que vos hayas pasado muchas instancias para llegar a esa persona, llegás a ella por medio de una cadena de favores y ahí comienza la prueba: que ellos vean que el proyecto es genuino, que uno no quiere lucrar y que la intención es buena. Recién ahí es donde se sueltan y te permiten trabajar: para poder fotografiarlos y entrevistarlos. Ellos necesitan ver tu alma, necesitan sentir que tu intención es genuina.
-También debe ser mucha responsabilidad tener estas palabras, estas experiencias e historias. ¿Cómo elegís qué compartir con el mundo?
-Para mí es una responsabilidad muy grande y no quiero defraudar a nadie. Que ellos hayan confiado en mí es un gran honor, pero a la vez una gran responsabilidad. La decisión que tomé fue no poner ninguna impronta de opinión personal. Lo que hago es transferir el mensaje, transmitirlo, contar mi experiencia y no pongo mi opinión sobre absolutamente nada de lo que se dice. Comparto la búsqueda de mi lado y el mensaje lo comparto directo para que cada uno saque sus propias conclusiones.
–En esta búsqueda de estas filosofías, recorriendo el mundo, habrás ampliado tu perspectiva, ¿Qué es la belleza para vos?
– Tal cual lo decís, se fue ampliando. Durante mucho tiempo fui seguidora del concepto de belleza que tiene que ver más con una formula matemática que tiene que ver con lo que es PI, la perfección. Una secuencia numérica que encontramos en la naturaleza y en manifestaciones del hombre. Y con toda esta búsqueda fui ampliándola y fui encontrando la belleza en otros lugares. Creo que tiene que ver directamente con empezar a ver. Cuando amplias la conciencia empezás a descubrir milagros en lugares donde antes no veías, y eso es emocionante y empezás a ver belleza en un montón de lugares donde antes no la veías, donde antes pasabas de largo. Eso es para mí un descubrimiento y una emoción que me sigue sorprendiendo.
Cuando la búsqueda excede lo externo uno empieza ver en uno y en los demás la belleza interior, algo que no percibís con los sentidos; es algo que sentís con el alma, con el corazón, difícil de explicar. Esa belleza es la que no se extingue nunca y poder ver esa belleza en los demás y también en uno es maravilloso.
Agradecimientos: Palacio Duhau Buenos Aires
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