En la lejana Padua, en el norte de Italia, nació la pasión de una familia por el helado. Todo comenzó con Alberto Pasquini -el maestro gelatio- cuando en 2002 decidió emprender un viaje a Italia para aprender el oficio del maestro heladero, regresar a la Argentina y abrir su primera heladería. Pero su sueño no se cumplió como él esperaba. Fue en Italia donde fundó el primer local de Antiche Tentazioni.
Instaladísima en Padua, la familia Pasquini inculcó en sus sabores la filosofía de un gelato d'autore. Sus creaciones le hicieron ganar premios por la trayectoria y exquisitez, como "El Certificado de excelencia de TripAdvisor". Además, en el 2017 fue calificada como una de las 10 mejores heladerías de Italia.
Su hija Ivana Pasquini y su yerno Christian Fittipaldi desde diciembre del 2017 quisieron desembarcar en Argentina. Así se instalaron en el polo gastronómico del barrio porteño de Palermo Soho, en un coqueto espacio, que como atracción principal cuenta con el laboratorio del maestro heladero a la vista de todos sus clientes, para que sean testigos del proceso de creación de uno de los postres favoritos de todos los argentinos.
Ubicado en Honduras 4770, a dos cuadras de la mítica Plaza Serrano y con las principales cadenas heladeras en sus cercanías, esta antigua casona de inmigrantes italianos se convirtió en una hermosa heladería que esconde un patio interno con un escenario de las calles del Viejo Continente. Mesas con venecitas coloridas y sillas de hierro negras; plantas y flores románticas de estación; faroles sobre un camino de madera simulando ser una calle, "fake windows" y una bicicleta.
Antiche Tentazioni cuenta con dos heladeras repletas de sabores, además de más de 10 variedades de chocolates con diferentes toppings -golosinas, confites, pedazos de chocolates-, gustos frutales, pastelería y un delicioso café italiano forman parte de las pizarras para disfrutar de un rico sabor en cualquier época del año.
"No es una franquicia, es una delegación", explicó en diálogo con Infobae Christian Fittipaldi, uno de sus dueños. "Tomamos el desafío de volver, instalar y contar la historia y ofrecer algo diferente. Brindamos un producto natural y artesanal y como objetivo principal es mutar el negocio familiar pero sin perder la atención personalizada".
A diferencia de las heladerías masivas, acá realizan helado artesanal que cuenta con un laboratorio anexo. Se produce y se comercializa en el mismo lugar. Muy pocas quedaron en el país con este método, ya que la mayoría lleva a cabo el proceso de producción en plantas industriales y luego llega a los puntos de venta.
"Nuestros helados son naturales, no tienen conservantes y son elaborados en el día. La materia prima es fresca y de primera calidad. Las bases de los helados son sin TACC -apto para celíacos-; sin embargo, al momento de exhibirlos, muchos de ellos contienen toppings con gluten, pero los heladeros los guían para poder elegir entre los sabores aptos para ellos", agregó.
Al contar con un maestro heladero in house tienen la ventaja de poder innovar y crear nuevos sabores de helados cada día. Fittipaldi comentó que semanas atrás crearon gustos nuevos como chocolate con habano, durazno con chocolate blanco y romero, y manzana con sidra. El 80% de los sabores se repite todas las semanas, mientras que el 20% restante rota cada 15 días con nuevas tentaciones.
"Los argentinos son de elegir los chocolates y los dulces de leche. Ahora también se vende mucho la línea de Ferrero, chocolate con pasta de avellanas y todo lo que sea con base de Nutella acá es muy bien recibido. A su vez, la Nutella y el dulce de leche juegan bien a nivel rotación para ir mezclando sabores".
Los gustos "estrella" de la gelateria
Según sus dueños, todos los premios se los llevan el gelato de pistacho y el de chocolate con avellanas, dos sabores originarios de la heladería de Italia. Les sigue toda la línea de chocolates, que se realizan con tres tipos de chocolates para formar un blend: chocolate belga, chocolate francés y chocolate original de América.
El más "bomba" es Padova (Padua en italiano), bautizado así por la ciudad en la que nació la primera heladería. Lleva Nutella, dulce de leche y chocolate con topping de chocolate blanco, chocolate negro y caramelo. "Es un sabor explosivo", acotó.
Y para paladares que deseen gustos más frescos y light, los frutales son los ideales, a base de agua, fruta de estación y azúcar.
"Al cliente siempre hay que ofrecerle helado y algo más", reveló. Por eso también realizan para sus clientes el "Gelato x-trem", que es un waffle con helado y lluvia de toppings; también existe la opción del "Bakery Gelato", que es un cupcake que se corta al medio, y al que se le coloca dentro una bocha de helado con topping a elección. A su vez, para quienes quieran acompañar su café de grano italiano, hay tortas heladas, los tradicionales cannoli y Sfogliatellas.
"Los argentinos consumen helado todo el año. Lo que cambia es el hábito. Hoy con las aplicaciones que se utilizan desde el celular se puede pedir y te lo llevan a tu casa sin tener que ir al local y en invierno pasar frío", concluyó Christian Fittipaldi.
Fotos: Christian Bochichio
Video: Antiche Tentazioni
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