Connie Ansaldi dice lo que piensa. Quizás por ese motivo sea una de las twitteras más influyentes del país, con casi un millón y medio de seguidores. Tiene un público fiel que la sigue en Morfi y en Cortá por Lozano por Telefé, pero es en las redes sociales donde brilla.
Lee todos los mensajes que le mandan sus seguidores y responde. También bloquea, y bloquea mucho. Recibió a Infobae en su departamento de Palermo -en el que vive con su hijo Vincent, un gato y un perro- y entre risas aseguró que pronto va a hacer una fiesta para celebrar las 50 mil personas bloqueadas en Twitter. Y que su "red en el mundo" es Instagram.
-Sos una influencer y tenés muchos seguidores. ¿Cómo te llevás con ese costado de la gente que desde el anonimato agrede mucho?
-No pasa nada. Eso es como decir que hay un montón de gente que usa el auto y choca.
-Entonces, ¿No te afectan los comentarios?
-A mí no. Creo que si te afecta, es lo mismo que la gente que maneja y le afecta la velocidad, y tiene vértigo. Bueno, no manejes. Andá a terapia y trabajá tu vértigo. Si vos querés ir de viaje y subir a la Torre Eiffel, y te privás de subirte a un lugar alto porque querés disfrutar del paisaje o no te animás a tomarte un medio de elevación para esquiar porque te da vértigo la altura, tenés que hacer algo para superarlo. Esto es lo mismo. No hay cosas absolutas, no hay cosas que sean absolutamente buenas o malas. Si te afecta tanto no estés en un lugar que te afecta tanto.
-Es decir te quedás con lo bueno…
-Exacto. Yo leo todo y me quedo solamente con lo bueno, con aquello que me suma, que me nutre, que me hace crecer, que me aporta. En general en la vida soy así. El resto "delete". De hecho, voy a hacer una fiesta para los 50 mil bloqueados en Twitter.
-¿Cómo es eso?
-Sí, estoy llegando a los 50 K bloqueados en Twitter, ¡cosa que me encanta!
-¿A quién bloqueás por ejemplo?
-Tiene que ver con la posibilidad de elegir también a quién quiero yo que me lea, y que lea las cosas que escribo. Yo le dedico mucho tiempo a la gente, bloqueo muchas veces a personas que insultan, personas que no entienden lo que escribo y lo que digo. Si no entendés de lo que hablo…
–Entonces, tenés 50 mil personas bloqueadas…
-Sí, imaginate que tengo 1 millón y medio de seguidores, por lo tanto 50 mil no es nada en ese universo. Yo prefiero interactuar con gente -aunque sean menos- que entienden lo que digo, y no con gente a la que tengo que dedicarle tiempo para que trate de entender aquello que yo quise decir.
–¿Qué pasó por ejemplo hace unos días con Eliana Guercio y el Mundial?
-No me acuerdo qué comí ayer y vos pretendés que me acuerde que pasó hace unos días, ni sé.
-Bueno, pero tiene que ver con las redes, es una nueva manera de relacionarse.
-Pero esos son conflictos que pasan, suceden, son momentáneos y me los olvido.
–¿Te acordás algún personaje o líder que haya revolucionado las redes sociales?
-Imaginate que (Donald) Trump hace sus anuncios de todo lo que va a hacer con otros países, cuestiones de índole internacional, en Twitter. El otro día leía cómo le contestaba a los del G7 con una reunión que se va a hacer ahora en Canadá. Y Trump le contestaba al presidente de Francia, y la verdad esos son conflictos que nos afectan a todos, no una pavada que puedo decir yo.
-Está bien, pero cada uno dentro de su ámbito…
-Lo bueno que tengo yo, es que para mí las cosas empiezan y terminan ahí. Después no me siento en los programas, a pesar de que me llaman de todos lados, para hablar, para aclarar…
–No te asocio con haber tenido muchos conflictos.
-No es que no los tengo, no lo replico. Hay gente que tiene un problema en Twitter, la llaman de otros medios y le preguntan "¿qué opinas de eso que te pasó con (en este caso) Eliana Guercio?". Das tu opinión, contestás, se sigue amplificando, te llaman de Mirtha Legrand para que vayas porque se peleó con Eliana Guercio. Yo ni me siento a hablar de lo que pasó, ni voy a otros programas a hablar de lo que me pasó, o sea, les respondo educadamente. Pero no sigo hablando del tema, para mí no tiene sentido.
–¿Y si después te cruzás con ese personaje?
-Sí, ¡me pasa todo el tiempo!
-¿Y qué reacción hay?
-En general no pasa nada, es muy raro que alguien continúe… Igual yo en general con las personas con las que realmente estoy enemistada o distanciada, evitás saludarte y listo.
–¿En qué red social te sentís más cómoda?
–Instagram. Es una red que tiene su costado polémico si se quiere pero amigable. A la vez puedo escribir un montón, que a mí me gusta mucho y es mi fuerte, y es muy visual y yo soy muy visual también y se pueden combinar muy bien las dos partes. Twitter se volvió demasiado enojado.
–¿Cuál fue la foto tuya que revolucionó un poco el mundo virtual?
-La que subí donde aclaré que no estaba embarazada, que me sentía bien conmigo misma. En general las fotos que más likes tienen mías son las que yo escribo para otros. Donde hablo de lo que significa estar bien plantado, sobre lo que uno quiere de la vida, lo que yo quiero de la vida. La gente se puede identificar o no, pero por lo menos genera pensamientos positivos.
-Sos muy consciente veo de la responsabilidad que tiene ser una persona con tantos seguidores.
-Sí, igual viste que el número de seguidores es anecdótico, tiene que ver con el engagement. No lo vivo desde ese lugar de responsabilidad, lo veo más como una posibilidad de generar vínculos a mansalva
–Le dedicás mucho tiempo a las redes, trabajás en dos programas de TV, das charlas y sos madre. ¿Cómo te llevás con la maternidad?
-¡Bien! Mi hijo Vincent (12) también es bastante tecnológico. No tiene redes, pero mira todo el tiempo Youtube, no mira televisión. Los chicos ahora miran Youtube y Netflix. Lee todo el día, sabe de todo un poco. De cine sabe un montón.
-¿Qué te queda en el tintero?
-Hay un montón de países que quiero conocer. No conozco Japón, China, ciudades como Berlín. Quiero viajar más.
-¿Cómo te definirías?
-Me cuestan mucho las etiquetas, pero cuando me presentan en los programas les pido que me presenten como Connie. Sólo Connie.
-Si vas a lo de Mirtha Legrand, ¿cómo te presentan?
-Les pido que digan Connie, nada más. No digas nada más, porque mi nombre es mi marca y encierra un montón de cosas. Cuando doy charlas es una cosa, cuando estoy en programas y me presentan quizás otra cosa, pero si vos usás sólo una de mis etiquetas me estás limitando a algo. Entonces la verdad es que a mí me gusta que usen mi nombre.
SEGUÍ LEYENDO
Puli Demaría, quién es la amiga de Pampita que se convirtió en una de las DJs más codiciadas
Leona súper glam: quién es Delfina Merino, la mejor jugadora de hockey del mundo