Se apoya plácido en el respaldo de la silla, listo para contar cómo su vida cambió de rumbo y derribó muchos prejuicios. Tímido, con una sonrisa de oreja a oreja se presenta. Su nombre es Brian Villalba, tiene 21 años, nació en Lanús, provincia de Buenos Aires, en una familia de siete hermanos.
Villalba hoy estudia Ciencias Económicas en la Universidad de Buenos Aires (UBA), trabaja en el sector contable de una empresa y consiguió mudarse solo hace un mes. Este joven, con su historia a cuestas, inspiró a otros a que sigan apostando a la educación, a la capacitación y al trabajo, y lo más importante: a tener ambición, a que sueñen y aprendan que todo llega.
Cuando tenía 16 años, conoció el quehacer de la Fundación Empujar, que llegó a su colegio para brindar una charla sobre empleo joven, y que sin saberlo, sería el puente que lo conectaría con quien es hoy. La charla planteaba justamente que "todos pueden ser lo que ellos quieran ser".
Sin meditarlo mucho, Brian se anotó en el programa de Empujar. Por alguna razón pensó "esta es mi oportunidad".
¿Qué querés ser cuando seas grande?, una simple pregunta que en la mente de un niño puede disparar hacia cualquier lado: astronauta, corredor de carreras, científico, artista. Sin embargo, Brian tenía una meta concreta. "Siempre supe lo que quería estudiar, no me preguntes cómo, ni por qué, comentó Brian a Infobae.
"Cuando estaba en quinto grado de la primaria ya sabía que quería estudiar para contador público y en octavo grado cambié de postura y dije que quería estudiar economía", explicó Brian. Nunca encontró la explicación del porqué de la determinación de un niño de 9 años por seguir una carrera de esa magnitud.
"Toda mi vida viví en Lanús, tengo la suerte de tener una familia de siete hermanos, pero es difícil también destacarse entre tantos; yo soy el quinto y siempre quise ayudar en lo que podía a mi familia", describió Villalba a Infobae.
"Empecé desde muy chico a trabajar de manera informal, no porque me lo pidieran desde mi casa, pero al ser una familia de tantos, quería ayudar y también tener mis cosas. Empecé en el mercado de Quilmes los fines de semana", enfatizó el joven.
Quinto año del secundario fue todo un desafío para Brian. "En el último año estaba haciendo Empujar, trabajaba los fines de semana e iba al colegio. Fue duro pero valió la pena todo el esfuerzo que hice. Todas las herramientas que me brindó el programa para definir mi carrera y me pueda desenvolver, fueron increíbles".
El programa
En el 2017 la Fundación Empujar capacitó a más de 150 chicos, junto a la fuerza de 143 mentores, más de 120 empresas y un total de 703 voluntarios.
El programa Empujar dura siete meses y los alumnos asisten a las aulas en contraturno del horario escolar. Los módulos de contenidos que brinda el programa son: Módulo de Competencias Laborales; allí desarrollan habilidades y herramientas que fortalecen la capacidad y condición de inserción laboral como clases de formación y desarrollo personal, orientación vocacional, entrenamiento en entrevistas laborales, búsqueda de empleo, entre otros.
Módulo de conocimientos técnicos: aquí enseñan contenidos técnicos como logística, seguridad e higiene laboral, administración, ventas, atención al cliente, entre otros.
Una vez que las jóvenes terminan el programa, en conjunto con el colegio secundario, son "egresados" y pueden realizar diferentes prácticas en empresas -que conecta Empujar- para poder desempeñar tareas en el puesto en el que se encuentren estudiando. "Cuando egresé del programa empecé a trabajar en una empresa relacionada a sistemas, pero en la parte administrativa, y después de dos años, me llamaron de otra empresa diciéndome que me estaban buscando".
Su trabajo actualmente
Hoy se desempeña en la empresa Wolox, dedicada a brindar equipos de desarrollo tecnológico para emprendimientos. "Estoy hace ocho meses en la empresa y desde un primer momento me dieron responsabilidades en el área que me apasiona, la administración y economía, así como también me ayudaron a conseguir un departamento con el programa de housing para que no tenga que viajar tanto y pueda dedicarme a los estudios".
"Lo conocí a Brian cuando estaba dando charlas inspiracionales para dar su testimonio sobre su experiencia en la fundación; como soy su mentor, también asisto a esas reuniones, y lo quise tener desde un primer momento en mi organización porque es un ejemplo perseverancia, de desafiarse a uno mismo de manera constante y sobre todo de las ganas de trabajar y ser alguien", enfatizó Santiago Bermúdez Baglietto, director y fundador de Wolox.
Su sueño
Al igual que la carrera que eligió y estudia, el gran sueño de Brian Villalba es ser ministro de economía; un sueño que surgió en su cabeza a los 13 años, luego de un partido de fútbol. "Con mi primo jugábamos partidos de fútbol muy seguido y después nos sentábamos a hablar. Y un día me preguntó qué quería ser de grande; le dije que por mi fanatismo con los números quería ser economista y él me dijo: 'Pensá más grande, mirá los diarios, informate y te vas a dar cuenta de que eso te queda chico a vos, siempre apostá por más'", recordó el joven.
Así que desde ese entonces se ocupa de leer los diarios en busca de las tareas de un economista y de un ministro: "Me interesa cambiar la realidad, estar a cargo de todo, y desde entonces quiero ser ministro de Economía", comentó.
Al igual que Brian, la Fundación Empujar ayuda a muchos chicos a creer que no importa cuál sea la condición social de la que provengan, sino que lo importante es aprovechar las oportunidades. Empujar establece un puente y desde allí se puede "salir" de la estigmatización de la sociedad y que ellos mismos puedan demostrar -y demostrarse- que nada está escrito y que con trabajo, compañerismo y buena fe todo es posible.
SEGUÍ LEYENDO