Los blogs de maternidad como nuevas tribus de crianza, y 5 influencers que se convirtieron en el espejo donde se miran las madres hoy

Cocinan, hacen arreglos en la casa, llevan y traen niños a sus actividades, y además trabajan fuera del hogar, tienen reuniones en el colegio, lidian con clientes y llegan tarde a turnos médicos: son mamás full time. Y eligieron las redes sociales para compartir sus experiencias y ponerle un manto de realidad a la "crianza ideal"

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Las redes sociales se volvieron
Las redes sociales se volvieron un espacio donde compartir la experiencia de la crianza de los hijos (Getty)

Hubo una época en la que era impensado que la mujer criara a sus hijos en soledad. Naturalmente, en torno al nacimiento de un niño se tejían redes de contención para ayudar a esa mamá -que también nacía de algún modo-.

Es que la maternidad te pone cara a cara con el amor más increíble que jamás nadie podría imaginar y, a la vez, te enfrenta con el desconcierto como pocas experiencias lo harán en la vida. Y con la soledad. Sí. Y con el interrogante constante de si lo estás haciendo bien.

Será por eso que, luego de un tiempo en que la mujer logró su inserción en el campo laboral, y madres, tías y amigas dejaron de estar "disponibles" para criar en grupo, lo natural vuelve a tomar su curso y las tribus de crianza y blogs de maternidad parecen ser el espacio donde "maternar" se hace más fácil.

Las tribus de crianza y los blogs de maternidad parecen ser el espacio donde “maternar” se hace más fácil

Betina Suárez (más conocida como Beta) es, como la llaman y ella juega a que se enoja, "la reina madre". Creó Mujer Madre y Argentina (MMyA) allá por 2007, cuando todavía Instagram no era ni un proyecto en una mente brillante.  Y su hashtag y "caballito de batalla" #LasMadresTenemosDerechos se convirtió en un libro que es casi un manifiesto acerca de la maternidad. "Claro que los tenemos (los derechos), el tema es que como creemos que la humanidad depende de nosotras, estamos tan cansadas que nos olvidamos", contó Beta en diálogo con Infobae.

“Sentí que tenía que existir
“Sentí que tenía que existir un lugar más amable, más cerca del humor y del disfrute, para los padres y para los hijos”.

A sus 44 años, y con dos hijas de 16 (La Mayor) y 10 (La Menor) años, Beta cree que las madres la siguen porque es "coherente". "Porque no las subestimo ni la trato de nabas. Porque no digo verdades absolutas. Porque desdramatizo sin perder la profundidad de lo cotidiano. Porque laburo mucho cada posteo. Pero sobre todo, porque nombro lo que nos pasa. Y cuando podés ponerles palabras a algo que te pasa, es liberador, cuando decís es, y cuando es podés cambiarlo, festejarlo, etc. No hablo del lado B de la maternidad, hablo de la maternidad en general, que tiene varios lados. También me siguen muchos sin hijos, porque la verdad es que todos tenemos madre, y aquí las comprenden mejor", analizó.

A la hora de pensar cómo surgió MMyA, Beta recordó que nunca se sintió más juzgada que cuando fue madre. "Entonces, sentí que tenía que existir un lugar más amable, más cerca del humor y de disfrute, para los padres y para los hijos. Ese lugar lo busqué con la pluma, cuando no era tan políticamente correcto decir lo que muchos otros blogs dicen ahora -compartió-. Hace 11 años el mensaje de disruptivo. Mi trinchera, profunda y divertida, sigue siendo el blog".

Debbie Maniowicz, dio vida a Upalala hace dos años, como un desprendimiento de su blog de maternidad de Ohlala (Crianza en Tribu).

“La mirada del afuera que
“La mirada del afuera que suele ser poco empática y hasta hostil en muchos casos con las madres”

Con 31 años y dos hijos (una nena de tres años y un bebé de seis meses), ella cree que la siguen porque la sienten "cercana". "Los dos comentarios que más recibo son 'me pasa exactamente eso que vos contás' y 'pensé que era la única que se sentía así'. Aliviarle el día a alguien no es poco. Después, claro, están quienes se sienten identificadas con la bandera que levanto a favor de los partos respetados, la lactancia, o la crianza respetuosa. Y también están las que se pelean con cada posteo que escribo, que hacen todo exactamente al revés, pero aún en ese espacio se sienten cómodas para debatir", evaluó.

"Cuando escribí sobre el embarazo de mi primera hija (todo lo lindo pero también los meses de náuseas, inseguridades, una ecografía que salió mal, desencuentros y encuentros con mi pareja) muchas lectoras se vieron reflejadas en mis palabras y comenzaron a contactarme, contándome sus historias -relató sobre los orígenes de su blog-. Luego empecé a hablar de crianza, a visibilizar situaciones poco comentadas y ocurrió lo mismo: una catarata de mails. Todo eso dio origen a Upalala. Las redes nos permiten tener un acercamiento mucho más directo y genuino con los lectores. A mí me sigue maravillando que exista un público tan amplio y diverso que esté interesado en las cosas que a mí me generan interés".

Felicitas de la Garma es "mamá sobre ruedas", así la conocen todos. Madre de una hija de 13 años y ¡mellizas! de diez, la actriz de 43 años comenzó hace tres años (impulsada por su profesor de teatro) a grabar videitos en el auto.

“Me tomo con humor los
“Me tomo con humor los temas maternos, los ‘dramas’ maternales cotidianos”

¿Por qué videos manejando? "¡Porque me la paso en el auto! Llevo y traigo niñas todo el día, entrego pedidos, hago de todo, y todo en auto", contó a Infobae sobre los orígenes de este espacio que cuenta miles de seguidores en las redes sociales.

"Yo hacía mucho teatro under, pero como todos los actores quería verme en alguna 'pantalla' y como es muy difícil que te llamen, decidí que me filmaría sola; puse la cámara en el auto y arranqué". Visión de futuro le llaman.

Para ella, las madres la siguen porque se identifican. "Me tomo con humor los temas maternos, los 'dramas' maternales cotidianos . Y está bueno reírte de algo que te aqueja, ¿o no?", casi que pensó en voz alta.

Bernardita Siutti tiene 34 años y tres hijas: Elena de siete años, Amelia de cinco e Inés de tres. En las redes se la conoce como "mami albañil", desde que en septiembre del año pasado comenzó "medio en chiste y medio que no" a subir videos en una cuenta de Instagram, un poco para saciar su hambre de "albañil frustrada". "Siempre hice casi todo en mi casa. Empecé con cosas simples, como colgar un estante y cada vez fui animándome a más. Hasta que un día decidí abrirme una cuenta pensando que en muchos años iba a juntar mil seguidores. Y me sorprendió y todavía me sorprende todo lo que se generó", relató a Infobae.

“Trato de ponerle humor a
“Trato de ponerle humor a los tutoriales que subo porque siento que es un rubro que puede resultar aburrido, y más para una mujer”

Berni cree que las madres la siguen porque encontraron en ella "algo distinto". "Una cuenta en la que aprenden a hacer arreglos pero también se divierten. Trato de ponerle humor a los tutoriales que subo porque siento que es un rubro que tiene mala prensa o puede resultar aburrido, y más para una mujer -reparó-. Pero poco a poco fue cambiando y con el correr de los meses cada vez son más las mujeres que se inspiran en mi cuenta y se animan a hacer cosas en sus casas".

Ximena Bruno creó It Baby Eat en 2015, cuando nació su primer hijo y comenzó a leer e investigar acerca de la lactancia y la alimentación complementaria, y decidió cambiar de carrera y estudiar ingeniería de los Alimentos.

“Antes de ser mamá estudiaba
“Antes de ser mamá estudiaba ingeniería civil y trabajaba en Hidráulica”

A sus 32 años, la mamá de Hachi e Iñaki, de tres y un año respectivamente, considera que el fuerte por el que la siguen es la variedad de información que brinda, "desde qué tipos de comida pueden comer, cómo presentarla, cómo cuidar el tema de las alergias, cuidados a la hora de cocinar, freezar, opciones con muchas verduras y frutas, cómo leer etiquetas e informaciones nutricionales, etc". "Lo bueno es que es comida para toda la familia, no sólo para los bebés, entonces eso simplifica un poco a la hora de cocinar. La idea es que todos comamos lo mismo, y que todos comamos un poco más sano y variado", reflexionó.

La llegada de los hijos como un "antes y después" en común

Las madres y futuras madres
Las madres y futuras madres encuentran en estos espacios un lugar donde compartir intereses comunes (Getty)

Beta Suárez es licenciada en Comunicación y escritora. Tiene una agencia con más de 15 años en el mercado y combina todas sus caras a la perfección. Dice que ama tanto lo que hace que eso, a veces, le juega en contra. "Sin embargo, la maternidad te ordena las prioridades (en el mejor de los casos digo) -observó-. Con el tiempo, noto que hago lo mismo que antes, postergo algunos afanes, pero no los abandono. La maternidad atravesó todo el resto de las facetas que me habitan, pero ya que es lo mejor que me pasó, no lo voy a usar como excusa para no cumplir con mis sueños".

Sobre cuáles cree que son los principales prejuicios que las madres deben vencer, Beta no dudó: "Los propios. Digo, más allá de la situación particular de cada una (social, económica, familiar, etc.) me parece que el prejuicio más grande es la idea de la maternidad que tienen 'chipeada' en la cabeza. Y ahí somos responsables todos, hay que ver qué comunicamos, qué construimos. Por ejemplo, detesto la idea de madre desbordada, no es sinónimo de la maternidad ni es excluyente. Conozco mucho desbordado sin hijo. Pareciera que le estamos diciendo a una mujer que, hasta que no se desborde, no se recibe de madre, y no creo que sea así".

Las tribus, lejos de todo este afuera hostil, son un espacio horizontal muy valioso

Además de periodista, Debbie Maniowicz es socia de Baby Foodie, una marca de comida saludable para bebés y chicos. En su caso -también- "la maternidad lo cambió todo". "Antes trabajaba como periodista en una redacción. Pasé por política, internacionales y sociedad. Cuando nació mi hija sentí la necesidad de hablar de otros temas y vi que en los medios masivos faltaban notas de maternidad que, básicamente, no traten a las madres en diminutivo", relató.

Para ella, espacios como el suyo surgen y tienen éxito porque las madres se sienten "solas e incomprendidas". "Y a esto se suma la mirada de afuera que suele ser poco empática y hasta hostil en muchos casos. Te miran mal si das la teta a un nene de dos años, si le das la mamadera a un bebé, si lo sobreabrigás, si lo tenés en patas, si le das en trozos, si le das papillas, si querés volver a trabajar o si elegís zambullirte de lleno en la crianza -expresó-. Las tribus, lejos de todo este afuera hostil, son un espacio horizontal muy valioso y desde el anonimato que da la web muchas veces nos animamos a preguntar cosas o hablar sin tanto reparo como con un amigo, el pediatra o un familiar".

No son pocas las mujeres
No son pocas las mujeres que tras la llegada de los hijos deciden implementar un cambio en su vida (Getty)

La vida de Felicitas de la Garma dio un giro de 360 grados cuando se enteró de que su primera hija estaba en camino. Parte de los videos que sube a su cuenta son entregando pedidos de Amor chiquito, el emprendimiento de regalos para nacimientos que lanzó cuando quedó embarazada y decidió renunciar al banco en el que trabajaba. Y tras contar que la idea nació porque no quería trabajar ocho horas por día y dejar a su bebé, recordó que hacía un año que había comenzado a tomar clases de teatro. "Algo se estaba despertando en mí", dijo.

Sobre qué cree que tiene de positivo reírse de la maternidad, ella opinó: "Principalmente desdramatizar. Hace que todo sea más liviano. Saber que no sos la peor mamá de mundo, ni tampoco la mejor".

"Me gustaría trabajar más en cine y hacer algo de tele, que nunca hice. Los videos son parte de eso, quién te dice que algún día me ve alguien importante y dice 'esta chica actúa bastante bien', ¡y me lleva al estrellato! Mientras tanto, sigo trabajando", se ríe de sí misma, fiel a su estilo.

Reírse de la maternidad hace que todo sea más liviano

Bernardita Siutti, que define a la albañilería "como una terapia", trabajó toda su vida en cine y publicidad, tenía una empresa propia que alquilaba casas para locaciones. "Fue un trabajo que por suerte me permitió estar mucho tiempo con mis hijas porque hacía home office, podía trabajar en cualquier lado que tuviese una computadora y para mí eso fue lo mejor de todo. A principios de este año decidí vender mi empresa y dedicarme 100% a esto. Fue todo un desafío, pero prioricé varias cosas que me encantan: mi amor por los trabajos manuales y arreglos del hogar, me divierto muchísimo haciendo los videos y me gusta mucho poder compartir todo lo que voy aprendiendo con otras mujeres". Así resumió ella el cambio de aire que decidió darle a su vida.

"Para mí la maternidad está en primer lugar de todo -siguió-. Sé que todo lo que hago es para que mis hijas tengan un futuro mejor, que aprendan y valoren lo importante que 'romper' prejuicios y animarse por ejemplo a hacer cosas que siempre estuvieron planteadas para ser hechas por un hombre".

La inserción de la mujer
La inserción de la mujer en el campo laboral la alejó de sus pares a la hora de criar a los hijos (Getty)

La maternidad cambió la vida de Ximena Bruno "en un 100%". "Antes estudiaba ingeniería civil y trabajaba en Hidráulica. Mi último trabajo fue en la Reserva Natural Costanera Sur dirigiendo el proyecto de restauración de las lagunas. Un trabajo espectacular que involucró muchísimo el cuidado del medio ambiente, áreas que me fascinan. Pero ahora siendo mamá mis tiempos y prioridades son otros, no podría estar todo el día afuera de casa trabajando y después cursando y estudiando", reconoció.

Sobre los principales escollos que -para ella- encuentran las madres al momento de cocinar rico y saludable, consideró en primer término que "hay mucha información diferente, desde las abuelas hasta los pediatras". "Además, las madres de hoy hacemos  mil cosas y quizá no tenemos tiempo para estar todo el día cocinando. Por eso para mí es clave organizarse, hacer un menú semanal, cortar las verduras y frutas y tenerlas a mano, ir una vez por mes a comprar cosas como arroz integral, legumbres, cereales enteros, frutos secos, para que a la hora de cocinar lo más fácil no sea hacer delivery. Cocinar algo un día y reinventarlo al día siguiente a mí me salva", confió.

El sueño del libro propio (hecho realidad)

“Las madres tenemos derechos nació
“Las madres tenemos derechos nació como un hashtag, desde el humor”

Beta Suárez siempre supo que iba a escribir y a publicar libros, mucho antes de saber, por ejemplo, qué quería estudiar, o si quería tener hijos. Fue un proceso natural pero con mucho mucho trabajo detrás. "Si bien me publicaron en una cantidad inmensa de diarios y revistas de todos lados, no tenía libro en la calle, y que además, el primero (porque habrá otros), sea con editoral Planeta, es como un sueño", relató.

"Sentí la satisfacción de saber que se puede. Eso que muchas veces decimos: si trabajás duro, si te preparás, si construís, sos honesta. las cosas llegan. Es muy esperanzador", se sinceró, para pronto reconocer que todo lo que se generó en torno al libro le da "mucha alegría". La cápsula de ropa en Ver con frases del libro la tiene "loca de amor". La idea del contenido trasversal que salta de las hojas para llevarlo en la piel me conmueve desde varios de mis costados: el profesional, el de la escritora, etc". Además, comenzó una gira por el interior también y aseguró que -como siempre- va "por más".

Beta suele decir que una madre que es sólo madre es demasiado para cualquier hijo

Su mismo camino seguirá Bernardita Siutti, quien recibió en febrero la propuesta de la misma editorial para escribir su propio libro de tutoriales de albañilería, con sus "paso a paso" y fotos. "Cuando me llamaron fue todo un acontecimiento, ni yo lo podía creer. Estoy súper agradecida y emocionada de poder hacerlo. Es un libro básicamente para mujeres, una guía de cómo poder arreglar la casa y no morir en el intento", adelantó a Infobae.

Beta suele decir que "una madre que es sólo madre es demasiado para cualquier hijo". Quizá por eso, hoy siente más que nunca eso que cada día intenta transmitir cada vez que encuentra un micrófono (o un teclado) a mano: "Que no sólo tenemos que defender nuestras decisiones como madres, sino también nuestras elecciones como mujeres, entonces, el desafío no es defender nuestros derechos, sino también aprender a disfrutarlos".

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