Jujuy, Salta y Santiago del Estero son las provincias argentinas con las cifras más altas de femicidios en el país, según se dio a conocer en un informe llevado a cabo por la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema.
El femicidio es una de las formas más extremas de violencia hacia las mujeres, es el asesinato cometido por un hombre hacia una mujer a quien considera de su propiedad. El término "femicidio" implica la denuncia de la naturalización de la violencia sexista en nuestra sociedad.
Según datos que se habían dado a conocer en marzo en un informe realizado por La Casa del Encuentro, a partir de casi una década de femicidios registrados en el país, desde el año 2008 hasta el 2017 hubo 2.679 femicidios y femicidios vinculados en el país de mujeres y niñas, y 268 femicidios vinculados de niños y hombres.
El "Registro de Femicidios de la Justicia Argentina", llevado a cabo por la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema, reveló ahora que en el año 2017 se relevaron 251 víctimas directas de femicidios en todo el país. Esta cifra proviene del relevamiento de causas judiciales que se iniciaron entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2017 en las 23 jurisdicciones provinciales y en la Ciudad de Buenos Aires.
Este registro, además, expone la desigual distribución territorial de los femicidios en el país, donde conviven jurisdicciones cuyas tasas duplican el valor nacional, como se muestra en el siguiente mapa. Las provincias en color rojo son las que poseen una mayor tasa de femicidios: Salta, Jujuy y Santiago del Estero.
La situación más terrible ocurre en Salta, con 2,74 femicidios cada 100 mil mujeres. En Jujuy la cifra es de 2,12 femicidios cada 100 mil mujeres, y en Santiago del Estero de 2,10.
Por otro lado, con el color violeta se identifican aquellas jurisdicciones cuyas tasas oscilan entre 1,98 y 1 femicidios cada 100 mil mujeres, mientras que con el color amarillo se destaca a las jurisdicciones cuyas tasas se ubican entre 0,87 y 0,26 femicidios cada 100 mil mujeres.
De esta manera, el Registro de Femicidios de la Justicia Argentina pone en relevancia esta heterogeneidad para que sea tenida en cuenta por el Estado a la hora de diseñar políticas de prevención en materia de violencia de género.
Detalles del informe
Para esta nueva edición se sumaron dos nuevas categorías de víctimas al Registro, que son los femicidios vinculados y vinculados por interposición en línea de fuego. La primera se define como aquellos homicidios cometidos contra una o varias personas (niñas, niños, adolescentes, mujeres, varones, trans, travesti), a fin de causarle sufrimiento a una mujer, mujer trans o travesti.
En cuanto a la segunda, se trata de aquellos casos en que el homicidio se comete contra una o varias personas (niña, niño, adolescente, mujer, varón, trans, travesti) que se interponen o intentan evitar un femicidio. En la edición 2016, se había sumado el relevamiento de los travesticidios y transfemicidios.
Este primer año se han contabilizado 22 víctimas de femicidios vinculados. Estas dos cifras integran el total de 273 víctimas letales de la violencia de género de la República Argentina. La tasa del país es 1,1 femicidios cada 100 mil mujeres, igual a la del año 2016.
Los datos señalan que el 93% de los imputados/sindicados incluidos en las causas judiciales de todo el país eran varones con quienes las víctimas tenían un vínculo o conocimiento previo. Casi en el 60% de los casos eran sus parejas y ex parejas.
El 80% de los femicidios fueron cometidos en espacios privados, sobresaliendo dentro de este total un 71% de los casos en que los femicidios se cometieron en las viviendas de las víctimas. Todos estos datos son cruciales para entender la especificidad de la violencia de género y del tipo de medidas que requiere su abordaje.
Al menos 202 niñas, niños y adolescentes, menores de 18 años de edad, se encontraban a cargo del cuidado de las víctimas de femicidios. Se identificaron al menos 21 femicidios cometidos en un contexto de violencia sexual. Además, se constató que existieron al menos 64 hechos previos de violencia entre víctimas e imputados/sindicados.
En 33 casos se realizó una denuncia formal y en 31 se verificó por otro tipo de actuaciones presentes en las causas judiciales. Sin embargo, es imprescindible tomar con cautela este porcentaje que seguramente sub-registra este fenómeno en atención al bajo número de respuestas obtenidas respecto del total de femicidios.
Con relación a las causas judiciales, el 62% de estas se encuentran en etapa de investigación. En un 5% de los casos se emitió sentencia, y en un 18% se encuentran en etapa de juicio. El 15% restante corresponde a la extinción de la acción por suicidio u otro tipo de muerte del imputado/sindicado. Se deben considerar estos porcentajes teniendo en cuenta que son causas iniciadas en 2017 y que en algunos casos llevan poco tiempo de iniciadas.
En 2017, se relevaron por primera vez las imputaciones presentes en las causas judiciales. Se pudo observar que el 48% de las imputaciones contemplan la violencia de género como agravante. Por su parte, un 29% no contempla los vínculos, ni la violencia de género a la hora de realizar imputaciones por las muertes violentas de mujeres que integran este registro.
En el resto de los casos aparece otro tipo de agravantes que contemplan vínculos y otras. Se considera que esta variable puede ser un indicador de utilidad para sondear la incorporación de la perspectiva de género en el sistema de justicia.
Se identificaron 259 sindicados/imputados. El 54% se encuentra procesado, un 24% se encuentra en carácter de imputado y menos de un 4% fue condenado al momento del cierre de la carga de datos en marzo-abril de 2018. Aproximadamente un 15% se suicidó después de cometer el femicidio. Casi el 68% se encuentran detenido en unidades carcelarias. De este total, el 26% está imputado, el 69% procesado y el 6% restante condenado.
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