Una chica sonríe. Con sus ojos alargados y de un verde azulado observa atentamente un torbellino con piezas de rompecabezas que nace entre las palmas de su mano. Allí, en su mirada, la felicidad, y, entre sus dedos, el enigma. Detrás, los colores, la diversidad.
En la calle Aristóbulo del Valle al 2000, en el barrio porteño de Barracas, se alza un mural que promueve la inclusión en todos los ámbitos y que toma a la diversidad como estandarte. Su autor, un joven artista argentino de 23 años, Sebastián Cener, lo diseñó y buscó transmitir -junto a SAP, que ayuda a las organizaciones a concientizar y promover logros e iniciativas en materia de diversidad de género y equidad en el lugar de trabajo- la realidad de jóvenes con Trastornos del Espectro Autista (TEA), con el objetivo de promover con arte y acción inclusión.
"Cuando me llegó la propuesta y comencé a diseñar los bosquejos, leí la historia una y otra vez, sabía que tenía que usar la imagen de un rompecabezas porque refleja la complejidad del espectro autista, mientras que los diferentes colores y formas representan la diversidad de las personas y familias que viven día a día con este trastorno", explicó Sebastián Cener a Infobae.
A pesar de que el diseño original siempre incluyó las piezas de un rompecabezas, Cener no lograba decidirse: "Primero pensé en un mago, pero me terminó convenciendo la imagen de una chica sonriendo que represente lo compleja, y a la vez simple que puede ser una persona con este trastorno".
Un programa por la inclusión
El autismo afecta el comportamiento de una persona, su interacción, comunicación y aprendizaje. Se llama "Trastorno del Espectro Autista", porque se reconoce un abanico de síntomas distintos, tan distintos como las personas que lo tienen.
"Autism at Work" es el programa que propulsó SAP para incluir jóvenes con TEA en su fuerza laboral. Muchos chicos se mostraron interesados y no dudaron en mandar sus CVs. Para una mejor selección, la organización se unió a la Asociación Argentina de Padres Autistas (APAdeA) con el fin de que el proceso sea adecuado y responsable. Fue así que en noviembre del año pasado se efectivizó a los primeros cuatro empleados.
Con este programa, la organización apunta a que en el año 2020 al menos el 1% de sus empleados a nivel global esté compuesto por personas con TEA.
Magalí-nombre ficticio, ya que la joven prefiere reservar su identidad- fue quien inspiró este mural. Hace unos años, antes de cumplir los 30 años, a esta joven le diagnosticaron síndrome de Asperger, un trastorno del espectro de autismo. El diagnóstico cambió la forma en la que ve el mundo y en la que el mundo la ve a ella.
Mientras que algunas personas dentro del espectro de autismo destacan en áreas artísticas o matemáticas, ella siempre tuvo un talento natural para encontrar patrones en códigos computacionales. Estaba obsesionada con la computación y aprendió mucho por su cuenta. Es por eso que al escuchar que SAP estaba en busca de empleados, no lo dudó dos veces.
Durante el proceso de selección y cuando finalmente se unió a la empresa, abocada a sus tareas, se tuvo que adaptar como cualquier otra persona. Ya había aprendido a lidiar con su sensibilidad auditiva, la cual siempre fue un problema. Su familia y amigos comprendían que no estaba siendo grosera cuando les pedía que bajaran el volumen de la música o que hablaran más bajo, y en el trabajo nadie se burla cuando usa tapones para los oídos.
Nadie se siente incómodo con su necesidad de usar lentes de sol para minimizar el malestar que le causa la luz, incluso en la oficina. En esas situaciones es cuando estar en un ambiente laboral inclusivo hace toda la diferencia.
"Cuando me contaron la propuesta no lo podía creer, es el sueño de todo artista que te inviten a pintar murales, y más con esta razón social como lo es la inclusión y la diversidad en las calles, me movilizó mucho", confesó Cener a Infobae.
Este muro de 10 x 25 metros representa mucho para el joven argentino. “Fue la pared más grande que pinté hasta el momento, me llevó casi una semana y quedé muy contento con el resultado final”, aseguró Cener.
Comunicar a través del arte
Los tiempos cambiaron y con ellos la percepción del street art. "Cuando era chico, no estaba bien visto pintar paredes, incluso te tenías que pelear por el espacio, hoy son muchas las personas que piden un diseño para que les pinte, hay mucha más libertad".
Y nunca pensó que el arte sería una forma de comunicar un mensaje tan poderoso y tan importante como el de la inclusión: "Me sorprendió muchísimo este proyecto, de manera positiva, el mensaje detrás de cada mural es siempre muy importante, pero éste particularmente está cargado de todo un poco, incluso de responsabilidad".
Una ruta de mensajes por Latinoamérica
La propuesta es el comienzo de lo que será un viaje inolvidable para el artista, ya que pintará 20 murales en vía pública en 10 ciudades latinoamericanas, basados en una historia real de empleados con TEA.
"Buenos Aires fue el comienzo de los murales de la diversidad. Voy a estar pintando murales en las ciudades de San Leopoldo, Río de Janeiro y San Pablo, en Brasil; en Santiago, en Chile; Lima, en Perú; Bogotá, en Colombia; San Juan, en Puerto Rico; Ciudad de México; y Miami, en Estados Unidos. Los temas abordados varían en todas las ciudades y forman parte de los cuatro pilares de diversidad propuestos en la organización: inteligencia de género, inteligencia generacional, cultura e identidad y capacidades diferentes.
"Cada vez que me piden que les haga un mural, siempre hay una historia, un por qué. Sin embargo, contribuir a que en las calles se vea este tipo de temáticas, hace que el mensaje sea mucho más poderoso y positivo", concluyó Sebastián Cener.
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