Por Daniela Hacker
Hay una constelación de situaciones de la vida cotidiana de muchas familias que atentan contra el buen estado de la salud bucal de los niños.
La falta de limpieza y de controles odontológicos, las mamaderas con gaseosas, las leches con agregado de azúcar, las golosinas para premiar y entretener desde que tienen menos de un año, son algunas de las causas más usuales que afectan la salud bucal de los niños cada vez más pequeños.
La información y las consultas con odontólogos desde el embarazo o desde el nacimiento de los bebés podrían evitar futuros problemas.
El cuidado comienza durante el embarazo
La salud bucal de los bebés empieza mucho antes de que salgan los primeros dientes y de que los bebés empiecen a comer papillas. "En el hospital vemos casos de chicos menores de 2 años que llegan con la boca en muy mal estado. Esto se debe a que falta mucha educación para las madres que, por ejemplo, les dan gaseosas en las mamaderas o les ponen azúcar a las leches de los chicos muy pequeños", explicó a Infobae la odontóloga Marina Papakiriakidis (MN 27364).
El cuidado de la salud bucal de los bebés comienza cuando nace, por eso es importante que los padres estén informados desde el inicio sobre algunas prácticas importantes. "Los malos hábitos se transmiten, por eso la importancia de que los padres tengan hábitos saludables y que las madres se cuiden desde el embarazo", afirmó a Infobae la odontóloga Alejandra Sicorsky (MN 17738) que recomienda que la embarazada se cepille 2 a 3 veces por día con pasta fluorada y reciba controles con el dentista durante el embarazo.
"Las madres durante el embarazo deben cuidar bien su salud bucal, por eso es importante que la embarazada reciba asistencia dental durante todo el embarazo para evitar la aparición de patologías como gingivitis, periodontitis y caries ya que durante este período hay un aumento de los niveles hormonales que pueden generarlas", afirma Papakiriakidis.
Durante el embarazo, sobre todo el primer trimestre, es habitual que las embarazadas tengas muchas nauseas y vómitos, por ese motivo Papakiriakidis recomienda "enjuagar la boca con agua o cepillar los dientes para eliminar el ácido". Además de "tener una alimentación sana y nutritiva, beber mucha agua y consumir lácteos. Una dieta rica en calcio, proteínas y vitaminas A, C y D ayudan a que los dientes del bebé crezcan sanos".
Los primeros meses del bebé
"El cuidado debe realizarse desde el momento del nacimiento por el sistema dedo-cepillo, que consiste en lavar las encías del recién nacido con el dedo de la madre cubierto con una gasa húmeda después de alimentarlo y antes de dormir (el agua debe estar hervida y fría). Otros cuidados radican en el retiro de la mamadera cumplido el año, no darles besos a los bebés directos en la boca y evitar soplar los alimentos", explicó Papakiriakidis. Y brindó como ejemplo, cuando la mamá chupa el chupete al caerse al piso para luego ponérselo al niño o probar la comida con la misma cuchara.
Además, la odontóloga señaló que: "Con la erupción de los primeros dientes, la gasa se deberá cambiar por el dedil o cepillo de goma y al erupcionar los primeros molares temporarios cambiar a un cepillo de cerdas suaves sin pasta. Es importante aclarar que la pasta se incorpora en el momento en que el niño pueden enjuagarse".
"La alimentación es fundamental", explica Sicorsky. "Las golosinas deberían ser una excepción pautada y ordenada. No se deberían dar a los niños diariamente, ni tampoco como premios". Además, agrega, nunca hay que mojar los chupetes en gaseosas u otras bebidas para calmar o entretener a los chicos.
La lactancia resulta fundamental
"La lactancia es un punto importante en el crecimiento y desarrollo de los maxilares de los bebés. Un estudio publicado en la revista Pediatrics demostró que bebés amamantados exclusivamente durante los primeros 6 meses de vida son un 72% menos propensos a sufrir maloclusiones", afirmó la odontóloga Marina Papakiriakidis.
"Cuando se pone el bebé a tomar el pecho, al tener que succionar con más fuerza, se desarrolla mejor los huesos de la mandíbula. Y lo ideal es que tenga la cabecita un poco elevada. En el caso de los bebés que toman mamadera, se recomienda que el agujerito sea chiquito para que el bebé haga más fuerza al succionar", agrega la odontóloga Sicorsky. "Otros factores que influyen sobre la posición dentaria son el uso del chupete y el hábito de chuparse el dedo", explicó Papakiriakidis.
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