Elegancia, acento francés y un sofisticado estilo informal brindaban el sello personal de lo que fue durante 25 años un rincón que fusionaba el encanto de la cocina francesa con el misticismo del fulgor porteño. El restaurante La Bourgogne de Buenos Aires, ubicado en el Alvear Palace Hotel, en pleno barrio de Recoleta, sinónimo de lujo y buen gusto, tiene fecha de vencimiento: se prepara para su última cena y para darle la bienvenida a un nuevo concepto gastronómico.
El majestuoso chef francés Jean Paul Boundoux, responsable de un fino restaurante de gastronomía VIP, develó su congoja y pesar por la desaparición de un espacio histórico. Entre lamentos y nostalgia, expresó que "La Bourgogne fue un clásico porteño durante 25 años", que "Buenos Aires se volvió mi ciudad y el porteño, mi familia" y que prefiere ser positivo y evitar la negatividad, porque "La Bourgogne sigue viva".
Boundoux nació el 7 de noviembre de 1948 en la localidad francesa que le presta el nombre al restaurante. En Punta del Este abrió el primero en la región, a fines de 1979. En 1993 se mudó a Buenos Aires para fundar uno de los recintos gastronómicos más elitistas y refinados del país, emplazado en el interior del mítico hotel Alvear. Desde allí desplegó un menú de alta gastronomía francesa que fue históricamente su épica y que hoy fomenta su despedida.
Porque una de las razones del cierre de La Bourgogne es su cocina importada. "Los dueños del hotel decidieron no renovar el contrato con el chef francés: fue algo en común acuerdo ya que están en búsqueda de un nuevo concepto gastronómico más ligado a la cocina local de carnes grilladas, por considerar que se acerca más a la demanda actual de los turistas", respondieron fuentes allegadas al consorcio del hotel.
"Fueron 25 años de dedicación, pasión y amor en la cocina. No tengo palabras, me duele mucho, pero a estas decisiones hay que aceptarlas y tomarlas con espiritualidad y no empezar una guerra empresarial", se consoló el chef en diálogo con Infobae.
La última cena
El 14 de julio se realizará el último servicio del restaurante La Bourgogne, en conmemoración a la Revolución Francesa. Será la despedida de lo que fue un ícono de la gastronomía de elite en Buenos Aires, gestionada y construida a manos de la leyenda del chef francés Jean Paul Boundoux.
La cocina administra técnicas francesas, desarrolladas por un equipo de jóvenes profesionales que privilegian la excelencia y la calidad del producto. El sitio presume ser un lugar único para disfrutar de exquisitos vinos seleccionados por un sommelier experto. Con temperatura controlada, esta sala de degustación guarda una fina colección de más de 650 etiquetas de todo el mundo.
"Argentina ahora busca su identidad, su cocina y me parece perfecto. La comida francesa fue por años la preferida, igual que la repostería francesa. Todos los chefs que conozco siempre pasan por Francia, van a aprender la base allá. Y después vienen a su país", había explicado el chef en su momento.
Por sus salones desfilaron las figuras más importantes del país y del mundo, quienes se sentaron a la mesa de Jean Paul para disfrutar de delicias francesas inspiradas en la escena porteña. El ingreso requería código de vestimenta y ofrecía una carta exclusiva en la que destacaba los platos de cocina francesa, además de carnes como cordero, ciervo, conejos y patos. Ofrecía, también, una extensa carta de vinos y champagnes de bodegas internacionales de cosechas exclusivas.
El adiós a un clásico
"La Bourgnone está y estará para siempre en todas partes, hoy nos vamos del Alvear pero seguimos con nuestros proyectos en diferentes partes del mundo", enfatizó el profesional francés, asimilando la despedida.
"Buenos Aires fue mi casa y el porteño, mi familia durante 25 años. Tomo esta decisión con mucha calma ya que no está en mí el odio. Lo cierto es que La Bourgnone seguirá funcionando y ya veremos cómo seguir en Buenos Aires", concluyó Jean Paul Boundoux.
Desde el hotel ya anunciaron que tiene prácticamente definido cómo se llamará el nuevo restaurante y cuál será su menú. Estará operativo una semana después del adiós de la última cena de La Bourgnone, con una propuesta protagonizada por el componente gastronómico de la carne argentina, una demanda de los huéspedes nacionales y extranjeros. Cambiarán las mesas y los uniformes de los mozos. Donde hubo un elegante restaurante orquestado bajo la consignas de un célebre chef francés, habrá desde fines de julio una moderna cocina de comidas autóctonas.
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