Por Graciela Gioberchio
Recorrer locales de ropa e indumentaria y encontrar prendas adecuadas para cualquier talle y cuerpo sigue siendo una quimera en la Argentina. Tras casi veinte años de idas y vueltas, y aunque existen actualmente en la Argentina doce leyes -entre provinciales y municipales– la disparidad y disponibilidad de los talles de indumentaria es aún uno de los grandes problemas que mujeres, y también hombres, de todas las edades, enfrentan a la hora de vestirse.
El concepto de belleza que muchas veces impone la moda, con modelos muy flacas o retratadas con efecto del photoshop, es cada vez más resistido y combatido. La tendencia, que crece en el mundo y en la Argentina, busca que la ropa se adapte a los cuerpos de cada persona y no al revés.
Sobre todo en tiempos en donde las modelos denominadas plus size – aún de manera esporádica- llegan a las portadas de revistas, publicidades y desfiles, pero hacen falta más acciones para que los negocios se llenen de ropa con medidas reales.
Sharon Haywood, fundadora y directora de la ONG AnyBody Argentina con presencia global, sintetizó a Infobae la consigna de la lucha que la organización no gubernamental impulsa por la diversidad corporal y el derecho a vestirse: "No queremos que se glorifique un solo cuerpo, sea gordo o flaco. En las publicidades y en las vidrieras queremos ver distintos tipos de cuerpos, simplemente porque todos tenemos un cuerpo distinto y merecemos representación en los medios y la industria de la moda"
"No trabajamos ese talle";"Se estira con el uso", "Es así apretadito", "Es el único talle que tenemos" o "Talles más grandes no entran en esta marca", son las respuestas latiguillos que a diario se siguen escuchando en los locales de ropa e indumentaria femenina -especialmente- y masculina también.
La Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires las reunió en la campaña "Los modelos somos nosotros" realizada por los alumnos de la carrera de Publicidad de la Universidad del Este de La Plata.
Las frases se repiten porque las normas vigentes no se cumplen, no se prevén controles y tampoco se fijan multas.
Siete de cada diez personas, en su mayoría mujeres, adolescentes y adultas, aseguran que tienen problemas para encontrar prendas de su talle en la Argentina.
Muchas leyes, diferentes entre sí
Buenos Aires es la provincia que tiene la ley de talles más antigua, es la Ley número 12.665, y fue aprobada en 2001 y reglamentada en 2005. Años después, la Ciudad de Buenos Aires tuvo su Ley 3.330 aprobada por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En 2006 la provincia de Entre Ríos obtuvo su propia ley de talles: es la 9.703. Ese mismo año se sumó la provincia de Santa Cruz con la Ley 2.922.
En 2007 fue sancionada una ley de talles en la provincia de Santa Fe con el número 12.841.
Un año después, la Legislatura de la provincia de Corrientes sancionó la Ley 6.003. En 2012, la Legislatura de la provincia de Río Negro aprobó la Ley 4.806. Y ese año, en la provincia de San Juan comenzó a regir la Ley 8.323.
En 2013 fue sancionada la Ley 8.579 en la provincia de Mendoza. También ese año una norma sobre talles, la número 7.273, fue aprobada en la provincia de Chaco.
Al año siguiente, la Ley 2.793 entró en vigencia en la provincia de La Pampa. Y en 2015, Córdoba fue la última provincia en sumarse con la Ley 10.302.
Estas doce leyes difieren en la cantidad de talles exigidos, en el sistema de normas que toman como referencia y en quienes recaen las exigencias (comerciantes o fabricantes, o ambos).
En síntesis, no funcionan. En todas las jurisdicciones hay quejas, tanto de los consumidores porque no se aplican ni controlan, como de las empresas de confección porque aseguran que tantas leyes diferentes entre sí "generan perjuicios económicos y logísticos a la hora de enviar los productos a las provincias", dijeron a Infobae en la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI).
En septiembre de 2013, un proyecto de Ley Nacional alcanzó media sanción en el Senado, pero al superar el tiempo establecido para que sea tratado en Diputados, perdió estado parlamentario y todo quedó en foja cero.
Ahora, la Fundación Mujeres en Igualdad (MEI) y AnyBody Argentina, que desde hace años reclaman una Ley Nacional de talles, vuelven a instalar el debate sobre la necesidad de sancionar una normativa coherente, inclusiva y que se cumpla.
"Es preciso convocar a todos los sectores –fabricantes, comerciantes, diseñadores– para realizar un diagnóstico serio de la problemática. Necesitamos consensuar una ley que se pueda cumplir", afirmó en diálogo con Infobae, la directora ejecutiva de MEI, Monique Altschul. Y agregó que "la ley nacional será el paraguas necesario para homogeneizar la normativa en todas las provincias".
"Cuando hablamos de una ley coherente nos referimos a una norma que se aplique siempre, no importa en qué provincia. Una ley que normalice los talles para que un 44, por ejemplo, tenga las mismas medidas en Buenos Aires, Río Negro o Corrientes", explicó a Infobae, Camila Papa de AnyBody Argentina, entidad que llevó el reclamo a la plataforma Change.org, donde la solicitud de una ley nacional ya tiene 5 mil firmas.
Lograr el apoyo de la sociedad
"También estamos impulsando diferentes actividades en ferias, exposiciones y eventos masivos para mantener el tema en agenda, mostrar la diversidad corporal en los medios y la industria de la moda, y lograr el apoyo de la sociedad, siempre apuntando a eliminar estereotipos físicos que puedan perjudicar la salud y prevenir enfermedades como la bulimia y la anorexia", destacó Papa.
Consultado por Infobae, el médico y especialista en nutrición y obesidad Alberto Cormillot, se mostró partidario de realizar acciones para alcanzar el apoyo social. "Teniendo en cuenta que no somos un país apegado a las leyes, sencillamente porque no se inculca la obligación de hacerlas cumplir, y como justo reclamo que es, la ley de talles requiere, además de la norma en sí misma, una gran presión social y empoderamiento del respeto y el cuidado de la salud que merecen nuestros cuerpos".
Y en esa línea, dio como ejemplo la prohibición de fumar en lugares cerrados, que en el país obtuvo el sostén de la sociedad en el marco de campañas contra el tabaquismo y a favor del aire puro.
"Nos sumamos al reclamo de una ley nacional de talles que incluya a hombres y mujeres de todas las edades y permita ordenar y hacer cumplir las normas en cada provincia. Pero también nos sumamos para generar conciencia en los consumidores respecto a los derechos que los asisten en este tema, basados en la protección de la salud e integridad, en la libertad de elección y en un trato digno y equitativo", recalcó el defensor adjunto del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, Walter Martello.
Estudio antropométrico para la futura ley
En los últimos años, en la Cámara de Diputados fueron presentados varios proyectos, entre los que figuran las iniciativas de Marcelo Wechsler (PRO), Victoria Donda (Libres del Sur) y Blanca Rossi (Unión por Córdoba).
La diputada Donda, quien elaboró su proyecto junto con la ONG AnyBody, le dijo a Infobae que el año pasado en la Comisión de Defensa del Consumidor de Diputados "se logró unificar un texto de consenso entre los diputados que hemos presentado proyectos. Esperamos que ese acuerdo se mantenga y se avance lo más rápido posible".
La legisladora señaló que el proyecto de ley prevé contar con un mínimo de ocho talles (cuatro para arriba de la medida estándar y cuatro para abajo) y otorgar diferentes plazos a las empresas para que puedan cumplir la ley en tramos, sobre todo a las pymes y micropymes para que no les resulte costoso.
Y, fundamentalmente, la iniciativa establece que la tabla de talles se diseñe a través del Primer Estudio Antropométrico Nacional que está realizando el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). Con un escáner 3D, se busca relevar una muestra de 12 mil personas de distintas regiones del país para caracterizar el cuerpo actual de los argentinos, no solo el promedio sino todo el rango posible.
Los especialistas del INTI sostienen que a nivel internacional más de 60 países cuentan con este tipo de estudio. La falta de este insumo técnico en Argentina permitió, de alguna manera, que las empresas definan sus talles utilizando escalas diversas como L, M, S o bien 1, 2, 3 o bien el que la firma considere siempre en base a medidas de otros países y no al cuerpo argentino. Esto genera mucha confusión entre los consumidores porque, incluso dentro de una misma marca, se usan distintos sistemas de identificación.
En tanto, en la CIAI hicieron hincapié en que "toda la población tiene derecho a acceder a las prendas de moda que mejor se adapten a su cuerpo y estilo de vida" y remarcaron que a la hora de discutir sobre la ley de talles a nivel nacional "es imprescindible que se avance en el estudio que está realizando el INTI y se respeten las particularidades del sector: las escalas productivas de las empresas y los segmentos de consumidores objetivos de cada firma".
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