Más de 100 personas trabajan en la creación de Amaluna, una magnífica obra de Cirque du Soleil que le otorga un lugar protagónico a la mujer. Con un elenco compuesto en su mayoría por mujeres, el flamante espectáculo incluye también la musicalización a cargo de una banda musical íntegramente femenina.
En tiempos de igualdad de género y por primera vez en el Cirque du Soleil, el elenco de un espectáculo tiene un 70% de mujeres en escena. Se estrenó en 2012 en Montreal bajo la mirada del director Diane Paulus. La historia original nace de la combinación de mitos griegos y literatura de Shakespeare.
En una entrevista exclusiva con Infobae Brittany Urbain, gimnasta y acróbata del Cirque du Soleil, revela los secretos de la vida de una artista de circo. Cómo descubrió su pasión con tan solo cinco años y cómo llegó a ser la artista que es hoy.
Con el objetivo de empoderar a las mujeres, Amaluna representa el trabajo y a las mujeres audaces situadas en una isla guiada por los ciclos de la Luna y gobernada por la reina Próspera. Allí, se desarrolla una historia de amor, entre la hija de la reina y un valiente joven desconocido llamado Romeo.
Las grandes diosas del mundo se reúnen a presenciar la ceremonia de la niña Miranda por su mayoría de edad, un ritual que honra la femineidad, la renovación, el renacimiento y el equilibrio que marca el cambio generación.
El detrás de escena del romance acrobático en las alturas y el agua
A la carpa trasera -detrás de la clásica azul y amarilla donde se hace el show-, la conforman un enorme gimnasio donde practican los números, una sala de masaje, camarines, un espacio de relax con televisión donde los artistas observan detalladamente cada show o ensayo que realizan.
Los actos del espectáculo se llevan a cabo en cuerdas aéreas, un trampolín doble, barras asimétricas y en un aro y cuenco de agua.
En la actuación sobre barras asimétricas, el grupo de mujeres que representan el Amazonas en la obra, al que pertenece Urbain, se roba todas las miradas, completamente vestidas de llamativos trajes rojos y colas de caballo, volando y saltando por aires.
Mérédith Caron es la responsable del vestuario de los artistas en el espectáculo. Existen más de 130 trajes hechos de aproximadamente 800 materiales distintos. Inspirados en la isla misteriosa de la trama, como un punto de encuentro entre el este y el oeste del mediterráneo, Caron creó una estupenda combinación de lo antiguo y moderno de las culturas.
De cada traje hay tres iguales de cada uno por cualquier eventualidad y gigantes maquinas de lavar ropa que todas las madrugadas se ocupan de las prendas de la noche anterior. En el detrás de escena se puede observar gente siempre atenta al cuidado de las mismas.
La composición de la banda sonora a cargo de Dubuc y Lessard, más conocidos como Bob y Bill, otorga a esta historia un sonido contemporáneo. Por primera vez, el circo eligió un grupo de música conformado exclusivamente por mujeres, para hacer honor a la temática principal de la historia: "El empoderamiento de la mujer".
Sin grandes maquinarias o escenografías, el enfoque principal está puesto en la destreza física de los artistas. A través de una colorida fusión de acrobacia, música y poesía, el espectáculo se ocupa de resaltar las fortalezas, el trabajo y la belleza de la mujer, como así también su tierna sensibilidad.
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