Según los resultados arrojados en un estudio a través de una encuesta a 5705 personas de 96 países, aquellas personas que fueron engañadas, en última instancia, desarrollan una mayor confianza en sí mismos. La investigación sugiere que éstos en realidad "ganan" en la vida a largo plazo.
Diego Luparello, psicoanalista y expresidente del Claustro de Analistas en Formación de la APA, explicó a Infobae su interpretación desde la experiencia clínica: "Las personas que enfrentan pérdidas en su vida, situaciones de frustración y dolor, como puede ser una separación o engaño, suelen capitalizar esa experiencia para mejor".
Entonces, si bien atravesarlo suele ser en la mayoría de los casos una experiencia devastadora a nivel emocional y físico, el resultado general suele ser el crecimiento propio.
Inteligencia de apareamiento y maduración
El estudio descubrió que en realidad hay bastantes beneficios respaldados científicamente para aquellos que fueron engañadas, principalmente porque ya no están con una pareja infiel, sino también porque finalmente crecen a partir de la experiencia y aprenden a elegir mejores compañeros en el futuro.
Según uno de los autores del estudio, el doctor Craig Morris, "quien pierde a su pareja por otro pasará por un período de dolor y traición posterior a la relación. Sin embargo, saldrá de la experiencia con una mayor inteligencia de apareamiento que le permitirá detectar señales en futuros compañeros".
El estudio informa que de seis meses a un año después, quienes fueron engañados desarrollaron una inteligencia emocional más alta, además de una mayor confianza en sí mismos.
En cuanto a aquellas experiencias que han podido ser superadas con éxito Luparello advirtió: "Contrariamente a lo que suele pensarse, una herida narcisista como lo es ser víctima de un engaño, puede ser una oportunidad de maduración".
Según la investigación, mujeres informaron que luego de ser sorprendidas por una infidelidad se volvieron más conscientes de cómo otras mujeres interactúan con su pareja, tienen más confianza en sí mismas y una mayor autoconciencia e independencia en general.
Esencialmente, según el especialista, aquellos que fueron engañados desarrollan habilidades de detección, lo que significa que su próximo compañero probablemente los tratará mucho mejor.
Los investigadores también descubrieron que una nueva relación con comienzos en la infidelidad tiene pocas probabilidades de durar."La lógica y la evidencia anecdótica sugieren que estas relaciones no serán exitosas a largo plazo en la mayoría de los casos", afirmó la investigación.
Conocer los límites y la fragilidad
Según el pscicoanalista, vivimos en una cultura que tiende a sostener la ficción de un yo ideal, ante el cual todos nos vemos compelidos a estar orientados donde las experiencias dolorosas son reales, imposibles de evitar, y permiten un ajuste más realista de los límites y la fragilidad.
“Ser engañados nos permite conocer nuestras reales limitaciones, y romper con la ilusión infantil narcisista que nos exige reconocimiento constante”
Por supuesto que existen situaciones de todo tipo, y quizás las más traumáticas no son fáciles de superar. Sin embargo, existe un gran abanico de rupturas y engaños que no son tan lesivos para el sujeto, y son éstas las que permiten un ejercicio de tolerancia a la frustración y maduración.
Cuando una pareja logra recomponerse de una infidelidad, se fortalece el vínculo. "De alguna manera, esa crisis o el descubrimiento o revelación de una infidelidad hace que los personajes toquen fondo y muchas veces en ese estado de angustia puedan tener conversaciones que nunca antes tuvieron o hablar con altos niveles de sinceridad y profundidad", explicó a Infobae Gabriela Rougier, psicóloga especialista en terapia de parejas.
Según la especialista, la relación previa a la infidelidad deja de existir y el desafío se convierte en atravesar la crisis o perdonar y construir una segunda relación más profunda y sana.
Factor de resiliencia
Encontrar las herramientas y la fortaleza interior es lo que empuja a los personajes de una historia de infidelidad a volver a sentirse bien, para volver a disfrutar y confiar. La personalidad del engañado se convierte en más perceptiva en cuanto a las emociones propias y ajenas.
"No se trata de ser más inteligente intelectualmente, sino de tener la capacidad de estar en mayor contacto con las propias emociones y las de los demás", advirtió Rougier.
En psicología, el factor de resiliencia es la capacidad de salir fortalecido de situaciones adversas. "Hay personas que lo tienen y otras que no. Existen aquellos que pueden quedar dañados para siempre y así afectar sus relaciones futuras. Y otros, que se convierten en más fuertes y sabios, conectados con su emoción, experiencia y aprendizaje", concluyó.
SEGUÍ LEYENDO: