"Todas estamos capacitadas para tener un orgasmo, es cuestión de reconocimiento y aprendizaje". Así, con su aseveración, la médica especialista en sexología clínica y tocoginecóloga Silvina Valente y la psicóloga especialista en sexología clinica María Ester Antelo llevaron tranquilidad a muchas mujeres que creen tener una disfunción sexual y muchas veces el problema es mucho más fácil de resolver.
Según detallaron las expertas de la sección Sexología de la División Ginecología del Hospital de Clínicas, "en la experiencia orgásmica operan lo biológico, lo psicológico y lo social". En ese sentido, "llegar al orgasmo y vivirlo de forma placentera está en relación con el equilibrio, con la forma en que interactúan estas tres dimensiones constitutivas de todo individuo".
El orgasmo es más que la reacción física durante el encuentro sexual
De acuerdo con las especialistas, un orgasmo es único para cada persona. "Es importante aprender a vivenciarlo por fuera del relato de los otros o del preconcepto social", explicó Valente.
"El orgasmo es más que la reacción física durante el encuentro sexual -señaló Antelo-. La actitud, el desarrollo de la sexualidad, el erotismo, el encuentro con el otro van generando el camino para que se consiga el correlato placentero en el orgasmo. Esto se logra acompañado de la riqueza de vivencias a la que apunta la sexualidad y que no se circunscriben al momento del coito. Comienzan incluso con el primer mensaje de la mañana".
Y tras asegurar que "es muy importante para la mujer conocerse y conocer sobre su propia respuesta sexual", la médica ahondó: "Hay que permitírselo y no demandarlo en el otro, no traspasar esas expectativas acerca de alcanzar el placer gracias a lo que la otra persona haga. Es importante el aprendizaje de nosotras con nuestros cuerpos".
Por su parte, Valente señaló que son frecuentes las consultas de mujeres que "creen ser anorgásmicas o que no tienen la capacidad de sentir placer en el coito". "Cuando comenzamos a trabajar con ellas descubrimos que en realidad tienen orgasmos, pero no los experimentan como tales", destacó.
Son frecuentes las consultas de mujeres que creen ser anorgásmicas o que no tienen la capacidad de sentir placer en el coito
Para ella, lo que ocurre es que "se espera otra cosa, se busca una explosión de fuegos artificiales interna con la que generalmente se representa al orgasmo femenino y en realidad su cuerpo tiene otra sensación, totalmente distinta, que ellas no logran reconocer".
Y brindó una recomendación que parece resultar vital en la cuestión. "La clave del orgasmo es la pérdida de control. En eso radica todo el sentido. Si una se pone a analizarlo, en un orgasmo no sabe si es gorda o flaca, si está acostada o parada, si esta estirada o echa un bollito, no sabe absolutamente nada. Se pierde, por unas milésimas de segundo, el control de la corporeidad, que es tan consciente en la excitación. Hay que permitirse perder el control; es probable que muchas mujeres no quieran, o no puedan pasar por la experiencia con total libertad y sin prejuicios. La experiencia placentera va ligada a si me dejo llevar por lo que siento o si estoy alerta a ver qué me pasa, pensando cómo me veo, cómo luzco en este momento, qué imagen estoy dando, qué siento a nivel físico y si al otro le gustará o no".
Por otra parte, ambas profesionales coincidieron en que "hay que deconstruir la mirada sobre la mujer. Lo que expresa a la mujer en su totalidad no es la vagina, que se asocia con la maternidad y se valora en función de la capacidad del hombre de poder penetrarla. La vulva nos liga a nuestro cuerpo, la diversión y el placer, el clítoris es el único órgano del cuerpo humano destinado exclusivamente al placer, porque ni siquiera el pene del hombre tiene esa única función".
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