El microondas es uno de los aparatos eléctricos más utilizados en la cocina, debido a su practicidad y a la rapidez con la que se calienta la comida. Sin embargo, hay fervientes opositores a su uso, y diversos mitos que giran a su alrededor.
Son muchas las inquietudes que despierta: que los microondas destruyen los nutrientes de los alimentos, que los recipientes en los que se calientan los alimentos agregan químicos a la comida o que la radiación provoca cáncer.
Infobae dialogó con la nutricionista Agustina Murcchio, para indagar sobre estas problemáticas que inquietan a los usuarios: "Hay varias controversias con el tema, no hay mucha información. No siempre se pierden los nutrientes de la comida, depende de cómo se cocina. Eso pasa también con lo hervido".
Desde sus comienzos, en la década del 60, científicos han investigado los posibles efectos que puede tener dicho equipo en el contenido nutricional de los alimentos. Un estudio publicado en The Journal of Agricultural and Food Chemistry reveló que cuando se cocinan vegetales en el microondas se mantienen todos los nutrientes excepto la vitamina C, que tampoco permanece si los vegetales se hacen al vapor o al horno.
Por otro lado, se demostró que la cocción con microondas produce la menor pérdida de antioxidantes en 20 verduras en comparación con la cocción a presión, la cocción directa al fuego o la fritura.
Con respecto al omega 3 del pescado, los estudios señalan que las pérdidas del nutriente son mayores si se calienta en microondas que si se fríe, pero los especialistas coinciden en que al freír se añaden grasas dañinas y, por tanto, resulta menos saludable que la primera vía. Le toca a uno, entonces, como usuario, escoger qué método empleará en cada plato.
Una de las dudas más recurrentes es acerca de la cocina y los recipientes que se utilizan, ya que estos agregan químicos a la comida durante su cocción, especialmente los que son de plástico y los que se usan para envolver o tapar alimentos.
Otra de las investigaciones, realizada por científicos de la Escuela de Medicina de Harvard, reveló que cuando se fabrica este tipo de contenedores para utilizar en el microondas, se verifica estrictamente que no se filtren cantidades inseguras, y solo aquellos que pasan las pruebas son los que están autorizados para usarse en microondas.
Pero el mito más preocupante es el que relaciona este aparato con el desarrollo de cáncer. Un nuevo estudio que abordó esta cuestión afirmó que las radiaciones producidas son como aquellas que están por todas partes en cantidades variables, ya que se trata de energía que se desprende de las cosas más cotidianas: el sol, un fogón, los electrodomésticos, los rayos X, el móvil, las computadoras y hasta las radios. Siempre estamos expuestos a una radiación de fondo natural.
En cuanto al cáncer, hasta ahora no hay evidencia que indique que cocinar en microondas provoque este mal o aumente las probabilidades de padecerlo. Además, se señaló que la exposición a la radiación de microondas no mostró ningún signo de aumento del riesgo de cáncer en ratones albinos suizos.
"Son muchos los mitos en torno a este aparato que es muy útil para agilizar el tiempo. Aunque siempre es recomendable que la comida sea fresca, el uso del microondas no tiene relación con la pérdida de nutrientes", concluyó la nutricionista.
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