Va más allá de su elección alimentaria. No comen carne, ni consumen en su vida ningún producto de origen animal. Tampoco usan nada en cuya elaboración haya habido testeo en animales. Son veganos. Se trata de un "escalón" más evolucionado del vegetarianismo. Lo suyo no es una dieta, es una filosofía de vida. No conciben la idea de un mundo en el que el otro sea tratado de manera desigual; y ese "otro" incluye a los animales.
En ese contexto, resulta muy difícil para ellos tener relaciones sexuales y más aún proyectar un vínculo duradero con alguien que no comparta su manera de entender la vida.
No lo buscan, sucede de ese modo. Naturalmente no les atraen las personas que -en sus palabras- "aún no lograron ver las consecuencias de sus actos".
Los veganos no conciben la idea de un mundo en el que el otro sea tratado de manera desigual; y ese “otro” incluye a los animales
Infobae recopiló las experiencias de cuatro veganos -dos mujeres y dos hombres-, a quienes consultó sobre si el hecho de que los veganos gusten de tener sexo sólo con veganos tiene que ver con parte de su filosofía de vida o más con la coyuntura de que comparten espacios, así como cuál es el principal rechazo que les genera intimar con alguien que come carne, o cuáles son las diferencias que perciben entre tener relaciones con un vegano y con un no vegano, entre otros tópicos.
Roxana, 47 años: "Mi marido comía carne y juntos nos hicimos veganos"
La mujer fue primero vegetariana por diez años y reconoce que fue la dificultad en el acceso a la información lo que la llevó a demorar su elección final, que ya lleva otros casi diez años. "No se sabía mucho en esa época, yo sólo sabía que no quería comer animales", comenzó a relatar a Infobae.
"Estuve de novia con un chico vegetariano y ahí aprendí a cocinar; después con la llegada de internet empecé a informarme más sobre el veganismo, y al poder observar más ampliamente todo lo que incluye la explotación animal decidí hacerme vegana", relató.
"Después de separarme de este chico, al poco tiempo conocí a quien hoy es mi marido. Él no era vegetariano, empezamos a conocernos y yo inmediatamente le conté cómo era mi forma de pensar con respecto a los animales y por suerte él enseguida hizo la conexión y juntos empezamos a ser veganos; él empezó directamente en el veganismo porque yo le pude brindar más información de la que había tenido yo diez años antes".
El tema de las relaciones íntimas, para ella, "va más allá de lo que el otro coma. Cuando yo conozco a alguien y me enamoro, me enamoro de un conjunto de cosas, no solamente de lo físico, sino de su forma de actuar, de pensar, de manejarse en la vida, de sentir las cosas y de ver el mundo. Es una serie de valores de los cuales uno se enamora y llevan a tener conexión con esa persona".
Yo veo al veganismo como un movimiento en contra de la explotación animal en todos sus aspectos, más allá de lo que es la alimentación
"Yo veo al veganismo como un movimiento en contra de la explotación animal en todos sus aspectos, más allá de lo que es la alimentación, como una forma de ver al otro como igual, y este 'otro' incluye a los demás animales -explicó-. Se trata de no vernos como el centro del universo y creer que todo lo demás está a nuestro servicio".
La suya -en sus propias palabras- es "una posición absolutamente antiespecista, o sea, cero discriminación hacia el otro por más que sea diferente a nosotros (en este caso sea de otra especie, pero de igual manera ocurre con diferentes etnias, géneros, etc.)".
"En ese sentido, me sería muy difícil congeniar con alguien a quien el sufrimiento ajeno no le importa y que prioriza su placer por sobre la vida de los demás. No podría tener ningún tipo de conexión con alguien que no es empático hacia el otro, en este caso estamos hablando del veganismo, pero me pasaría igual si conozco a alguien que me cuenta que atropelló a una persona y la dejó tirada en la calle. O sea no podría enamorarme de alguien que es tan frío con los demás", reflexionó.
Roxana lleva cerca de diez años junto a su pareja (casi cinco de casados) y aseguró: "Si yo le hubiese contado lo que sufren los animales, y él hubiera insistido en no cambiar su estilo de vida, yo no habría podido seguir a su lado porque no lo vería como un compañero de vida. Tendríamos diferencias que van más allá de si a mí me gusta la playa y a él el río; se trata de diferencias muy importantes, de ideales de vida".
"Me casé casi a los 40 años, buscaba un compañero para la vida y necesitaba alguien que tuviera ideales similares, con quien poder compartir la vida, además de la cama".
Es importante poder entender al veganismo como algo más global, como una concepción de la vida
Y finalizó: "Me resulta muy difícil poder sentir piel con alguien que no es empático con los demás, que es egoísta o al que sólo le importa su propia persona, por eso digo que el veganismo es mucho más que sólo lo que alguien pueda llegar a comer. Es importante poder entenderlo como algo más global, como una concepción de la vida. Como suele decirse, nuestras acciones nos determinan y por eso a la hora de elegir un compañero necesitaba que tenga mínimo esa base, si no, no me hubiera podido sentir conectada en ningún ámbito".
Sebastián, 34 años: "Hay muchas mujeres en el mundo; por eso, si son veganas, mejor"
Sebastián fue primero vegetariano por 15 años, y lleva cuatro de vegano. Para él, tener relaciones sexuales sólo con personas que comparten su filosofía de vida "es un derivado del comportamiento del vegano".
"Como además de no consumirla personalmente, lo que no se quiere es fomentar el consumo de carne. Sería un problema salir con alguien que a la hora de comer sí elija ese tipo de alimento", dijo a Infobae el profesor de educación física y personal trainer.
"Me pasó de estar en una cita yo comiendo alimentos de origen vegetal y mi compañera carne y pensar que a futuro yo no iba a ir a comprar carne ni tolerar que ella lo haga", reconoció el joven, quien admitió que "los filtros se hacen más grandes cuando uno busca determinadas características en las personas".
Sobre si se restringen las posibilidades de conocer gente, precisamente por los "filtros" que las candidatas deben pasar, dijo que el 95% de las personas que lo rodean no son veganas, pero que al momento de compartir algo más privado se pone más selectivo.
Y tras recordar que en su etapa de vegetariano consumía lácteos, huevos y demás derivados de origen animal, Sebastián aceptó que "en esa época no era consciente y hasta pensaba que el vegano estaba un poco loco".
No podría pensar en una relación ni a largo ni a corto plazo con alguien que no comparta mi estilo de vida
Sobre la "intolerancia" de la que muchas veces se los acusa, consideró que en su caso puede tolerar que haya gente que no sea vegana, pero al momento de relacionarse más íntimamente, elige otra cosa.
Y consultado acerca de si le pasó de sentir atracción por alguien que no sea vegana e intentar "convertirla", aseguró: "Obvio que cuando veo a una persona del sexo femenino y me genera alguna atracción, primero no sé si es vegana o no, pero la verdad es que yo no intento cambiar a nadie". Y remató: "Hay muchas mujeres en el mundo, y si son veganas, mejor".
"No podría pensar en una relación ni a largo ni a corto plazo con alguien que no comparta mi estilo de vida", remarcó, al tiempo que asumió que, como toda persona, tiene necesidades biológicas y el sexo es una de ellas, pero se restringe bastante. "Es predominante el hecho de estas características que busco para aceptar a alguien", dijo.
"Eso no quiere decir que la persona que no piensa y siente como yo sea mala, ni peor, ni tampoco yo mejor, son elecciones", subrayó.
Bruno, 28 años: "No podría ni siquiera pensar en besar a una persona que hace un rato comió un pedazo de carne"
El joven es vegano hace dos años. Podría pensarse que es un "novato" en esto de no consumir ningún alimento o producto derivado de animales, pero, sin embargo, sus convicciones marcan que la decisión le llegó cuando tenía que ser.
Para él, en líneas generales, el hecho de que los veganos gusten de tener sexo sólo con veganos "se da por compartir tiempo y espacios, temas de conversación recurrentes, etc. Si bien no tener sexo con alguien no vegano no forma parte de una filosofía de vida, en menor medida también se da".
"Yo particularmente no tengo relaciones con personas no veganas pero no me considero un parámetro de nada, simplemente no me atrae alguien que aún no quiso o no pudo ver las consecuencias de sus actos".
Mi vida no se limita al veganismo, soy activista e intento hacerle ver la realidad a la que sometemos a los animales a cada persona con la que me cruzo
Ante la pregunta común a todos, de cuál es el principal rechazo que les genera (si es que les genera) intimar con alguien que come carne, Bruno admitió: "No podría ni siquiera pensar en besar a una persona que hace un rato comió un pedazo de carne o ingirió alguna secreción animal, como leche, huevos y derivados, que aunque no nos agrade reconocerlo proviene de un ser sintiente y puro, que no pidió nacer y mucho menos morir para satisfacer nuestra gula".
Y tras reconocer que no le tocó pasar "ni más ni menos tiempo que antes de ser vegano sin mantener relaciones sexuales", destacó que en su caso, hace un tiempo estuvo con una chica vegetariana y no notó diferencias respecto de una vegana. "De todos modos, creo que eso es relativo a cada persona, sea vegana o no", apuntó.
Sobre si intentó "convertir" al veganismo a alguien que le interesara y comía carne, remató: "Mi vida no se limita al veganismo, soy activista y sí, intento hacerle ver la realidad a la que sometemos a los animales a cada persona con la que me cruzo, pero no con intenciones de tener sexo con esa persona. Si después se da, se da…".
Luna, 35 años: "Saber que un hombre es indiferente al sufrimiento de los demás animales no me deja tener intimidad"
Fotógrafa con 15 años de vegetarianismo y 10 de veganismo encima, la joven sabe lo que quiere -y lo que no- al momento de buscar una pareja.
"No es una regla y no rige para todos. Va más allá de los gustos ya que se trata de vivir la vida plenamente de acuerdo a las convicciones asumidas y eso implica hacerlo desde cada acción de la que, por supuesto, el sexo no puede escapar", opinó acerca de la causa que lleva a los veganos a elegirse entre sí para formar pareja. "Algunas personas optamos por dejar de tener intimidad con quienes no comparten esa misma convicción pero también hay otras personas veganas que no tienen problemas en hacerlo y está muy bien. En mi caso, la decisión de no hacerlo tiene que ver con mis convicciones más que en una filosofía de vida porque dicho de esa manera parece algo impuesto por algo externo, casi religioso, y no hay decisión más personal que esta", aseguró.
En el activismo animalista se comparten emociones al límite todo el tiempo y ese desborde de sensibilidad o ver a la otra persona en acción genera sentimientos fuertes, más allá de lo sexual
Y tras reconocer que "el espacio que se comparte, como en cualquier grupo unido por un interés en común, colabora para conocer a una potencial pareja o compañero sexual", destacó que "una vez que se empieza a interactuar con esos grupos es más difícil 'buscar' afuera. En el activismo animalista se comparten emociones al límite todo el tiempo y ese desborde de sensibilidad o ver a la otra persona en acción genera sentimientos fuertes, más allá de lo sexual".
Sobre cuál es el principal rechazo que le genera intimar con alguien que come carne, la joven fue contundente: "Que coma animales, a secas. Su especismo y todo lo que eso implica porque saber que es una persona indiferente al sufrimiento de los demás animales no me deja tener intimidad. Una cosa es ser amigos y tener relación amistosa (de hecho, tengo amigos que no son veganos; pocos, pero tengo), pero no puedo ir más allá".
"Simplemente no puedo y lo supe en medio de una salida -recordó una de sus citas con un no vegano-. Fue inevitable mirar sus zapatos y ver el cuerpo de un animal allí, ver su campera, todo. Es indescriptible lo que se siente en esos momentos. Puede que muchos no lo entiendan por no tener una causa en su vida (no estoy de acuerdo con dar explicaciones tampoco), pero al menos espero que lo respeten sin cuestionamientos desagradables y sin sentido".
La claridad con la que Luna describió las diferencias que ella percibe entre tener relaciones con un vegano y con un no vegano bastaría para comprender sus elecciones. "En cuanto a los olores es diferente. Tanto en la persona como en la casa: entrar a una casa y saber por el olor que unas horas antes se cocinó y comió a un animal ¡es tremendo! Llegué a pedirles a varios amantes que antes de vernos tuvieran en cuenta la higiene bucal (yo también cuido la mía y la de todo mi cuerpo) porque realmente es desagradable el aliento que queda a una persona que come animales. Sé que no lo notan, pero es real. Me resulta mucho más desagradable que besar a un fumador", reseñó.
Luna estuvo "cerca de un año" sin tener relaciones sexuales por no encontrar un compañero no vegano. "Y fue un tiempo de mucha reflexión no solamente con mis relaciones sino conmigo y en cómo me sentía estando con un hombre especista. El famoso clic", aseguró. Y continuó: "Para muchos la sexualidad es tomada a la ligera; de hecho, así fue siempre para mí, pero me tomé tiempo para detenerme a pensar y a sentir qué deseaba, qué necesitaba".
Cuando hablamos de veganismo hablamos de empatía 100% con el otro y no se limita a una simple dieta de moda de la que algunas estrellas hablan o dicen practicar
"Solía pensar la sexualidad como la satisfacción del momento y nada más. Siempre la viví con total libertad y con esa misma libertad decidí que de la misma manera que elijo qué comer, que elijo cada una de las prendas que me visten y que examino detenidamente que cada producto que compro no tenga componentes que hayan implicado la muerte o sufrimiento de un animal por respeto a esas vidas, de igual manera decidí no tener intimidad con un hombre que no sienta ese respeto, simplemente para ser coherente conmigo misma, con lo que digo y con lo que siento -reflexionó la joven-. No estaba siendo coherente cuando me duchaba en sus casas con productos testeados y quizás con restos animales porque no había otra cosa. Eso en la casa de un vegano no pasa. La tranquilidad de abrir una heladera, una alacena y poder consumir cualquier cosa sin chequear porque nada de eso contiene animales como ingredientes es impagable".
Y consultada sobre si podría enamorarse de un no vegano, resaltó: "Considero que el amor tiene como base la admiración y el respeto. ¿Qué podría enamorarme de un especista? ¿Cómo podría enamorarme de una persona que haga todo aquello que rechazo y contra lo que lucho cada día de mi existencia? ¿Cómo amaría a un miembro del mundo que me duele y que sea cómplice de la matanza innecesaria de miles de millones de animales simplemente porque se cree un león o porque no se detiene a mirar más que su ombligo? La respuesta es un no rotundo. No convertiría a nadie en nada, es una decisión de conciencia individual cuyos motivos exceden a la persona. No evangelizo a nadie, ya no. Sólo me dedico a luchar por los derechos de todos los animales no humanos con cada una de mis acciones, y al que está en la misma lo veré dando batalla".
"Cuando hablamos de veganismo hablamos de empatía 100% con el otro y no se limita a una simple dieta de moda de la que algunas estrellas hablan o dicen practicar. Nada más lejos. Cuando hablo de veganismo hablo de estar al servicio de lo que para mí es mi causa de vida. Hablo de salir corriendo a cualquier hora a salvar a un animal cada vez que haga falta, hablo de poner todo por esa causa y de hacer de mi vida un motor de lucha contra un mundo injusto con los animales no humanos. Al menos mi motivo de vida es dejar un mundo más justo, y el veganismo es una manifestación de justicia", finalizó.
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