Como cada año, el 14 de Febrero ve a las calles de Buenos Aires repletas de hombres y mujeres que cargan en sus brazos ramos de flores, paquetes de regalos, bombones o invitaciones para celebrar el amor.
Pero, ¿por qué festejamos esta fecha? ¿Qué nos cuenta la tradición?
Existen diversas teorías sobre el origen del Día de los Enamorados. En los países nórdicos es durante estas fechas cuando se emparejan y aparean los pájaros, de ahí que este período se vea como un símbolo de amor y de creación.
Algunos creen que es una fiesta cristianizada del paganismo, ya que en la antigua Roma se realizaba la adoración al dios del amor, cuyo nombre griego era Eros. En esta celebración se pedían los favores del dios a través de regalos u ofrendas para conseguir así encontrar al enamorado ideal.
Además, durante el Imperio Romano se creía que los soldados que carecían de familia mostraban un mejor desempeño en la guerra, y por este motivo el emperador prohibió los jóvenes matrimonios. No obstante, un sacerdote llamado Valentín se negó a cumplir con esa norma y resignado continuó por celebrar estos matrimonios aunque de forma clandestina.
Sea cual sea el origen de esta fecha especial, lo que la mantiene vigente es la celebración del amor. Y para celebrarlo, los protagonistas eligen homenajear y obsequiar a su enamorado. ¿Y qué mejor idea que recibir en el Día de los Enamorados con el arreglo floral perfecto? Las flores alegran y mejoran los estados de ánimo, pero los elementos incorporados en ellas son los que marcarán la diferencia.
Existe una variedad infinita de flores para regalar, pero para cada tipo de agasajado existe una especial. "No hay nada estandarizado, cada arreglo tiene que ver con los gustos de quien que lo va a recibir", explicó a Infobae Patricia Castro, especialista en diseño floral.
Inspirada en el origen y significado de esta fecha tan especial, la especialista propone diversas opciones para agasajar a todos los enamorados en su día.
Para los más dulces: ramos de chocolate
¿Quién le dice 'no' a los bombones de chocolate? Sin lugar a duda la irresistible combinación de flores y chocolates le robará una sonrisa a cualquiera. La unión de estos dos elementos es la más elegida para transmitir sentimientos de la manera más expresiva en esta ocasión.
“Juntos unen la belleza y el sabor, todo lo que se necesita para celebrar este día tan especial”, añadió Castro.
Sin embargo, el chocolate con leche, el amargo y sus combinaciones con frutas, galletitas y yogur, parecen no alcanzar para alguien de paladar refinado. Por eso, las versiones más exóticas son las indicadas para sorprender.
Para los románticos y pasionales
Las rosas son uno de los símbolos más antiguos del amor y la pasión, en la historia se han asociado con la diosa Venus y también con lo confidencial, con aquello que se dice en secreto. En la antigua Roma se colocaban rosas salvajes afuera de las puertas en las que se discutían asuntos que requerían discreción.
Para variar la clásica rosa roja, símbolo del amor apasionado, están las anaranjadas. Tradicionalmente se utilizan para expresar un deseo intenso y fascinación por el otro.
Para los tradicionales
Por último, si el agasajado es más tradicional, son ideales las flores en colores cálidos y pasteles acompañados con velas o elementos aromáticos que, una vez que las flores ya no estén, quedarán en el hogar para acompañar más veladas románticas.
Los arreglos formados por flores de colores claros y a veces monocromáticos, en formatos redondeados y no muy exuberantes, son los preferidos de la mujer clásica, que se identifica con combinaciones simples. En el caso de los ramos monocromáticos, rosas blancas, amarillas, naranjas o rosas como protagonistas siempre serán una gran opción.
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