Cómo funciona la incubadora de mentes brillantes del MIT que asesora a empresas argentinas

Veinte estudiantes de posgrado de la Escuela de Administración y Dirección de Empresas del MIT Sloan trabajaron durante tres meses en Buenos Aires asesorando a cinco empresas a través del Programa G-Lab. Infobae dialogó con tres representantes de este verdadero "dream team" multicultural de mentes brillantes. La experiencia en el país y cómo los fascinó el tango y el asado

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Mediante el programa G-Lab, estudiantes
Mediante el programa G-Lab, estudiantes del MIT llegaron al país para ayudar en las cinco organizaciones nominadas para el programa (Getty Images)

Son 20 jóvenes brillantes. Lograron primero ingresar a una de las universidades más prestigiosas del mundo como es el Instituto Tecnologico de Massachussets (MIT). Y actualmente se encuentran realizando uno de los programas de posgrado más completos de la Escuela de Administración y Dirección de Empresas Sloan del MIT (MIT Sloan School of Management en idioma inglés). Esta vez la experiencia para este grupo de 20 estudiantes que cursan su segundo año de posgrado y provienen de diversas partes del globo los hizo volver a "saltar" sus propias fronteras hasta traerlos a la Argentina. Ellos pueden elegir el país de destino: en este caso hubo coincidencia e interés de los 20 por Buenos Aires. Aquí trabajarán durante tres meses como "asesores estrella" para cinco empresas locales -Megatlon, Conexia, Satellogic, Trocafone y Wolox-  bajo el programa G-Lab del MIT (Global Entrepreneurship Lab).

Los 20 estudiantes del Instituto Tecnológico
Los 20 estudiantes del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) en Buenos Aires. Llegaron  hace dos semanas para comenzar con su tarea de asesoría de negocios (Argencon)

La experiencia formará parte de la metodología de aprendizaje sobre el management basado en el concepto "de la gestión a través de la acción", que utilizan en la Escuela de Administración y Dirección de Empresas Sloan del MIT. Las empresas argentinas en general comenzaron a participar del Programa G-Lab desde el año 2009, muchas de éstas en más de una ocasión. El G-Lab busca como perfil de empresas anfitrionas a pequeñas y medianas firmas, en mercados emergentes, para que sus talentos en formación desembarquen y cumplan con una asesoría y aprendizaje eficaz.

El programa  G-Lab se encuentra presente en 13 naciones del mundo: Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Indonesia, Perú, Brasil, Filipinas, Serbia, España, Tailandia, Uruguay y Vietnam.

Tsai, Liu y Nomura, tres
Tsai, Liu y Nomura, tres estudiantes de la Escuela  Sloan del MIT en acción en Buenos Aires.  Cada equipo tiene un proyecto concreto a desarrollar según la empresa a la que asesora

Infobae dialogó con Jessie Tsai, Jenny Liu y Munehiro Nomura, estudiantes asiáticos que se encuentran trabajando en la organización Satellogic, de imágenes satelitales y tecnología de recolección de datos para proporcionar información global al instante. La tarea del equipo del G-Lab es ayudar a la empresa a diseñar una estrategia para ingresar en el competitivo mercado asiático.

"Elegí Argentina porque mi gran sueño es trabajar con satélites, y justo encontré un partner ideal para asesorar. Haber venido y hacer lo que me gusta en un país como este, es increíble", aseguró Munehiro Nomura, oriundo de Japón.

La elección del país de destino para Jessie Tsai y Jenny Liu arrancó con más incertidumbres: reconocieron que Argentina no era el primer país que se les hubiera ocurrido para trabajar en proyectos satelitales, pero cuando empezaron a investigar descubrieron que, dentro del sector en  Latinoamérica, el país se encuentra posicionado como uno de los que brindan más oportunidades y recursos para trabajar en tecnología satelital aplicada.

Hace quince días que  Tsai, Liu y Nomura pisaron suelo argentino por primera vez: "Nuestras familias entendieron el desarraigo cuando nos fuimos a estudiar al MIT; pero cuando les comentamos acerca de trabajar en Argentina, a pesar de ser uno de los países con más renombre de América Latina, les costó aceptarlo. Y claro, luego nos apoyaron", confesó Jessie Tsai.

Diferentes culturas, ritmos de vida y espacio laboral

La cultura de trabajo local
La cultura de trabajo local ligada a la pasión fue una de las características que más sorprendieron positivamente a los alumnos del G-Lab del MIT (Getty)

Las diferencias culturales a la hora de generar negocios resultaron notorias rápidamente para este dream team de estudiantes. Jessie Tsai cuenta: "En China no utilizamos el mail para establecer contacto de negocios, a pesar de que lo tengamos. Primero solicitamos y entablamos una conversación a través de una reunión cara a cara o una llamada telefónica. Y luego recién utilizamos el correo electrónico para refrendar lo conversado. Aquí, en Buenos Aires , me sorprendió cómo manejan los negocios por mail", ejemplificó a Infobae.

Para Jenny Liu, "existen similitudes varias entre las empresas estadounidenses y las argentinas. El modo de trabajar es muy similar. La flexibilidad horaria y el compañerismo atraviesan en general a la organización y a la cultura del negocio", señaló.

No es unánime la mirada
No es unánime la mirada de los estudiantes sobre la cultura corporativa de las empresas locales. Coinciden en señalar que la jornada laboral aquí es más reducida y que a las empresas las moviliza la pasión de sus empleados (Getty Images)

Munehiro Nomura quedó deslumbrado por la cultura organizacional de las empresas y la personalidad de los argentinos. "Aquí la gente se deja llevar por las pasiones, uno de mis amigos está haciendo el mismo proyecto en Asia y se abocan netamente a la investigación; acá se comparte la pasión, la esperanza. Les interesa transmitir un poco más, estoy muy impresionado", aseguró.

Cómo se preparó este equipo del  G- Lab del MIT 

De acuerdo al país de destino de estos estudiantes de posgrado cambiarán los preparativos para el desembarco. "Para el caso argentino, tuvimos tres meses de preparación, para aprender un poco sobre la organización que nos iban a destinar e investigarla. Luego pasamos por una serie de entrevistas con el MIT, tuvimos que estudiar el mercado argentino y por último establecer una serie de estrategias", comentó Nomura.

El Programa G-Lab del MIT
El Programa G-Lab del MIT se desarrolla en 13 países del mundo: Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Indonesia, Perú, Brasil, Filipinas, Serbia, España, Tailandia, Uruguay y Vietnam (Getty Images)

Si bien los 20 estudiantes de posgrado del MIT llegaron juntos a la Argentina, cada equipo conformado por cuatro representantes trabaja de manera independiente y no necesariamente comparten las conclusiones de cada asesoría.

"Somos totalmente independientes, tenemos un mentor en el MIT para consultar dudas, revisar nuestras estrategias y recibir correcciones", enfatizó Jessy Liu a Infobae.

Una experiencia que superó las expectativas

Ninguno de los tres estudiantes aprendió a hablar español, sin embargo coinciden en la apertura, calidez y paciencia de los argentinos frente a su inglés sumado a un"lenguaje de gestos" ad hoc.

Nomura agregó: "En este primer tiempo en Buenos Aires, mis expectativas  fueron superadas totalmente. Todo fue nuevo para nosotros, la ciudad, la empresa, el proyecto. Además la cultura, la gente y su amabilidad hizo que esta ciudad nos deslumbrara por completo, el tango especialmente".

"Quedé encantada con este país, con su gente y la calidad de trabajo, aun cuando no hablamos español, nos ayudan en los negocios, en los restaurantes y en el trabajo", agregó Liu.

Los estudiantes volverán en aproximadamente
Los estudiantes volverán en aproximadamente dos meses y medio al MIT en Boston, estado de Massachussets, donde viven para continuar con sus estudios (Getty Images)

"Estoy muy satisfecha y feliz de haber elegido Argentina", concluyó Tsai.       A pesar de que este dream team de 20 estudiantes de posgrado en aproximadamente dos meses y medio volverá a Boston para continuar con sus estudios, todos se mostraron muy entusiasmados con la idea de volver en algún momento a la Argentina. Todavía quedan varios días para disfrutar del tango, pasear por Caminito y degustar con amigos locales unos buenos asados. Ellos, felices.

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