Apps y dark web sobre drogas sintéticas en la mira: lo que tienen que saber los padres y jóvenes

Sin dudas el mundo no es el mismo desde que internet hizo su aparición estelar. Infinitas posibilidades se abrieron ante los ojos de todo aquel que deseara husmear en ese nuevo mundo. Después llegaron los nativos digitales, las generaciones que nacieron en un planeta en el que es inconcebible la vida fuera de la red, donde lo offline y lo online es separado por una delgada línea y junto con los beneficios de las nuevas tecnologías empezaron a aparecer sus influencias nocivas.

En datos duros y concretos, el último informe de Sedronar de 2017 reveló que el consumo de éxtasis en la Argentina aumentó un 200% y la edad del primer acercamiento con esa droga sintética pasó de los 16 a los 14 años. Además, según el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA), durante 2017 salió en circulación una nueva molécula por semana.

¿Y qué tienen que ver las nuevas tecnologías en este asunto? Mucho.

Según analizó el abogado y experto en narcotráfico Marcelo D'Alessio, "la globalización no sólo lleva a miles de argentinos a adoptar costumbres como Halloween, el Día de San Patricio o la devoción por los iPhones. También lleva al rápido reemplazo del consumo de drogas naturales por drogas sintéticas. Ahora, un fenómeno de carácter exponencial que sufren los Estados Unidos y Europa llegó también a la Argentina: aplicaciones para teléfonos celulares que recomiendan cómo producir drogas sintéticas y en qué proporción consumirlas días a días. Son furor en el mundo desarrollado que facilita el incremento de las drogas asociado a los celulares", destacó.

Consultada por Infobae, la médica psiquiatra y experta en adicciones Geraldine Peronace puso el énfasis en "la responsabilidad de los padres de chequear lo que sus hijos consumen en todo sentido de la palabra".

"Mientras sólo nos concentramos en secuestrar camiones con marihuana prensada de mala calidad, provenientes desde Paraguay, un mundo nuevo y silencioso se está gestando en la Argentina: la creación de miles de pequeños laboratorios caseros de producción de droga sintética -profundizó D'Alessio-. En el mundo ya hay aplicaciones para celulares con sistema Android, poco promocionadas, pero al alcance de todos para naturalizar el consumo de cualquier droga que se les pueda ocurrir".

Un ejemplo citado por el letrado es el programa Narcocalc, diseñado para quienes no encuentran la droga sintética habitual: "Tiene un conversor para ver cómo y en qué dosis pueden reemplazarla por otro estupefaciente", precisó, al tiempo que señaló que "existe otra aplicación, libre en Android, para saber en forma anticipada cómo se verán las cosas una vez que se haya consumido tal o cual droga".

Además, un "Pictionary" de drogas llamado Drug Efects, aplicaciones para comparar dosis y eficiencia de cada pastilla de éxtasis, según su procedencia, un simulador en el que una especie de "Super Mario Bros" camina entre bloques agarrando diferentes drogas para ganar súper poderes, juegos de rol en el que se puede crear el propio cartel de drogas y hasta ringtones con el tono "Pablo Escobar". Todo al alcance de la mano de cualquier persona con un smartphone y un poco de "curiosidad" en el tema.

"El que busca encuentra -sentenció Peronace-. Tengo pacientes de colegios secundarios que fabricaron sus propios comprimidos. No es algo de altísima complejidad, el que se quiere drogar haciendo su propia droga sintética lo logra, con el plus de que la web ofrece un panorama de clandestinidad".

Y tras asegurar que "hay varias páginas que explican para quien le interesa cómo es el acceso al a dark web", la especialista remarcó que "cuando hay determinada sustancia en boga dando vueltas, se le suele cambiar el nombre, entonces el padre nunca se va a dar cuenta que lo que está buscando su hijo es tal precursor químico. Se les pone nombres análogos, cifrados; en los EEUU por ejemplo, con el nombre de perfumes se puede acceder a comprar diferentes sustancias", insistió, y consideró: "El hecho de que aparezcan entre las apps para descargar desde el teléfono este tipo de juegos o instructivos vuelven más vulnerable al que quiere hacerlo".

Asimismo, Peronace hizo hincapié en lo que el entrecruzamiento de datos genera. "Cualquier persona que busca información de un tema en internet después recibirá por todas las vías sugerencias vinculadas a esa búsqueda, por eso hay que tener cuidado con los hijos, poner atención en lo que miran en las redes sociales y buscan en internet".

"Lo que pasa muchas veces es que nadie controla lo que los hijos miran y en las familias termina cada uno 'enchufado' a un dispositivo diferente y ahí está el fondo de la problemática, analizó la especialista, quien, además, fue un paso más allá y dedicó un llamado de atención a la proliferación de "nuevos referentes" que los jóvenes siguen e imitan. "Más allá de esta situación, de un tiempo a esta parte aparecieron otros representantes de esta nueva época, como los youtubers o blogueros, cuyas conductas -a veces saludables y a veces no tanto- impactan de manera directa en miles de millones de jóvenes".

Peronace definió el fenómeno como "parte de la complejidad de la época en que se vive" y puso énfasis en el rol de los padres en la permisividad ejercida en muchos aspectos, que termina por "acercarlos" al consumo de alcohol, como la primera y más aceptada sustancia adictiva, para luego dar paso a otras, como la marihuana y las drogas sintéticas.

Los mercados de drogas y la proliferación de la oferta a través de internet

Los mercados de drogas ilegales ponen en contacto a consumidores y productores a través de una cadena de intermediarios. Estos complejos sistemas generan grandes cantidades de dinero a todos los niveles del mercado. Una estimación conservadora valoraba el mercado minorista de drogas ilegales de la Unión Europea en 24 mil millones de euros en 2013.

En los últimos diez años se desarrollaron mercados online, gracias a la aparición de las nuevas tecnologías de internet, que coexisten con el mercado de drogas físico. Algunos proveedores online operan en la internet superficial, en la que se venden por lo general productos químicos precursores no controlados, nuevas sustancias psicoactivas o medicamentos falsificados o de imitación. También pueden operar en la internet profunda -deep web-, a través de mercados de la red oscura -dark web-, respaldados por tecnologías que protegen la intimidad de compradores y vendedores. Se trata de mercados con características similares a los mercados online legítimos, como eBay o Amazon, en los que los clientes pueden buscar y comparar productos y proveedores. Para ocultar las transacciones y las ubicaciones físicas de los servidores se emplean diversas estrategias.

Así, algunas nuevas sustancias se venden abiertamente en la internet superficial y en tiendas físicas especializadas (con frecuencia como "euforizantes legales"). Se comercializan asimismo en la internet oscura y en el mercado ilegal, unas veces bajo su propio nombre y otras falsamente, drogas ilegales como la heroína, la cocaína, el éxtasis y las
benzodiazepinas.

El último relevamiento del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías demostró que la mayor parte de las ventas en los mercados de la dark web están relacionadas con las drogas. Un estudio realizado entre 2011 y 2015 sobre las ventas en los 16 mercados principales estimó que las ventas de drogas estaban detrás de más del 90% de los ingresos económicos totales de los mercados mundiales de esa red.

Según se informó, casi la mitad (46%) del total de ventas de drogas en la dark web proviene de proveedores de Europa, lo que representa aproximadamente 80 millones de euros durante el período en que se realizó el estudio.

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