Dolores Barreiro y Matías Camisani parecen haber nacido el uno para el otro. Con más de 20 años juntos y con un amor que aún continúa intacto y resiste al paso del tiempo, conforman una pareja sólida y real. Se conocieron en el año 1996, en México, cuando ambos viajaron a ese país para trabajar. A partir de ese momento se volvieron inseparables.
Felicidad, armonía y estabilidad son tres elementos que esta pareja pudo encontrar, conservar y cuidar a lo largo de los años. Corona este amor los cinco hijos que tuvo la pareja. Barreiro y Camisani llegaron a una instancia del amor que pareciera ser bastante inusual entre muchas parejas del ambiente de la moda y el espectáculo. Supieron preservarse de la frivolidad que irradia muchas veces la pasarela y de las relaciones efímeras que se construyen a su alrededor. Ambos colocaron su pareja y la familia en el centro de sus vidas. Pero no han perdido una "sola gota" de glam.
Ella es hermosa, tímida y humilde. Él, tranquilo, compañero y apuesto. Son padres de cuatro varones -Valentino, Salvador, Milo y Suria- y una niña llamada Indra. Inculcan en ellos sus hábitos y preferencias saludables.
Un cambio de vida radical, sin dejar de lado las obligaciones
Desde hace varios años, el matrimonio decidió cambiar su estilo de vida de manera radical, empezando por ellos mismos y siguiendo por sus hijos. Dejaron de lado la jungla de cemento y el caos propio de la ciudad, para adentrarse poco a poco en un mundo un poco más relajado, espiritual y con más contacto con la naturaleza.
Matías Camisani es vegetariano desde hace más de 10 años, Dolores comparte el estilo saludable y orgánico
El destino elegido fue Ingeniero Maschwitz, provincia de Buenos Aires. Pero no fueron a los contornos de un country, sino que eligieron un barrio un poco más chico con seguridad. Tomaron distancia del frenesí porteño y construyeron su propio "paraíso terrenal" a menos de una hora de Capital Federal. Allí crearon una sala de ensayo musical -una de las pasiones de Matías- y una huerta propia que refleja la conciencia ecológica que han desarrollado con el paso de los años. De allí toman la materia prima para elaborar gran parte de sus platos.
La huerta de la familia Camisani-Barreiro en el jardín de su propia casa los inspira a crear platos a una mayor conciencia sobre la alimentación natural y la conexión con la tierra.
Tanto Dolores como Matías reconocen no practicar ninguna religión en particular, aunque en algún momento fueron católicos y hasta se casaron por iglesia. Sin embargo, hoy se identifican más con la filosofía budista, de donde rescatan muchos preceptos y directrices que va mucho más allá de una religión. Fueron a la India varias veces y conocieron a muchos monasterios. Fue un viaje interior profundo que les cambió la vida.
A partir de esos viajes y de adentrarse en la cultura hindú comenzaron a practicar yoga de manera más regular, actividad en donde encuentran paz y tranquilidad para poder lograr el centro y equilibrarse.
Agustín Bax, instructor de yoga, explicó a Infobae que el tipo de vida que llevan adelante quienes realizan de manera constante esta disciplina crea una consciencia física mental y espiritual. "Se busca estar centrado elegir bien lo que se come, tener un perfil bajo o sencillo principalmente. También nos ayuda a estar más relajados o a aprender a manejar el estrés sin hacerse problema por cosas que no tienen importancia", dijo.
La elección de una vida lejos de las preocupaciones y la vorágine diaria no hicieron que Dolores dejara de lado su exitosa carrera de modelo y conductora. Y le sumó una nueva: la de diseñadora. Así creó su marca de ropa Holi, que se caracteriza por un estilo colorido, con estampados y telas al mejor estilo hippie-chic y con diseños batik.
Holi tiene el mismo espíritu jovial y colorido que contagia la mujer de "las piernas más lindas de la Argentina", como durante años se la conoció en las pasarelas locales a Dolores. Holi se llama en la India a una fiesta popular,"la fiesta de los colores", donde todos encienden velas y fogatas y salen a las calles a tirarse tintes de colores.
Mucho color y telas de distintos países. "Me considero una autodidacta, no me "autotitulo" diseñadora", confesó a Infobae cuando inauguró su local en la calle Rodríguez Peña donde funciona hasta hoy.
En Holi Dolores quiso respetar el valor por lo artesanal: los géneros nobles, algodones 100% hilados a mano y teñidos a mano. Se pueden encontrar sedas italianas, suizas, indias, telas africanas.
“La idea es que en Holi toda mujer encuentre algo que la haga sentir espléndida y llena de colores”.
También Dolores se inspiró en Bolivia. El local está ubicado en el barrio porteño de Recoleta, pero las oficinas de producción y venta al por mayor se encuentran frente de su casa, situación que la ayuda a que todo sea más ameno y a combinar el tiempo de trabajo con su faceta de madre.
Vicky Miranda, productora de moda y estilista, contó a Infobae que Dolores y Matías tuvieron "un gran click personal y profesional", cuando comenzaron a viajar a la India. "Empezaron de a poco a vestirse con todo lo que descubrían en sus viajes. A ella le gustó tanto esa onda y filosofía que abrió su local Holi donde volcó todo lo aprendido en sus viajes. Hoy son fanáticos de la India y viajan seguido a traer telas para confeccionar la ropa".
Los vestidos holgados, maxi blusas, faldas, accesorios grandes como brazaletes, collares, bandoleras de flecos, sandalias gladiadoras y los estampados coloridos son los infaltables enel estilo de la familia Camisani- Barreiro.
"El look de la familia es muy relajado, todos tienen un mismo estilo donde mezclan texturas, usan accesorios y ropa muy holgada. La forma de peinarse también es muy natural. Se los ve súper relajados y cómodos, y nunca pierden el look chic y glam", agregó Miranda.
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