Miedo y fobia en animales: qué hacer para mejorar la calidad de vida de las mascotas

Las conductas en perros y gatos están determinadas por distintos factores que desencadenan comportamientos que preocupan a sus dueños. Por qué es importante detectar los miedos y las fobias a tiempo y saber cómo distinguirlos

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Saber diferencias las fobias de
Saber diferencias las fobias de los miedos en las mascotas es imprescindible para mejorar la calidad de vida

Las mascotas experimentan miedos y fobias a lo largo de su vida como todos los seres vivos. A pesar de que dichos comportamientos se encuentran íntimamente relacionados y se fomentan mutuamente, son diferentes y tienen diversas características.

El miedo es una respuesta normal y puntual que se presenta frente a situaciones desconocidas. Desconfía, actúa cautelosamente, toma distancia, pero si observa que lo que lo asusta no representa peligro para él deja de temer y retoma su actividad habitual.

La fobia, en cambio, es una respuesta de miedo excesiva, exagerada, desproporcionada, que se prolonga en el tiempo, y le impide evaluar si la situación es peligrosa o no. Esta reacción se presenta, por ejemplo, al oír truenos o sonidos muy fuertes.

Los signos conductuales pueden exacerbarse
Los signos conductuales pueden exacerbarse si el animal de compañía está solo

"Quieren estar en todo momento con su dueño. Están intranquilos, inquietos, jadean y hasta tiemblan. También pueden buscar refugio en lugares impensados, pero como no se sienten seguros en ningún lugar, continúan buscando ese espacio que les posibilite protegerse y calmarse", explicó la etóloga clínica Silvia Vai.

Con el correr del tiempo y sin tratamiento, esta enfermedad comportamental progresa

Y agregó: "El estado del perro angustia mucho a toda la familia que desconoce la manera de proporcionarle ayuda. A veces lo acaricia para calmarlo, otras lo reta, lo ata, lo encierra, le grita o lo castiga. De esta manera, se da un incremento en la tensión, la cual crece como una bola de nieve que se hace cada vez más grande".

Las fobias por lo general
Las fobias por lo general empeoran con el correr del tiempo y le impiden al animal preservar su bienestar y tener buena calidad de vida

También están las mascotas que, al sentir miedo, pueden tirarse desde un primer piso, atravesar rejas, cruzar la calle y ser atropellados ellos a un auto que está pasando, no ser atropellados. Lo que se da en este caso es la falta de capacidad del animal para evaluar cuál es el comportamiento correcto y el riesgo real de lo que está pasando.

Lo ideal sería pensar cómo actuaría otro ejemplar de la misma especie en esa situación. Probablemente, si un perro estuviese con un par, se justificaría que los dos salgan corriendo. También puede suceder que si uno de los dos está tranquilo, transmita esa sensación de relajación.

Los veterinarios explican que no
Los veterinarios explican que no es recomendable sostenerle la mirada a aquellos animales a los que no se conoce, ya que estos podrían interpretar ese “intercambio” como una invasión (Getty)

Pero, ¿cuándo puede ser un peligro para el propietario? "Con los de gran tamaño es muy frecuente que se den episodios de este tipo. Lo más común es que cuando se esconden para refugiarse de aquello a lo que temen, sus propietarios quieren ayudarlos sacándolos del lugar y de esa forma están cometiendo un grave error", detalló la especialista.

"Como están asustados, pueden llegar a manifestar agresión frente a esta situación, morder y lastimar. Esto pasa porque se genera un sentimiento de miedo muy fuerte y a veces no se regula la fuerza de mordida". agregó.

Prestar atención a los signos
Prestar atención a los signos físicos que experimenta una mascota es fundamental para prevenir problemas de conducta de tipo agresivas (Getty)

Por eso, las señales e indicios  que nos darán la pauta de que el animal se encuentra transitando un estado de alerta son los siguientes: intentar evadir la situación y escapar; aplastarse contra el suelo; orinar o defecar; buscar un sitio donde resguardase; temblar; dilatación de las pupilas, orejas hacia atrás; meter la cola en las patas traseras.

Los genes, una sociabilización deficitaria o distintas experiencias traumáticas o el haber sido separado tempranamente de su madre pueden influir en el comportamiento de una mascota

Por eso, prestar atención al comportamiento de perros y gatos dentro de casa es fundamental y esencial para poder evitar corregir cualquier tipo de comportamiento incorrecto. Sin embargo hay que tener en cuenta que el miedo puede ser desencadenado por otros animales, objetos, ruidos o personas.

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