En la Argentina hay más de 13 millones de niños, niñas y adolescentes. Seis de cada diez se comunican usando celular y 8 de cada 10 usan internet. La tecnología atraviesa su existencia, impacta en sus modos de conocer, aprender, expresarse, divertirse y comunicarse. Para los chicos y chicas, los medios digitales son un modo habitual de comunicación y de interacción con el mundo. Construyen su identidad interactuando tanto en la vida "real" como en la virtual. Actividades como chatear, jugar en línea, buscar y compartir información y contenidos son acciones cotidianas en sus vidas y, en definitiva, del ejercicio de su ciudadanía digital.
El estudio Kids Online, realizado por Unicef Argentina, dejó en evidencia que la mitad de los padres no delimitan el tiempo que sus hijos pasan frente a las pantallas, lo que expone a muchos a vivir situaciones perturbadoras.
El análisis cualitativo incluyó 12 focus groups a 60 adolescentes de 13 a 18 años y a 32 padres y madres de chicos del mismo rango etario, mientras que el análisis cuantitativo, por su parte, involucró la administración de 1.106 entrevistas cara a cara, con una muestra representativa a nivel nacional y regional.
Las redes sociales constituyen hoy el canal de comunicación y expresión por excelencia de los adolescentes
Según los resultados, la edad promedio del primer acceso a internet es de 10,8 años, aunque más de la mitad (el 53%) de los entrevistados de entre 13 a 15 años reconoció haber accedido por primera vez entre los 7 y los 10 años. Y dado que el 70% de los adolescentes de entre 16 y 18 años lo había hecho a partir de los 11 años, la tendencia demuestra que los adolescentes más jóvenes estarían comenzando a navegar a edades cada vez más tempranas.
Por otro lado, se observó que los adolescentes pertenecientes a un nivel socioeconómico alto tienen una edad de inicio más temprana (probablemente debido a la capacidad de acceso de sus hogares a las tecnologías), mientras que aquellos que pertenecen a hogares de nivel socioeconómico bajo lo hacen mayoritariamente a edades más tardías.
Las redes sociales constituyen hoy el canal de comunicación y expresión por excelencia de los adolescentes. De allí que constituyan el elemento central en su vínculo con internet. Las transformaciones en este mundo se viven como un proceso casi "natural". Algunas pasan de moda, entonces surgen otras nuevas.
Casi la mitad de los adolescentes que utilizan redes sociales configuran su perfil de manera que todo el mundo pueda verlo
Casi la mitad (47%) de los adolescentes que utilizan redes sociales configuran su perfil de manera que todo el mundo pueda verlo, mientras que el 33% la configura de manera que solo sus amigos lo puedan ver.
Quienes configuraron su perfil de manera pública argumentaron que lo hacen buscando obtener mayor cantidad de amigos, seguidores y/o likes, en la medida en que son percibidos como atributos de popularidad.
Los adolescentes usan internet principalmente para comunicarse con amigos: los datos muestran que el 96% de los entrevistados dijo haber utilizado alguna red social como Facebook, Twitter o Instagram, entre otras, mientras que el 82% utilizó WhatsApp para conversar con amigos. En ese sentido, el 68% de los entrevistados dijo haber publicado imágenes, videos o música en las redes sociales o por mensajería instantánea como WhatsApp en el último mes.
Solo el 41% dijo enviar emails y aunque la mayoría afirmó tener una cuenta de correo electrónico, la consideran una herramienta que tiende a caer en desuso.
En cuanto a las experiencias negativas al usar internet, el 78% de los adolescentes atravesó vivencias de este tipo alguna vez en el último año. La experiencia negativa que más se mencionó fue la de recibir mensajes desagradables e hirientes (33%). Como reacción ante este tipo de experiencias, a la hora de buscar ayuda, la persona más elegida –antes que adultos de referencia– fue un par del adolescente (56%).
Los padres, en general, se reconocen con bajo conocimiento de internet y, sobre todo, con dificultades para aprender y mantenerse al día
En ese punto, cobra relevancia el conocimiento que cada grupo etario manifiesta, así como la percepción que los jóvenes tienen de sus mayores. Los padres, en general, se reconocen con bajo conocimiento de internet y, sobre todo, con dificultades para aprender y mantenerse al día. Con excepción de los profesionales vinculados al tema o de los padres
que manifiestan estar informados acerca de las nuevas tecnologías, la mayor parte indica que sus hijos saben más que ellos y, sobre todo, que se mantienen más actualizados y aprenden más rápido. En definitiva, se identifican como parte de una generación intermedia frente a una que prácticamente no conoció el desarrollo de la red (sus propios padres) y otra que nació en su esplendor.
"Los adultos necesitamos conocer más y mejor las redes sociales, las consolas de videojuegos y los contenidos disponibles en plataformas de streaming o internet para saber cómo proteger a los chicos. Solo así podremos educar a nuestros hijos en el correcto uso de las tecnologías –consideró Adrián Dall'Asta, director general de Desarrollo Familiar del gobierno porteño–. Para evitar el abuso de dispositivos, una de las acciones recomendadas es declarar 'espacios libres de pantallas' en momentos trascendentales para la vida familiar, como las comidas compartidas, las salidas recreativas o el tiempo dedicado a las tareas escolares".
Según el funcionario, "la tecnología avanzó al punto de 'invadir' momentos dedicados al encuentro familiar. Por eso es fundamental contabilizar las horas que nuestros hijos pasan frente a las pantallas, y supervisar que el uso de la tecnología no reduzca el tiempo de otras actividades fundamentales, como las actividades al aire libre, las relaciones con amigos, compañeros o familiares, o las tareas de la escuela".
Los riesgos en línea
Del total de adolescentes que experimentaron una situación negativa en internet el último año, cuatro de cada diez las vivieron con una altísima frecuencia: un 11% lo padeció varias veces en el día, un 12% lo vivió todos o casi todos los días y un 16% sufrió experiencias negativas semanalmente.
Entre las cosas en internet que podrían perturbarlos, los adolescentes destacan espontáneamente exposición a cosas obscenas/pornográficas (37%), de violencia o que la incitan (24%), bullying o maltrato (20%) y discriminación por distintos motivos (13%). El ciberbullying es la experiencia negativa más mencionada, aunque no en primera persona. En menor medida, surgen también referencias a formas específicas de discriminación. En sus relatos, tanto el acoso como el robo de identidad constituyen las dos mayores preocupaciones de los chicos y las chicas.
El ciberbullying es la experiencia negativa más mencionada entre los adolescentes
Las mujeres refieren, en una proporción 42% más elevada que los varones, que los contenidos obscenos o porno podrían hacer sentir incómodos o molestar a la gente de su edad. Finalmente, y con una diferencia de 5 puntos porcentuales (una diferencia relativa del 25%), se ubican los comentarios o imágenes violentas.
Finalmente, los adolescentes que atravesaron situaciones negativas en internet optaron por bloquear a la persona (65%), eliminar sus mensajes (58%), ignorar el problema (54%), tratar de que la otra persona lo deje en paz (51%), entre otras. Solo un 10% intentó vengarse, 12% haberse sentido un poco culpable y 19% dejar de usar internet durante un tiempo.
En lo que la mayoría coincidió es en que el 56% de los adolescentes cuando ve o experimenta algo en internet que le molesta de alguna manera lo habla con un amigo. Solo el 30% lo hace con alguno de sus padres, el 25% con algún hermano, el 24% con un adulto en quien confía y el 9% con un profesor.
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