La mujer lleva un largo recorrido histórico hacia la equidad, pero nadie puede negar que todavía falta mucho para que obtenga los mismos derechos y beneficios que sus pares masculinos. Los prejuicios permanecen y, aunque se trabaja de manera incansable para desterrarlos, el camino se encuentra sesgado de obstáculos sociales y culturales. Y el campo de las disciplinas STEM es el más minado de todos.
El desarrollo de las mujeres en las STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, del inglés Science, Technology, Engineering and Mathematics) es una de las mayores preocupaciones a nivel mundial. Lo cierto es que el escaso número de mujeres que se vinculan con carreras y profesiones relacionadas con estas disciplinas es foco de debate hace ya un tiempo, y una problemática a resolver para alcanzar las metas de los Objetivos del Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (Agenda 2030).
La disparidad de género en estas áreas es notoria, e impacta de manera negativa en la productividad y competitividad económica de cada país. Por eso, es hoy consenso global el hecho de que el desarrollo de competencias en STEM es un objetivo clave para fomentar la creatividad y la participación de las niñas durante la infancia, para luego volcar este interés en una de las llamadas "carreras del futuro".
Y este fue precisamente el foco de una investigación que indaga acerca de cómo niños y niñas de entre 6 y 10 años se vinculan con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. Fue realizada por la Cátedra Regional UNESCO "Mujer, Ciencia y Tecnología en América Latina" (FLACSO Argentina), con la Asociación Civil Chicos.net y el apoyo de Disney Latinoamérica, en el marco de la celebración del 28° Aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño.
El estudio se centró en la Ciudad de Buenos Aires, San Pablo y Ciudad de México, y se hizo particular foco en cómo docentes, madres y padres influyen en el vínculo de las niñas con estas disciplinas y su interés presente y futuro en estas temáticas. Entre otros resultados, esta investigación explica qué condiciones favorecen y/o limitan desde la infancia la igualdad de oportunidades de varones y mujeres para desarrollarse en lo que padres y docentes entienden como las profesiones del futuro.
Y los resultados indican que resta mucho por hacer para lograr la equidad entre niños y niñas durante esta etapa tan importante en el desarrollo de sus intereses y sus personalidades. Se detectaron desde la infancia estereotipos de género que condicionan el vínculo de niñas con la ciencia y la tecnología. Uno de cada tres padres opina que la baja participación de las mujeres en las disciplinas de Ciencia y Tecnología se debe al gusto personal de las niñas y que ellas reciben pocos estímulos en el hogar y en la escuela para interesarse y vincularse con estas áreas.
Aunque sus padres y madres consideran las disciplinas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas como las "profesiones del futuro", y dicen respetar libremente intereses, vocaciones y elecciones de sus hijos, tanto ellos como docentes reconocen que les faltan herramientas para guiarlos en su relación con estas áreas y desearían contar con más recursos para hacerlo.
Casi el 50% de los padres en Ciudad de Buenos Aires cree que hay diferencias de desempeño entre niñas y niños en materias relacionadas con Ciencia y Tecnología. Entre ellos, la mayoría considera que los niños tienen mejor rendimiento en Tecnología e Informática que las niñas.
Y esto influye en la percepción propia. Nueve de cada 10 niñas (entre 6 y 8 años) asocian a la ingeniería con las afinidades y destrezas masculinas, aunque niños y niñas opinan que las cuatro disciplinas STEM pueden ser desempeñadas tanto por varones como por mujeres.
Lo alarmante, además, es que en Buenos Aires el interés de las niñas por las matemáticas decrece a medida que avanzan en el trayecto escolar. Niñas de entre 6 y 8 años indican en un 30% que lo que menos les gusta del colegio son las Matemáticas, mientras que entre los 9 y los 10 años ese porcentaje aumenta a 40%.
El objetivo de esta investigación se orienta, por lo tanto, a la necesidad de concebir una nueva forma de aprendizaje de STEM. Se debe buscar mejorar la calidad educativa y basarse en la articulación de las disciplinas que la componen como método para el desarrollo de ciertas habilidades como creatividad, innovación y resolución de problemas. Y esto debe ocurrir en ambos sexos.
Gloria Bonder, directora de la Cátedra Regional UNESCO "Mujer, Ciencia y Tecnología en América Latina" (FLACSO-Argentina), señaló: "Promover y asegurar la igualdad de género en la creación científica y tecnológica es una prioridad de las nuevas agendas regionales e internacionales. Coordinar una investigación de esta envergadura permitió develar dimensiones poco estudiadas en nuestra región: la construcción de actitudes, representaciones y expectativas de niños/as, familias y docentes sobre las disciplinas STEM".
"Esta investigación nos ayuda a tener una mirada más certera de la realidad de nuestros públicos, y entender cómo las niñas se vinculan con la Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática desde temprana edad, y qué herramientas precisan los padres y educadores para estimularlas en ese camino", explicó Belén Urbaneja, directora de Corporate Citizenship y Brand Management de The Walt Disney Company Latin America. "La difusión de estos resultados colaborará con la concientización de educadores y familias sobre la necesidad de profundizar en la enseñanza de estas disciplinas en el ámbito escolar y familiar".
Este estudio busca dar cuenta de la manera en la que niños y niñas van construyendo desde los primeros años de escolaridad su relación con las áreas y actividades STEM y detectar cómo inciden en ello los estereotipos y sesgos de género.
"Existe una brecha de género que actualmente ubica a las niñas en peores condiciones que los varones para aprovechar y participar de los avances de la ciencia y la tecnología. Esta investigación viene a aportar evidencia sobre qué caminos seguir para disminuir estas barreras desde la infancia", aseguró a su vez la directora de la asociación Chicos.net, Marcela Czarny. "Las tecnologías pueden profundizar las desigualdades y estereotipos, pero, bien utilizadas, estamos convencidos de que pueden aportar a construir una sociedad más equitativa", agregó.
En esta línea Bonder resaltó que el estudio demuestra que en contextos signados por procesos de cambios vertiginosos a nivel social, económico y cultural, se han ido flexibilizando estereotipos y sesgos de género, pero también persisten barreras que condicionan los intereses y el desempeño escolar de mujeres y varones. "Por ello, se proponen recomendaciones que atienden a la complejidad de estos tiempos y apuntan a transformaciones educativas y culturales para la plena participación de mujeres y varones en la innovación científica y tecnológica", reafirmó.
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