Las relaciones vistas desde afuera parecen idílicas, perfectas. Sin embargo, a veces todo parece marchar sobre ruedas cuando en realidad no es así. Lo que sucede en la intimidad de la pareja suele quedarse precisamente allí, y para la gente en relaciones tóxicas o violentas, salir de la situación es más difícil de lo que parece.
Según afirmó la psicóloga Adriana Guraieb en diálogo con Infobae, estar implicado en una relación violenta se transforma en un infierno abrumador y demasiado peligroso. Allí, el respeto por el otro es inexistente, la comunicación falla y la violencia es moneda corriente.
"Una espiral de silencio se va apoderando poco a poco de quien fue convertido en víctima, y todo parece ser un problema sin solución, en donde el violento arremete con toda su furia", aseguró la psicóloga. "Quien recibe las agresiones no puede manejar la situación, y muchas veces termina aceptando o naturalizando esas acciones".
Lamentablemente, cuando se instalan relaciones violentas o enfermizas indefectiblemente se provocará daño físico y psicológico. "Quienes generan esta violencia, esta toxicidad, son personas con un desajuste emocional provocado por inmadurez, complejo de inferioridad, baja autoestima y especialmente por una problemática de celos patológicos marcada por una tendencia a las relaciones posesivas, destructivas y de una apropiación de la persona y la voluntad de la pareja", reveló.
"Existen niveles de violencia que comienzan con sarcasmo, burlas, gestos hirientes y desvalorizaciones que van en ascenso y desembocan en violencia física", analizó Guraieb. "También puede pasar que las agresiones estén encubiertas en caricias agresivas, insultos disfrazados bajo la forma de chistes o empujones. Como esto es peor con el paso del tiempo, esos ademanes empeoran y, si no se frenan a tiempo, la fatalidad se hace presente".
La psicóloga explicó que muchas veces familiares y amigos perciben la alta peligrosidad por la que atraviesa la pareja y allí es cuando deben intervenir. "No siempre es bien recibido por la víctima, ya que por lo general está enamorada, enceguecida o niega la realidad. Esto pasa porque tiene la esperanza de que el otro cambie porque lo prometió", advirtió.
"Siempre se recomienda proporcionarle los teléfonos de los lugares adonde puede acudir, ofrecerle todo tipo de ayuda, transmitirle la importancia de no dejarse chantajear emocionalmente o acompañarla o acompañarlo a realizar una denuncia con previo asesoramiento para que la misma sea una ayuda y no se convierta en una amenaza", agregó la especialista.
Por eso, aquella persona que se encuentra sumergida en vínculos de este tipo tiende a caer en círculos viciosos de los cuales es difícil salir. Uno de los ejemplos más comunes y frecuentes es cuando el denunciado dice estar arrepentido del acto cometido, motivo por el cual suele pedir disculpas, se comporta de manera cariñosa tratando de enmendar el error, alegando que no volverá a suceder o que la víctima fue la provocadora.
Todo esto también se replica a través de Whatsapp, mensajes en Facebook, Instagram y todo tipo de redes sociales. Este hostigamiento suele continuar a pesar de que se tomen medidas de prevención y cuidado como la ya conocida perimetral. Lamentablemente, muchas veces sucede que la víctima le da una nueva oportunidad a su agresor, quien tiempo después es altamente probable que vuelva a cometer el mismo acto violento. Finalmente se realiza una nueva denuncia y el círculo continúa de manera indefinida.
Silvina Bentivegna, abogada especializada en violencia de género, contó que en la mayoría de los casos quienes transitan una relación violenta no se dan cuenta de esto y comienzan a construir de a poco una relación que no sana bajo ningún aspecto. "Debemos abrir los ojos. En la mayoría de los casos durante el noviazgo tienden a presentarse síntomas menores como el maltrato emocional y allí es cuando se debe prestar atención", contó.
"Por eso, ante el menor signo de maltrato, se debe poner un freno ya que es común que este tipo de conductas sean arrastradas hasta que se van a vivir juntos o se casan. A partir de ese momento la agresión deja de ser moderada para pasar a ser un maltrato físico crónico, corriendo el riesgo de ser golpeados con brutalidad, al extremo tal de necesitar atención médica, incluso provocando la muerte", expresó la licenciada.
Cuáles son los pasos a seguir si se sufre de violencia
1. Asesorarse con un abogado, preferentemente especializado en el tema.
2. Si la víctima es mujer: si el hecho de violencia fue en CABA, concurrir a la OVD Lavalle 1250, abierto las 24 horas, preferentemente en horario judicial. Si transcurrió en provincia, dirigirse a las comisarías de la mujer o fiscalías especializadas en género y/o delitos contra la integridad sexual.
Si la víctima es hombre: si el hecho de violencia fue en CABA concurrir a la OVD Lavalle 1250, abierto las 24 horas, preferentemente en horario judicial. Si transcurrió en provincia, dirigirse a fiscalías especializadas en género y/o delitos contra la integridad sexual.
3. Realizar terapia psicológica a fin de sostener la denuncia y superar la situación.
4. Sostener el proceso judicial en sede civil y penal.
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