La vida sexual de una persona, para que sea plena, depende de muchos factores. Incluso intervienen un conjunto de creencias y valores que se arrastran desde los inicios de la educación sexual recibida y continua determinada por la sociedad en la cual se vive. Luego se suma la vinculación emocional con su entorno, familia, amigos, novios -que variará con el tiempo- a lo largo de la vida de una persona. También influyen las experiencias previas, y cómo se fue relacionando con el otro en el ámbito de la intimidad.
Es decir que a partir del impacto de todos estos factores, la plenitud sexual varía ampliamente de persona a persona. Lo que está claro según convalidaron diversos estudios científicos es que una buena intimidad sexual además de ayudar a la consolidación de una pareja, trae beneficios para la salud.
El sexo tiene incontables beneficios: ayuda para la prevención de enfermedades como el cáncer de próstata, para potenciar el autoestima, reducir el estrés, reforzar las defensas y hasta como analgésico natural.
Según los resultados de una investigación de un equipo de científicos de la Universidad de California, Estados Unidos, el sexo también es una de las variables que podrían cimentar una vida más longeva. El estudio, publicado en la revista científica Psychoneuroendocrinology, ancla la explicación de esta novedad en los telómeros, son unas estructuras que se encuentran en los extremos de los cromosomas y juegan un papel fundamental en el envejecimiento de las células. Funcionan como una especie de reloj que limita su tiempo de vida. Cada vez que una célula se divide, sus telómeros se acortan.
En este contexto de un sexo que aporta beneficios psíquicos y físicos para la persona, cobran relevancia los juguetes eróticos o sexuales . Como herramientas disponibles y simples para incrementar el placer y la vida sexual.
Los sex toys ayudan a estimular la vida sexual (Getty)
Según explicó a Infobae la sexóloga Mariana Kersz, los juguetes eróticos sirven para enriquecer la sexualidad, independientemente del estado civil e la pareja que decida utilizarlos. Los sexólogos los consideramos un excelente entrenamiento para la intimidad, y hasta como una forma muy práctica para el autoconocimiento individual y la autoexploración de los placeres propios, que luego permite compartir lo aprendido en una relación con otra persona.
Esto se debe a que si una persona sabe lo que le gusta, dónde, cómo y con qué intensidad, es probable que sus experiencias sexuales mejoren y se potencien notoriamente al poder comunicar con certeza y de manera asertiva sus preferencias a su pareja sexual.
Generalmente, según la especialista, entre los 25 y los 30 años es el momento cuando aparecen las primeras parejas estables, y, con ellas, las ganas y la necesidad de innovar en la cama.
Las fantasías, el erotismo y la sensualidad se ponen en juego -de a dos- y son estimuladoras desde el momento mismo de visitar un sex shop.
Kersz afirmó que, en el caso de las parejas, recurrir a los sex toys reaviva el fuego y despierta la pasión, porque los juguetes son precisamente el tipo de elemento que permite conocer mejor el cuerpo, las sensaciones y la sensibilidad. Si en una pareja está consensuado su uso, puede ser muy divertido para mejorar la vida sexual de ambos y además disfrutar de más y mejores orgasmos.
Para los solteros, conocerse mejor a sí mismos permite que al momento de tener una relación sexual sepan bien qué es lo que quieren; los conecta con la sensibilidad erótica y además los mantiene activos sexualmente.
Kersz explicó que no todos están abiertos a la posibilidad de utilizar estos elementos, y que muchos los consideran como un tercero en la cama. "Algunos hombres pueden sentirse amenazados por la presencia de estos juguetes, y, en esos casos, cuando la pareja es celosa o no hay suficiente comunicación, es mejor no entrar en conflicto en temas relacionados a la sexualidad. O por lo menos no forzar la idea de un juego que tiene que ser deseado por los dos", aconsejó.
Por eso, la sexóloga sugirió apostar a mejorar el diálogo y la comunicación para evitar entrar en un juego de poder. "También están los que pueden sentirse menospreciados porque sienten que con ellos la otra persona no logra llegar a los orgasmos con la misma intensidad. Eso es real, ya que ni los dedos más veloces ni el mejor sexo oral pueden proporcionar la vibración exacta. Por el contrario, los juguetes mejoran la calidad del juego previo y aumentan el deseo en la pareja", explicó la especialista.
"La sexualidad humana es una de las facetas más ricas de nuestra esencia. Jugar con ella permite conocernos mejor, saber cuáles son las sensaciones que nos llevan al clímax, qué nos agrada o qué es lo que queremos repetir mil veces. La autoestimulación y las caricias eróticas son la principal forma de entender cómo funciona nuestro cuerpo y el de la otra persona", agregó Kerz.
Los juguetes sexuales más usados por ellas
– Vibradores: el estimulador clitoridiano por excelencia. Una pequeña "bala" siliconada vibradora que se posiciona directamente sobre el clítoris y produce orgasmos más poderosos. Está comprobado que no existe mejor estimulación que la que produce un vibrador delicadamente presionado sobre el clítoris. La sexóloga Kerz sugiere acompañar su uso con lubricante hidrosoluble para mejorar la experiencia.
– Consoladores: muchas eligen el Rabbit, un dildo completo. Las "orejas" del conejo rozan el clítoris mientras que un anillo giratorio vibra en el medio estimulando los músculos de la entrada de la vagina y finaliza con una punta rotatoria que estimula todo el canal vaginal para una experiencia completamente placentera.
Los elegidos por ellos
– Anillos: el anillo comprime suavemente la base del pene erecto, dificultando el retorno de la sangre allí retenida, lo que genera una erección más firme, más prolongada y con mayor turgencia. Algunos anillos vienen con la bala vibradora para que en el momento de la penetración se estimule el clítoris.
– Flashlight: Muchos hombres se están animando al uso de estas linternas que tienen formas femeninas listas para ser utilizadas.
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