Un imperio low cost -en este caso de decoración- se caracteriza por la relación precio-calidad. Cuenta entre sus atributos cuidar el negocio de las tres 'B': Bueno, Bonito y Barato. Con esa fuerza emergió primero como una tienda en Suecia y luego de manera global, el gigante de la decoración IKEA. Pero no es la única fuerza que tiene para ofrecer. Hoy, posee más de 400 tiendas alrededor del mundo, más de 150.000 empleados y una facturación anual que deja 27.900 millones de euros, IKEA se ubica en el puesto 32 entre las empresas más innovadoras "que están cambiando el mundo", según un reciente ranking de la revista Fortune.
Su creador, Ingvar Kamprad, un hombre de origen sueco – con rasgos de austeridad patológica por su vida sin lujos- logró tener la mejor tienda de muebles para armar uno mismo o ya confeccionados. Y ahí aparece el valor cultural de época que IKEA vino a agregar: poder decorar y refaccionar la casa uno mismo. Renovar los ambientes donde uno vive o trabaja sin tener que invertir una fortuna. Vivir con confort y según las ultimas tendencias del diseño y no ser un millonario. Algo que claramente, Kamprad comprendió antes que cualquiera de nosotros.
Para la generación millennial el concepto IKEA se convirtió en un símbolo de estatus que hasta define parte de la identidad-de los under 35.
La historia de IKEA comienza en el año 1947 cuando Kamprad -con 17 años- decide emprender una tienda de muebles de bajo costo que fue todo un éxito en Suecia. Su segundo paso internacional fue en Noruega. Luego, en 1985 llegó por primera vez a Estados Unidos, y a fines de los 90, se instaló en China.
Infobae consultó a los decoradores argentinos Sergio Company y Ramiro Arzuaga para analizar el caso de éxito de esta idea .
"Las firmas low cost de decoración son de consumo masivo, y esto es lo que marca la diferencia entre un mercado top, exclusivo y artesanal y un mercado más abierto o generalista como es IKEA. Hoy la marca se convirtió en el ícono global de las casas de decoración de bajo presupuesto", afirmó Company.
Hoy este gigante deco es el imperio más grande del sector de decoración y muebles para el hogar. Es una de las mejores opciones para quienes compraron su primera casa y necesitan adquirir muebles para ambientarla. En sus hipermercados, además de vender mobiliario, tiene un sector donde por separado se pueden comprar los materiales para crearlo uno mismo in house.
"IKEA es ideal para quienes se mudan o para una segunda casa de fin de semana o departamento de alquiler temporario. Yo viví en Los Ángeles y mi casa la reformulaba comprando casi todo allí. Es práctico, barato y de entrega inmediata" opinó Arzuaga.
Para la generación millennial, la firma sueca es una de las más elegidas. La modernidad de los materiales realizados en vidrio, acrílico, cerámica o aluminio convocan a las generaciones más jóvenes, ávidos de diseño pero a bajo costo.
"Está dirigido a un trabajador o a los jóvenes que quieren alegrar su casa con decoraciones o cambiar muebles a un precio razonable dentro de las posibilidades de su bolsillo", puntualizó Company.
"Para un diseñador de muebles es fácil crear un escritorio que puede costar 1.000 dólares, pero diseñar un escritorio funcional y bueno por 50 dólares sólo puede ser realizado por los mejores", declaró para sus detractores Kamprad.
Tras su éxito y millones recaudados, se creó una fundación con el mismo nombre de la empresa que se convirtió en uno de los mayores donantes dedicados a ayudar a las familias del mundo en vías de desarrollo para mejorar su condición de vida.
Actualmente, con el avance de la tecnología y las redes sociales de cada ciudad, la empresa familiar cuenta con más de 300.000 seguidores en Twitter, más de 1 millón en Instagram y 24 millones en Facebook. También tiene dos aplicaciones: en una se puede ver el catálogo de productos y en la otra se puede acceder al e-shop.
La pregunta pendiente es: ¿por qué el gigante de la decoración mundial aún no desembarcó en la Argentina? Los expertos en deco coincidieron en analizar . "No viene a la Argentina porque aquí cobran muchos impuestos a los productos importados y no podrían mantener el nivel de precios", aportó Arzuaga. Company agregó: "Habrán hecho un estudio de mercado y aún no es tiempo de abrir un local de IKEA en Argentina, porque no les iría bien como en otros lugares".
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