Dejaron su huella. Aunque no se lo propusieron. Tampoco trascender ni dejar su marca. Simplemente vivieron su vida, sintieron curiosidad y un tirón en el pecho que las llevó por un determinado camino. Con convicción, esfuerzo y perseverancia, inspiraron a millones. Ellas son mujeres. Son cinco mujeres argentinas.
La Sala Félix del emblemático Four Seasons porteño estaba preparada. Café espumante, medialunas crujientes y frutas frescas invitaban al público a distenderse en una mañana temprana y tibia. Hoy -jueves 16 de noviembre- el evento organizado por Infobae prometía ser único. Una charla mano a mano, franca y a corazón abierto, con cinco líderes argentinas para ahondar en sus historias de vida, ser homenajeadas por su labor, por sus incesantes y prolíficos proyectos y por su esfuerzo que las llevó al podio de las mujeres más influyentes de la sociedad argentina.
"Mujeres que trascienden. Historias que inspiran". Infobae convocó a un escenario de lujo a la conductora y actriz Mirtha Legrand, a la vicepresidente de la Nación Gabriela Michetti, a la líder política y de los derechos humanos Graciela Fernández Meijide, a la jugadora de hóckey y ex Leona Vanina Oneto y a la periodista Mónica Gutiérrez. Todas referentes indiscutidas del espectáculo, la política, los derechos humanos, el deporte y el periodismo. Todas, en un mano a mano imperdible y chispeante con la periodista Viviana Canosa.
Un grupo de mujeres claramente empoderadas cuya obra, trayectoria, ejemplo e influencia en la sociedad argentina hacen un mundo mejor. Remarcar y rescatar la tarea de estas mujeres luchadoras que dignifican el género. De eso se trató la jornada.
"La verdad es que cuando me convocaron me sorprendí y me emocioné mucho a la vez, por eso decidí compartirlo con mis hijos y mi madre", contaba la ex Leona Vanina Oneto a Infobae durante la previa al encuentro. "Desde mi lugar de deportista me cuesta ver que trasciendo. Uno se ve como mujer, mamá, amiga y a veces cuesta ver más allá… uno va viviendo el día a día y cuando se acuerda del currículum piensa 'Guau, todo lo que hice'".
A las 9.30 en punto subió al escenario la periodista Viviana Canosa, quien fue una entrevistadora de lujo: preguntó, emocionó e hizo reir. Canosa condujo con sabiduría a un grupo de mujeres tan diversas como apasionantes. "La verdad es que estoy muy feliz y muy agradecida de ser hoy la anfitriona. Les agradecemos a todas por estar acá". Sobre las homenajeadas, explicó que "ellas no son anónimas. Conocemos mucho de ellas. Ya nos dejaron su huella".
Y les dedicó unas palabras, que horas antes había compartido en su propia cuenta de Instagram: "Estamos hechas a imagen y semejanza de la Tierra… generosas, húmedas, fértiles y receptivas. Si no fuera así, miremos nuestro yo auténtico y nuestro yo engañado. Reparemos. Tenemos los pechos para amamantar, los brazos para acunar, palabras para explicar,un cuerpo para cobijar, un útero para recibir, brillo interior para resplandecer, orden para organizar, paciencia para esperar, profundidad para comprender, tenemos alegría para enseñar, constancia para crecer, tenemos la locura de morir para parir y de renacer para vivir, tenemos la imaginación de los sueños y el universo para compartir. El futuro depende de nosotras. Asumir la libertad de ser mujer".
Una Leona en la cancha y en la vida
La primera en ser homenajeada fue Vanina Oneto. Es una Leona, pero no sólo en la cancha. La máxima goleadora en la historia del hockey argentino fue una de las jugadoras más emblemáticas en la época del 2000, y sin dudas fue una de las impulsoras de la popularidad del hockey femenino sobre césped en Argentina. En el año 2001 ganó el Champions Trophy jugado en Holanda y en el 2002 el Campeonato Mundial de Perth (Australia). En el 2004 volvió a la selección luego de ser mamá por primera vez y obtuvo la Medalla de Bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas.
"Antes la gente se entusiasmaba mucho con lo que transmitíamos en la pantalla", explicó. "Quizás porque probablemente en el 2000, con el grupo que explotó todo, cuando nacieron las Leonas oficialmente, el comentario de la gente era que se levantaba a las 4 am para ver el partido. Me encanta que hoy me sigan diciendo ven a las Leonas como una pasión, que se sienten parte del equipo. Me parece que el grupo del que formé parte abrió muchas puertas a las chicas a nivel deportivo en todo el país. Impacta la verdad".
Durante la charla con Canosa, compartió los sufrimientos que tuvo que atravesar cuando estaba transitando su camino a la gloria. A un mundial casi no va porque tenía unos kilos de más. "Luché siempre con el peso. Cuando empecé no había una línea nutricional estricta. Salíamos con las chicas y comíamos carne con papas fritas. Incluso peligró mi participación en un mundial". Pero perseveró, sacó sus garras y rugió fuerte. Hoy su importancia inspira a las nuevas generaciones que aspiran a ser como ella.
Una periodista con todas las letras
Luego de un aplauso ruidoso y un gran ramo de flores, le llegó el turno a Mónica Gutiérrez. Periodista de raza, trabajó desde los 18 años en radio y TV. Entre sus premios se destacan la Distinción Alicia Moreau de Justo, el Martín Fierro en 16 oportunidades por Mejor Labor Femenina en Televisión y por Mejor Noticiero, Premio ATVC por Programa Periodístico en cable y Premio Radio Nacional por televisión (2016). Se define como una testigo privilegiada del tiempo que le tocó vivir. Se dejó llevar por el camino de los deseos y la vocación.
"Es una sorpresa este homenaje. Siento agradecimiento y alegría. Espero estar a la altura de las circunstancias, entre el grupo de mujeres notables que me incluido. ¡Hasta me siento un poco inhibida! Vinimos a compartir experiencias que tienen que ver con la condición femenina, con el mundo del trabajo, de la política, del periodismo", afirmó.
"Todas mis emociones se traducen con humedad en los ojos", advirtió. La ira, la emoción, la alegría y el amor, todo lo siente en su mirada. Y ella es una mujer involucrada, una periodista de raza, que recorrió y recorre el mundo para buscar historias y contar lo que merece ser contado. Y todo se lo debe a sus padres. "En mi familia, el valor era el conocimiento, no la plata".
La protectora de los derechos humanos
Graciela Fernández Meijide subió al escenario tras una ovación general y sostenida durante varios minutos. Un video mostró tan solo un vistazo de su impecable y larga trayectoria. Hasta 1976, era profesora de francés. Cobró reconocimiento público su nombre y apellido como activista noble por los derechos humanos durante la época más oscura de la historia argentina.
Y lo vivió en carne propia. Durante la última dictadura militar, su hijo, un estudiante de 17 años, desapareció en una operación de secuestro clandestino. En 1997, durante el gobierno de la Alianza, Fernández Meijide fue elegida primero diputada por la provincia de Buenos Aires hasta 1999 y luego ministra de Desarrollo Social de la Nación. Desempeñó ese cargo hasta marzo del 2001, momento en que renunció y se retiró de la política.
Hoy es una referente indiscutida del activismo por los derechos humanos en la Argentina y en el mundo. "Por lo pronto agradezco estar acá", aseguró. "Es obvio que esto se comparte con todos los directamente afectados, los familiares y también con aquellos que durante la dictadura tuvieron el coraje de acompañarnos. Hoy por hoy los derechos humanos deben hacerse todos los días, y están ligados directamente con los derechos ciudadanos".
Una política por vocación
Trabaja un promedio de 12 a 13 horas por día. Le pone todo para generar las bases necesarias para que tantos años de esfuerzo valgan la pena. "Ahora falta la prosperidad, la calidad de vida que la Argentina le puede dar a sus ciudadanos. Ahora viene la etapa de fortalecer, ser un país que pueda brindar bienestar para todas las familias".
En diciembre del 2015, Gabriela Michetti se convirtió en la segunda mujer en ocupar la vicepresidencia del país. Luego de una extensa carrera en la política argentina, Michetti logró posicionarse como una de las mujeres más influyentes del país, inspirando a miles de sus pares femeninas, y siendo un claro ejemplo de que con trabajo y perseverancia, todo llega.
En noviembre de 1994 sufrió un accidente automovilístico que le cambió la vida para siempre. Pero nada la frenó. Hoy no sólo es una referente política con todas las letras, sino también lucha con uñas y dientes por la inclusión de personas con diversas discapacidades en la sociedad argentina. "Cuando uno tiene semejante nivel de exposición, son miles de responsabilidades que recaen en una sola persona, por más de que haya un equipo detrás", reveló.
"Siempre pensé que tenía que trabajar al servicio de los demás. La vocación vivida como servicio público es 'full life'. Es muy difícil desconectarse", confiesa luego de que Canosa le preguntara sobre qué hace en su tiempo de ocio. Contó que dentro de pocos días se tomará un fin de semana junto con sus compañeros de secundario, una especie de segundo viaje de egresados a Tandil. Y está emocionada.
La dueña de los almuerzos
Mirtha. Sólo eso basta para saber de quién hablamos. "Chiquita", su apodo que arrancó entre los íntimos pero que de a poco lo usa el país entero. #Mesaza, un hashtag de los nuevos tiempos que implica convocatoria, reunión, como sus almuerzos televisivos. Un símbolo de encuentro. Mirtha Legrand no es una persona cualquiera. Tiene 90 años y más de 70 de trayectoria, el tiempo para ella es oro. No lo desaprovecha. Con una mente más lúcida que alguien tres veces menor, una curiosidad incansable y un ojo perspicaz, supo ganarse a un público fiel que prende la televisión sólo para verla. Para verla y para escucharla.
Premio Konex de Platino 2001, durante la edición 2017 recibió una merecida mención de honor. En "Mujeres que trascienden", la gran Mirtha Legrand fue homenajeada como se merece. Subió al escenario ovacionada como ninguna. "Yo puedo con todo", asegura, en referencia a su apretada agenda. Es que mañana partirá hacia Mar del Plata. Está feliz, porque compartirá ese momento con su querido hermano, José Martínez Suárez, a quien le rendirán un homenaje como presidente desde el 2008 del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
"La vida es corta y hay que vivirla intensamente. Hay que ponerle pasión a todo lo que uno emprende. Yo no quiero que esta profesión me deshumanice. Yo podría no trabajar, pero esto me hace bien. Me gusta que me quieran. Yo nací para esto", confiesa. Y es que ella es única, y lo sabe. "Yo soy Mirtha Legrand, pero para los míos soy 'La Chiqui'".
Habló de su carrera, de los encontronazos con algunos gobiernos e incluso sobre las dos oportunidades que la "corrieron" de la tele. Reveló detalles de su extensa carrera, que la llevó a lugares impensados. Bueno, quizás impensados para los demás, jamás para ella. "Soy muy mayor y agradezco a Dios el cerebro que me dio", dice entre guiños.
Y llegó el gran momento. Infobae le hizo entrega de una placa homenaje que simboliza la importancia y la trascendencia que Mirtha Legrand tiene en el pueblo argentino, y en particular entre las mujeres argentinas. La palabra mujer en Mirtha siempre resuena distinto; una fuente permanente de inspiración en el trabajo y en la vida.
Agradecimientos: Medicus, Alto Palermo, Mastellone, Provincia Seguros y Directv
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