En 2025 los millennials representarán el 75% de la fuerza laboral, por eso no es casual que las empresas comiencen a hacer esfuerzos por comprenderlos y seducirlos.
La generación nacida entre 1980 y 2000 se caracteriza por romper con lo establecido. Se trata de jóvenes que desafían constantemente los límites y escapan a las compañías "elefantes" en las que se tarda mucho en crecer y cada cambio o nueva idea es difícil de implementar.
A ellos, el recorrido laboral de sus padres no les convence: les parece impensable estar 10 o 15 años en una misma empresa haciendo una misma tarea. Durante su periodo de trabajo se cuestionan ¿sigo trabajando en/para esta empresa? ¿por qué estoy realizando este trabajo? si algo no les gusta o no machea con sus valores, con sus objetivos toman decisiones.
Los millennials quieren trabajar preferentemente medio día para adquirir experiencia y emprender sus propios negocios o reunir el dinero suficiente para viajar
Son apasionados, comprometidos con sus valores, talentosos y ansiosos por resolver distintas situaciones que desafíen su creatividad, apuntando siempre a lograr lo que se proponen. Quieren trabajar en empresas, preferentemente medio día, para adquirir experiencia y emprender sus propios negocios o reunir el dinero suficiente para viajar.
Según un estudio de Universum Global, los Millennials tienen una visión muy distinta del lugar que ocupa el trabajo en su vida. El promedio de duración máxima en un puesto laboral es de dos años, ya que esta generación no busca más hacer carrera en la empresa o estabilidad a largo plazo, sino mayor libertad y flexibilidad. Pero esto es sólo la punta del iceberg.
"Lo que ocurre es que los líderes les preguntan a los Millennials: '¿Qué quieren?'. Y los Millennials les responden: 'Queremos trabajar en un lugar con objetivos, queremos crear un impacto. Queremos comida gratis y puffs'. Así que alguien piensa algún tipo de objetivo, pone mucha comida gratis y puffs, pero, por algún motivo, ellos siguen sin estar felices. Eso pasa porque hay algo les sigue faltando". Así lo vio el orador motivacional anglo-estadounidense Simon Sinek.
Según el gurú, hay cuatro claves que determinan la personalidad de estos jóvenes: cómo los criaron sus padres, la tecnología con la que crecieron, la impaciencia y el ambiente de trabajo al que ingresan.
Sobre lo difícil que se vuelve atraer y retener este tipo de talento, los especialistas coinciden en que "en la actualidad, cuando se seleccionan personas para un puesto de trabajo hay que olvidarse de hacerlo por 'habilidades técnicas': estas se enseñan y al mismo tiempo cambian todo el tiempo -enfatizó Juan Pablo Cerva Fris, HR Manager de la plataforma de venta de entradas Eventbrite-. Hay que buscar gente que tenga los valores de la empresa, que comparta la cultura".
Y compartió algunos de los desafíos que enfrentan los millennials en lo laboral:
– Inteligencia práctica y resiliencia: capacidad de hacer que las cosas sucedan y superar distintos obstáculos.
– Lidiar con el fracaso: su afán por emprender o poner en marcha ideas los va a llevar a cometer errores, lidiar con ellos para que no los perciban como fracasos y entender que no siempre les va a ir bien.
A los nacidos entre 1980 y 2000 les parece impensable estar 10 o 15 años en una misma empresa haciendo una misma tarea
– Contar con habilidades blandas y duras: las empresas requieren que una misma persona domine habilidades duras (de análisis, cálculos, predicciones) y habilidades blandas (llegar, influir, conectar, innovar, comunicarse, construir, manejar la felicidad). Esto les permitirá trabajar para el negocio y para las personas que lo hacen.
– Dependencia de ciertos recursos físicos: nadie puede hacer su trabajo correctamente sin los recursos adecuados. Sin embargo, la dificultad de acceso a determinado recurso online (app) o complicaciones logísticas menores puede funcionar como grandes barreras ("blockers") de su trabajo, por lo que hay que ayudar a que empleen la creatividad también en esas situaciones.
Ante este escenario cambiante, los expertos recomiendan que el foco siempre debe permanecer en las personas.
"Las personas son en las empresas la ventaja competitiva. A mayor sofisticación tecnológica, mayor importancia adquieren las personas. ¿Por qué esta tendencia? Porque si bien somos dependientes de la tecnología, cada vez en mayor grado, las mismas aparecen y desaparecen y lo único que permanece es el ser humano", destacó Cerva Fris al mencionar las que, para él, son las únicas características, por el momento, irreemplazables.
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