Adolescencia: la difícil transición de ya no ser un niño

La pubertad es una de las etapas de la vida más importantes y todas las experiencias vividas son las que marcarán el desarrollo del carácter de una persona. Un especialista brindó a Infobae las claves para entender qué sucede

La adolescencia es una de las etapas más "complicadas" de la vida. Es allí donde se forma y desarrolla el carácter y la personalidad de un individuo. Por eso, transitar este momento en compañía de la familia y sin sobresaltos es fundamental y aunque algunas veces se complica, el diálogo y la comunicación jamás deben faltar.

En este período se deja de ser un un niño para pasar a ser un adulto que va asumiendo responsabilidades y tomando decisiones a lo largo del camino. Para el psicólogo Gervasio Díaz Castelli, en ese momento la persona "migra" de un continente a otro, navegando en un barco muy inestable hacia la madurez.

"Siempre tenemos que tener presente que un adolescente está en duelo por su infancia. Está acomodando esa nueva realidad y además se encuentra saliendo de un ciclo de dependencia en el cual sus padres lo sostienen en todo. Es muy difícil porque de repente sufre una metamorfosis en donde no sabe bien quién es ni hacia dónde va", dice.

La identidad en la adolescencia se construye con los pares (Getty)

Lo cierto es que la adolescencia es un período de la vida en donde la paciencia por parte de los mayores es fundamental. Hay que tener en cuenta durante esta etapa que el joven va a buscar diferenciarse de sus primeros referentes que son sus padres. A diferencia de los primeros años de su vida, intentará volverse más autónomo y para lograrlo buscará ayuda en sus pares.

Castelli explica que, para diferenciarse de sus padres, este "nuevo adulto" buscará combatir y oponerse a las ideas y planteos de sus padres. "Tengo que darle lugar a ese combate porque si no lo hago no va a poder construirse como realmente necesita", explica.

Algunos adolescentes no saben cómo manejarse ante los cambios corporales (Getty)

También hay que tener en cuenta que el período más crítico es entre los 12 y los 15 años. Allí es donde se genera un "tsunami de emociones" y la metamorfosis de la pubertad invade un cuerpo nuevo distinto por fuera y por dentro en donde no se tiene noción ni registro de lo que sucede.

Los límites ayudarán a delimitar el camino a seguir. Lo más importante es lograr un acuerdo y generar un equilibrio

A esto hay que sumar los problemas que acontecen tanto a varones como a mujeres, los cuales pueden variar a pesar de ser los mismos, a grandes rasgos. "Hay temas muy generales que van más allá del género. En los varones las grandes problemáticas son la impulsividad, la violencia, las adicciones y cualquier tipo de patología del impulso. En el sexo opuesto se observan procesos depresivos y patologías asociadas a la distorsión del cuerpo", asegura el especialista.

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