WASHINGTON (Enviado especial).- Marte es un planeta fascinante para los humanos. Su tamaño es un poco más pequeño que la Tierra y, según los indicios de las últimas misiones espaciales y los rastros de agua hallada en forma de hielo en su superficie, parece haber sostenido en algún momento de su historia la vida, al menos como la conocemos en nuestro planeta.
La NASA, como otras agencias espaciales de otros países, ha decidido investigar seriamente si en el planeta rojo alguna vez hubo vida o si de hecho ahora se pueden encontrar rastros de ella, aunque sean microscópicos.
Es por ello que en las últimas décadas ha mandado sondas robóticas que exploraron su superficie, enviando fotos e información sobre las condiciones marcianas.
Siguiendo con su agresivo plan de enviar más sondas de investigación, la NASA enviará en 2018 una nueva nave a Marte para estudiar su interior rocoso. Se trata de la misión Insight, que originalmente iba a ser lanzada hace dos años, pero una falla en uno de sus instrumentos demoró la misión.
Pero, además de lo trascendental de poder estudiar el suelo marciano, y con ello descubrir la existencia de algún microorganismo, la NASA decidió enviar la sonda con un microchip en donde se escriben los nombres de miles de "pasajeros" y acompañantes del viajero marciano.
Hombres y mujeres que se interesen por este tipo de investigaciones y sueñen con que sus nombres lleguen a nuestro vecino más cercano en el sistema solar.
En 2015, casi 827 mil personas se inscribieron para agregar sus nombres a un microchip de silicio a bordo de la nave espacial robótica. Pero la demora de la misión posibilitó agregar un segundo microchip, para dar al público otra oportunidad de enviar sus nombres a Marte.
Y esta decisión fue acompañada por la gente con éxito. Ya están inscriptas más de 2 millones de personas con su "pasaje a Marte" impreso y su nombre dentro del microchip. Este cronista también lo hizo al enterarse en una recorrida en el Museo Nacional del Aire y el Espacio (National Air and Space Museum) del Instituto Smithsoniano de los Estados Unidos, que contiene la mayor colección de aviones y naves espaciales del mundo.
Y otros 11.000 argentinos también siguieron esta movida marciana. Los nuevos pasajes serán aceptados hasta el 1 de noviembre de 2017, en este link.
Así, cuando aterrice en Marte en noviembre de 2018, la nave InSight de la NASA llevará varios instrumentos científicos, junto con cientos de miles de nombres de miembros del público.
Un viaje demorado
Durante las últimas pruebas de los instrumentos científicos que están dentro de la sonda, algo falló. Los sensores del sismómetro francés necesitan operar en una cámara al vacío para medir los movimientos sísmicos sutiles. Pero la cámara experimentó una filtración en diciembre, mientras el otro componente científico, de fabricación alemana, estaba listo.
John Grunsfeld, titular del directorio de misiones científicas de la NASA, explicó que los objetivos científicos son atrayentes y que los planes de reparación fueron los adecuados. El Laboratorio de Propulsión a Chorro en Pasadena, California, se encargó del rediseño, construcción y experimentación de la cámara al vacío, mientras la Agencia Espacial Francesa se encargó de fabricar el instrumento científico.
"El afán por comprender el interior de Marte ha sido un objetivo de los científicos planetarios durante décadas", afirmó Grunsfeld, y agregó: "Nos entusiasma volver a programar un lanzamiento, ahora para 2018".
Marte es el objetivo central de la NASA en los últimos años. Actualmente, en la superficie marciana operan dos sondas, Opportunity y Curiosity, y en órbita están Odyssey, Mars Reconnaissance Orbiter y Maven. Europa tiene dos naves: Express y ExoMars en órbita marciana.
LEA MÁS:
La NASA enviará una nave a Marte en 2018
¿Nieve en Marte? El curioso fenómeno natural que sorprende al mundo científico