Una de las principales tareas para los flamantes padres es cambiar los pañales del bebé recién nacido. Una tarea que se extenderá en el tiempo durante muchos meses y que, al cabo de un largo período y con mucha práctica, los adultos dominan sin mayores inconvenientes. Aunque al comienzo, no tanto.
Cambiar el pañal de un bebé requiere algo de práctica: se requiere saber cuándo levantar los pies, cuándo abandonar las toallitas y dejar al bebé en la bañera. Y durante el proceso adoptar ciertas modos que eviten incluso que la madre o el padre padezcan la maniobra.
Agacharse, encorvarse, retorcerse para cambiar un pañal supone una postura perjudicial, que repetida en el tiempo puede traer diversos dolores, fundamentalmente en la zona del cuello, la espalda y las rodillas.
Stephanie Leaf, una fisioterapeuta especializada en problemas posparto, dio sus mejores consejos al sitio Lifehacker para proteger el sistema musculoesquelético. En ese sentido, aseguró que lo primordial es realizarlo en una mesa especial y no en el piso. Tener una superficie a la altura correcta (justo debajo de los codos, dicen los expertos en ergonomía) evitan las dolencias.
"Cuando estás cambiando pañales en el hogar o en el camino a casa no encorves la espalda y te inclines sobre el bebé con las piernas rectas", sostiene Leaf. La postura indicada es arrodillarse a una superficie más baja o usar una superficie más alta, aproximadamente a la altura del ombligo.
En esencial que "las caderas, rodillas y codos se doblen", manteniéndolos en posiciones neutrales, suaves y relajadas. "Las articulaciones más blandas le permiten usar los músculos con mayor eficacia y evitar el dolor articular de los ligamentos laxos. Use una posición neutral para proteger los discos y los ligamentos de la parte baja de la espalda", agregó.
Otro de los consejos está referido para evitar quedar atrapado en un flujo de orina, colocando un nuevo pañal desdoblado debajo del bebé antes de desabrochar el pañal sucio. De este modo, el tiempo entre descartar el pañal viejo y sujetar el nuevo será de solo un par de segundos. Esto brinda más tiempo, permitiendo la concentración en la respiración y relajación en lugar de apretar la mandíbula o tensar las manos o el cuello.
En cuanto a los suministros, una de las primeras notas que se deben tener en cuenta es disponer de todo el material necesario para la maniobra, con el pañal preparado y al alcance de la mano, para no desatender al bebé en ningún momento y hacer la tarea más breve. La especialista sugiere un estante sobre la mesa o un primer cajón debajo de la misma para un fácil y rápido acceso.
LEA MÁS:
Manual para padres primerizos: cómo decodificar el llanto del bebé
Una lucha diaria: ser mamá de un bebé con capacidades diferentes
Destete respetuoso: cómo y cuándo terminar con la lactancia
Calidad vs cantidad: el debate sobre el tiempo compartido con los hijos