Mujeres poderosas: el desafiante campeonato femenino japonés de fisioculturismo

34 mujeres de más de 50 años participan en el exigente evento, luciendo sus cuerpos extremos que buscan romper con los estereotipos de belleza. Un concurso que se realiza anualmente y destaca el trabajo arduo de tres participantes

Anualmente, mujeres compiten por la mejor figura en el concurso de fisioculturismo (AFP)

Viven por su cuerpo. Bíceps marcados, cuádriceps de roble y un abdomen de acero. El fisioculturismo es una pasión fitness que despierta el esfuerzo de participantes alrededor del mundo. En japón convoca además al sexo femenino reuniendo en una exigida competencia el potencial físico de 34 mujeres, casi todas quincuagenarias.

Pero la máxima figura del culturismo japonés femenino va a vivir pronto un drama: la pérdida de su título de campeona."He estado patética, una medalla de plata no vale nada para mí. Simplemente significa que he sido la mejor de las perdedores", dice al borde de las lágrimas la excampeona (1,58 m y 50 kg) Satoko Yamanouchi luego de la competición.

Gracias a la práctica de este deporte, Yamanouchi estima que contribuye a romper los estereotipos sexuales en un país obsesionado por todo lo que es lindo ("kawaii").

34 mujeres deslumbran con su músculos en el exigido concurso (AFP)
“Quiero ayudar a cambiar los prejuicios con el fin de que cada vez más gente sepa apreciar la belleza de una mujer musculosa”, explicó la concursante

"Cuando le digo a la gente que soy culturista da un poco de miedo y al principio a mi marido no le gustó nada que posara en bikini delante de público", explica Yamanouchi, que volvió a practicar deporte al final de la cuarentena para mantener la forma.

En Japón, la musculación femenina la practican principalmente mujeres de 40 y 50 años, que comienzan una vez que los hijos son ya mayores (AFP)

En Japón, la musculación femenina la practican principalmente mujeres de 40 y 50 años, que comienzan una vez que los hijos son ya mayores.

Sin embargo Yamanouchi, que ingiere cada día una decena de complementos alimenticios para estimular su crecimiento muscular y recuperar mejor, insiste en que sabe dónde está su límite."No quiero parecerme a Hulk", dice tomando unos comprimidos de proteínas, refiriéndose al famoso superhéroe de Marvel.

“Quiero ser bella y mantener mi feminidad. No me siento como una ama de casa”, sonríe.

"El culturismo es como la escultura, siempre esforzándose para recrear el cuerpo perfecto. Es adictivo, sobre todo una vez que empiezas a analizar uno a uno los músculos de la anatomía", explica.

El número de culturistas afiliados a la federación japonesa casi se ha doblado en los últimos seis años para alcanzar casi 3.000 personas, de las que el 10% son mujeres.

Varias disciplinas vieron la luz como el "fitness en bikini", que ha convertido a Yuri Yasui en modelo de portadas de revistas. Doble campeona de Japón, esta mujer de 33 años fue 'contaminada' por el virus del entrenamiento intenso, pese a que al principio solo buscaba perder peso.

"Cuando comencé a entrenarme seriamente, mis padres estaban radicalmente en contra, al igual que mis amigos", admite Yasui, una empleada de banca de Nagoya (centro), que ganó su primer título nacional apenas 10 meses después de comenzar a competir.

Trabajan todo el año para poder participar del campeonato (AFP)

"No querían verme posar sobre un escenario en bikini ante desconocidos. Los hombres japoneses no aceptan realmente a las mujeres musculosas", lamenta.

"Es importante cambiar estas actitudes. El cuerpo femenino – una cintura pequeña y glúteos bien moldeados – se construye fabricando músculo", destacó.

Yuri Yasui (1,73 m) come carne de caballo dos veces al día para limitar la grasa corporal y esculpe su cuerpo siguiendo un icono del feminismo norteamericano. "Desde mi época de la universidad, adoro a Wonder Woman. Quería esa silueta", destaca.

La rutina fitness es muy sacrificada,  un mínimo porcentaje alcanza la excelencia culturista (AFP)

"La musculación te convierte en más despierta mentalmente, no solo más fuerte físicamente. Esto ayuda también a asumir labores más exigentes en el trabajo. Hoy me siento capaz de aceptar un trabajo complejo que habría evitado en el pasado", puntualizó Yasui.

Con información de AFP

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